CAPÍTULO.41

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Me encuentro buscando algo para comer en mi refrigerador, después de darnos una ducha se fue a su casa, yo me dormí un rato y me desperté con un hambre voraz me preparo un sándwich y me siento a tomármelo en la cocina.
Miro el reloj y veo que es demasiado tarde pero tengo unas ganas inmensas de verla, termino de comer y agarró las llaves de mi auto, iré a buscarla.

Llego a su casa, dejo mi auto unos metros a tras para que nadie lo vea ni hiciera ruido y me acerco caminando. La luz de su habitación está prendida, ¿y si hago una locura?
Lo más sigiloso posible trepó hasta su ventana, al tener balcón no es tan difícil y no es algo que hiciera por primera vez, cuando Padre nos manda a conseguir algo, hacemos lo mismo.
Llego hasta su ventana y a través de la cortina veo su reflejo, está sentada sobre su cama, con las piernas cruzadas dandome la espalda y peinando su cabello. Tocó suavemente la ventana,pero no me oye, no puedo llamar más fuerte porque sino será su papá quién me escuche. Veo que puedo abrirla desde fuera y sonrió, abro lentamente la puerta y sin hacer ruido me situó detrás de ella.

-¿En que piensas?-susurro muy cerca de su oído. Ella pega un salto y yo río.

-Cris, ¿que haces aquí?-dice susurrando asustada, abriendo los ojos como platos.

-No aguantaba las ganas de besarte, ven aquí.-digo sonriendo acercandome más a ella. Me da un pequeño beso y suspira.

-Cris, mi papá o mi mamá pueden subir en cualquier momento.

-No me digas que eres una de esas niñas de las que sus papás se despiden dándole un beso de buenas noches.-rio burlándome, creyendo que no es así.

-Pues aunque no lo creas si...-baja la mirada.

-Oye ¿te regañaron demasiado?-digo cambiando de tema, dándome cuenta de que la regué y poniendo mi mano en su mentón levantó su cabeza.

-No, les dije que estuve trabajando, que dormí allí y después seguí trabajando, por eso solo me dijeron que otro día salga más temprano y vuelva a dormir a casa, que en ese trabajo ya se están pasando.-dice sonriendo recordando en que uso su tiempo.

-Dul, ¿donde trabajas?

-Ya te dije, estoy de camarera.-dice algo nerviosa.

-Sí, ya sé, pero... ¿Como se llama el, bar en el que sirves copas?-pregunto interesado.

-Ay no sé Cristopher tiene un nombre muy raro creo que es chino.-dice tratando de quitarle importancia.

Extrañado, frunzo el ceño, no sé porque siempre quiere evitar este tema.- ¿En el weisihi he youxi o en el chuamtomg jiuba?, son los dos bares con nombre chino más conocidos.- ella suspira.

-Sí en el primero que dijiste, pero supongo que no viniste hasta acá para hablar de eso.-se pone en pie y me llama con su dedo índice. Me hacerco a ella cuando de repente, llaman a la puerta.

-Dul... Cariño...-la voz de una mujer se escucha a el otro lado de la puerta.

-Metete debajo de la cama-susurra. -Voy mamá-dice en alto.

Cómo puedo, me meto debajo de su cama. Su mamá entra y sentandola frente a el tocador comienza a peinarla.

-Mamá, ya no soy una niña, se peinarme yo sola, de echo, ya lo había echo.-oigo como suspira.

-Calla niña, para mí siempre lo serás, tu papá está muy enojado, dice que ya no pasas tiempo con él como antes... Me gustaría que lo complacieras Dulce María ya sabes que está mayor y te extraña mucho.-noto el chantaje que le está haciendo y enojado, muerdo mi labio.

-Sí, mamá tienes razón, dile que mañana, después de clase quiero que me lleve a tomar un helado, como antes.-noto que Dul se levanta y la conduce hasta la puerta. -Ahora quiero descansar, buenas noches.- sacó un poco la cabeza y veo como es cierto que se despiden con un beso.

-Ahora vendrá tu papá a darte un beso de buenas noches y así se lo dices tú.

-No mamá, estoy muy cansada, ya sabes que llevo días sin parar de trabajar...

-Lose mi niña, tu esfuerzo merecerá la pena, tu papá está muy agradecido con que ayudes a la familia...

-Sí, mamá tranquila voy a descansar ya, buenas noches.-le corta rápidamente cerrando la puerta.

Termino de salir de debajo de la cama y ella sonríe.

-Estas loco...-dice acercandose.

-Yo no fui quién le cerro la puerta a su mamá en las narices.-suelta una carcajada, que me hace reír.

-Casi te ve, nenso.- rodea mi cuello con sus brazos y me besa.

-Te extrañe tanto...-susurro en sus labios.

-Y yo mi amor.-suspiro, ya era hora de que me dijera así.

-Hasta que por fin lo dices.-la beso rodeando su cintura con un brazo y sujetando su nuca con el otro.

-Que dije pues...-dice separándose un poco.

-Me dijiste "mi amor"

-Aah sí, esque eres mi amor...

La agarró y la tumbo sobre la cama besándola sin parar.

-Te amo Dulce María.

-Y yo a ti.

Le quitó el pijama y comienzo a tocarle sin dejar de besarla, ella movida por la excitación me quita la camisa y araña mi espalda.
Beso su cuello, me encanta su aroma.
Me quito el pantalón y me coloco entre sus piernas, aún los dos con ropa interior, rozo mi pene contra su vagina. Dulces gemidos salen de su boca, la necesito.
Bajo un poco mi calzón y me dispongo a quitarle el sullo.

-Cris... Aquí no, estamos en casa de mis papás.-me frena volviendo a subir su ropa íntima y colocando la mía en su sitio. -Debo de respetar a mis papás.

Entiendo su situación, beso su frente y me tumbo junto a ella.

-¿Tengo que irme entonces?-digo levantándome sin gañas.

-Noo duerme conmigo ¿si? Mañana a las siete te vas y listo, pero quédate conmigo esta noche plisss.-dice suplicando como niña pequeña haciéndome reír.

-Está bien mi amor, pero eso sí, no andes provocando porque no respondo de mí okey?

-Sii, está bien-rie. -Ahora ve y pon el pestillo a la puerta, después ven y me abrazas- dice sonriendo señalando la puerta.

-Oyeme, recién nos casamos y ya andas mandándome-digo bromeando mientras ella rie. Me paro y voy a poner el cerrojo para después acostarme junto a ella y abrazarla. -Duermete muñeca.-beso su pelo aspirando su dulce aroma frutal. Ella sonríe besa mi mano situada en su hombro y voltea para dormir.

Se Queda Conmigo (Vondy) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora