CAPITULO.36.

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Me tumbo sobre ella besándola sin cesar. Ella mueve sus manos sobre mis hombros y brazos. Introduzco una de mis manos entre sus piernas y como esperaba se encuentra totalmente húmeda, pequeños gemidos se le escapan y esto me anima a continuar, tocó suavemente su clítoris y los pequeños gemidos se convierten en unos más fuertes.

-Dios pequeña como me has puesto.-jadeo y ella sonríe volviéndome loco.
Su mano baja algo tímida, aparta el elástico de mi boxer, toca mi pene erecto y sonríe. Yo desesperado acabo quitándole la ropa y besando todo su cuerpo mientras ella pide más.

Coloco mi pene en la entrada de su vagina y pregunto -¿Estás lista, muñeca? No quiero que mañana te arrepientas...

-Azlo mi amor, pero suave, tengo miedo al dolor...

-Shh...-agarro su cara con ternura y beso sus labios. -Te lo are despacio.
Poco a poco introduzco mi pene en su vagina estrecha y apretada, unos centímetros después se puede oír un pequeño ruido y un poco de sangre sale de su vagina. -Dul... ¿Quieres que pare? Podemos seguir otro día no pasa nada...

-Sigue...-dice para después besarme.

La ternura me invade,me regala su primera vez, así que yo también haré algo que nunca he echo, le haré el amor.

Suave como nunca antes, muevo mis caderas, beso sus labios y acarició su pelo, no sabía que esto se podía sentir tan bien.

-Cris...-jadea. -Quiero más duro.- dice y después muerde su labio.
Sus palabras me vuelven más loco aún y aumento la intensidad. Fuertes gemidos salen de su garganta, araña mi espalda y arquea la sulla, no me lo puedo creer, ya se corrió, sonrió y ella me mira son una sonrisa de lado.

-Amor... El preservativo...-digo sin parar.

-Quiero que te vengas dentro.-gime y sonrie. -Es mi primera-gime .-Vez y no.-gime. -Quiero que sea -gime. -A medias-gime.

Esta mujer si sabe como volverme completamente demente, aumento la velocidad y mientras ella vuelve a gemir fuertemente y volverse a venir termino viniendome dentro de ella.

-Yo también te amo.-susurro en su oído callendo a su lado abrazándola.
No sé cómo esas palabras salieron de mi boca pero es lo que siento. Miro su rostro algo serio.  ¿Se arrepentirá?

-Cris... Necesito una ducha.

-Vamos juntos.-hago el intento de levantarme pero no me lo permite.

-Necesito ir sola porfavor.-yo asiento mientras ella se levanta y entra en el baño.

Me levanto y cambio las sábanas manchadas de sangre, voy hacía la puerta del baño y oigo el agua correr, agarró el pomo de la puerta y me dispongo a abrir, pero, echo el seguro... Algo que me parece completamente extraño, quizás se arrepienta...

Diez minutos después sale con una toalla rodeando su escultural cuerpo, no sé cómo descifrar su mirada, nose si está triste o féliz. Va hacia mi clóset, saca una camisa de deporte y deja caer la toalla. Dios, menuda mujer no puedo dejar de mirarla. Se pone la camiseta y se acuesta a mi lado.

-¿Qué paso muñeca? ¿Te encuentras bien?.-digo intentando ver su cara.

Ella gira para verme y susurra. -No te preocupes.

-Ei, Dul, ¿cómo no me voy a preocupar si te veo así después de que me hayas echo el hombre más feliz del mundo?-ella baja la mirada pero yo agarró su mentón para que me vea.

-No es nada Cris, solo que mis papás son muy creyentes y siempre me dijeron que hasta que no me casara  no podía tener relaciones sexuales pero les fallé. Aparte de que sentí vergüenza una vez acabemos y me vi manchada de sangre.

-No pasa nada, mi amor, por mí, mañana mismo nos casamos y esto tómatelo como tú despedida de soltera.-la abrazo y ella rie diciendo "y mi papá te mata" . -Ah y de lo otro no te preocupes, es normal, unas mujeres sangran y otras no, a unas les duele y a otras no. Mi pregunta es ¿Te gustó?

-Sí mi rey, me encantó.-dice sonriendo mordiendo su labio.

-No hagas eso Dulce María que me vuelves loco.- digo buscando tocar su trasero. -Me tocará volver a hacerte el amor.-digo sonriendo picaron y apretándola hacia a mí.

-No Cristopher hasta que no nos casamos nada más.-dice burlona.

-Sí, claro mi amor, casemonos mañana, lo digo enserio.-ella ríe a carcajadas.

-Eso es una locura Cristopher Uckerman.-dice riendo más aún.

-Creo que no he estado más cuerdo en mi vida.-le doy un suave pico y ella deja de reír.

-No lo dirás enserio ¿No?

-Ya te dije que sí, mi amor, mañana mismo si quieres.

-Pero Cristopher yo estoy estudiando y no me puedo ir de la casa de mis papás, además, mi papá nos mataría a los dos-dice de carrerilla. -tampoco puedo dejar el trabajo y desde aquí está muy lejos.-y después de decir esto le cambia la cara.

-¿Trabajas?-pregunto extrañado.
Su reacción me sorprende, vuelve a girar su cuerpo y mirar al techo.-¿Muñeca? ¿Qué pasa ahora?-hago que me mire volviendo a ponerse boca a bajo.

-Sí, solo es en un bar poniendo copas, por eso llegue hoy más tarde a la carrera.

No se porque tengo la sensación de que me miente.-Y porque nunca me lo dijiste, no es nada malo, yo podría ir a verte de vez en cuando, ¿Como se llama el sitio?.-ella sería me mira.

-Ya no hablemos de eso, mejor dime, ¿Porque quieres casarte
conmigo? -susurra cambiando de tema.

-Mmm... porque así tus papás no pueden reclamarte que estés casada para que puedas estar conmigo, porque quiero que seas mi mujer y yo ser tu hombre y porque me he dado cuenta de que te amo y no te preocupes que no te he pedido que vivas conmigo, aunque sabes que me encantaría, podemos estar casados en secreto.-sin dejarme terminar mis alegatos besa mis labios con pasión agarrando mi cara.

-Está bien casemonos.-susurra sobre mis labios.

Se Queda Conmigo (Vondy) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora