Nerea
Toda mi concentración estaba puesta en el escritorio de mi camarote, revisaba los mapas, nuestras rutas anteriores y las próximas, después del robo a Sapphires nos dirigiremos a otro reino lo más rápido posible.
Traía puesto una camisa de manga corta, un corsé color crema, una falda con abertura en una pierna y unas botas marrón que me llegaban hasta las rodillas. Escogí mi máscara blanca con detalles dorados como el toque final.
Las ventanas se encontraban abiertas porque quería más luz natural, cuando de repente Piero entró y se asentó en una silla cerca de la cama, quedando frente a mí, haciendo un fuerte chillido mientras extendía sus alas.
—Hola de nuevo Piero, me quieres contar sobre tu aventura ¿a dónde fuiste? Desapareciste por un buen rato.
Estaba a punto de levantarme de mi escritorio y acercarme a colocarme un guante para que Piero se pose en mi mano, pero me vi obligada a quedarme sentada porque alguien nos interrumpió.
—¡Nerea! —Vaden entro hecho una furia, ni siquiera se atrevió a tocar la puerta, simplemente la abrió de golpe— ¡Te juro que desplumare a esa rata con alas! —el pelinegro estaba que echaba humo y le tiraba dagas por los ojos a mi queridísimo Piero.
—Oye, Piero no es una rata, él come ratas, no seas grosero.
—Ese pajarraco acaba de echar sus mierdas sobre mi sombrero Nerea, es mi sombrero favorito, te juro que lo voy a destripar —amenazó.
—En primer lugar, deja de apuntar a Piero con tu dedo acusador lo incomodas y en segundo— Hice una pequeña pausa—¡CALUMNIAS!.
Di un golpe a mi escritorio lo cual hizo que Vaden se sorprenda dando un paso hacia atrás y Piero me mirará con sus grandes ojos.
—Eh entrenado muy bien a Piero, el jamás haría algo así, ¿verdad Piero, verdad que no lo harías?
Piero sacudió sus alas y agachó un poco la cabeza hacia el lado derecho, eso es un no.
—Ves Vaden, eso es un no y yo le creo. —Me crucé de brazos, mirándolo ya algo irritada.
Si tenía que escoger entre estar de lado de Piero o de Vaden, era muy obvio que escogería a Piero.
—Es un loro mentiroso. —miró asqueado a Piero—. Deberíamos hacerlo sopa.
—Cállate, talvez debería rebanarte a ti. —me acerque con voz amenazante.
—Te vez tan lida molesta —dijo sonriendo burlesco—. Pero en serio, esa paloma está en problemas.
—Por favor Vaden, no tienes pruebas además ¿cómo sabes que no fue una gaviota?
— ¡Nerea no lo vas a creer! vi a Piero cargarle el sombrero favorito a Vaden seguro estaraa holaaa Vaden —una voz divertida se escuchó desde la entrada de mi camarote, pero cesó muy rápido.
En el momento más oportuno apareció Jesper riendo, claro dejo de hacerlo al darse cuenta que Vaden estaba presente, pero se dio cuenta muy tarde.
—Ahí está, Jesper lo confirmó, si fue esa asquerosidad de pájaro.
Giré para ver a Piero que intentaba esconder su cabeza entre su ala derecha.
ay mi halcón precioso, tenías que meterme en tantos líos.
—Bueno talvez fue un accidente y no lo vuelvas a llamas asquerosidad —lo amenacé.
—¿Los huesos de ratas y palomas que aparecen en mi cama qué?, ¿también son por accidente? —evadió mi amenaza.

ESTÁS LEYENDO
Robo a la Corona
FantastikNo todos son capaces de robar el mundo para conseguir lo que desean ¿Tú serías Capaz? En el mar de los doce reinos gema gobernaba una pirata buscada, temida, odiada o respetada. Todos temblaban con solo mencionar su barco, ver una sombra fugaz o un...