CAPITULO.13.

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-Ahora mismo me  estás lastimando, Cristopher-susurra.

Que diga mi nombre de ese modo me conmuebe bastante, nose porque siento lastima por ella.

-No de ese modo, jamás te pondria la mano encima, Dulce, esto es trabajo y un dinero que ganare a costa tulla, ahora come, enseguida vuelvo. -salgo por la puerta.

Ya a pasado bastante rato y nosé nada de el Romano, Rafael no ha llamado y eso me desespera.
Decido marcarle yo.

-¿Sabes algo de el Romano?

-Si, Ucker ahora mismo te pensaba marcar, el Romano se encuentra en Cancun y tardata como un mes en regresar, dijo que debes ir tu a Cancun a llevarsela. -suspiro.

-Supongo que ya te aclaraste tu con él, ya sabes a lo que me refiero.

-Sí. -rie. -Tranquilo que el precio subió. 

-¿Y cuando tendriamos que irnos?

-Cuando este listo te confirmo, tendré a Thailor organizandolo todo, pero mas o menos unos dos, tres dias, como mucho, tenemos que preparar la salida del helipuerto.

-Okey, Padre. -fin de la llamada.

Suspiro y paso mi mano por mi pelo, ahora a Cancun, tomo asiento sobre la silla de ese despacho. Respiro ondo, estamos los dos solos bajo el techo de esta casa, Thailor y Eric acudieron con Rafael. Nosé que será de ella, nosé como la tratara ese viejo o si simplemente ella no querrá comer, eso me recuerda que le lleve su comida. Voy a ver si ya comió. Llamo ligeramente a la puerta, no se oye nada,  solo escucho el latir de mi corazón, abro la puerta.
¿Donde esta Dulce?

-Dulce. -grito. Tiro la mesa al suelo, ¡Demonios, donde se metio! Hago lo mismo con un pequeño taburete y este se rompe,  golpeo mi cabeza con mis dos manos.
Alguien aparece tras de mi.

-Solo fui a el baño. -un pequeño susurro sale de su garganta, giro lentamente sonbre mis pies y un inpulso me hace abrazarla, la pego a mi y beso su cabello.
Ella tiembla en mis brazos.

-No vuelvas a ir sin avisarme
¿okey?. -grito.

-Estube golpeando la puerta y gritando que necesitaba ir a el baño y nada que me hacias caso, me di cuenta de que la puerta estaba abierta y nada más fui y ya. -grita también.

Es probable que eso alla ocurrido mientras atendia mi llamada telefonica y por eso no me percaté. Suspiro resignado.

-Esta bien Dulce Maria. -la señalo con mi dedo indice. -Que esto no vuelva a ocurrir.

-Oye, ¿Puedo darme una ducha?. -ignora mis palabras, pero su pregunta me hace notar que sigue con el mismo atuendo que el dia interior y que hace bastante frio.

-Le marcaré a Eric para que te traigan algo de ropa, entonces te podras dar una ducha, por cierto que talla de blasier tienes. -sonrrio y paso la lengua por mi labio infieror para después morderlo. -Ya sabes para que no te este ni mas grandote ni tampoco pequeño. -sigo sonrriendo, sintiendo sus nervios.

Me acerco y noto su ligero temblido.
Paso mi mano por su muslo interno y puedo notar que enpieza a humedecerse, muerde su labio inferior y no me resisto, la beso con pasión, con posesividad mientras introduzco mi mano por su tanga y toco su clitoris, ella jadea.

-Para Ucker, por favor. -gime. -Me vas a lastimar.

Eso me hace pensar, nunca quiere tener relaciones, y yo se que la excito y mucho. Me detengo.

-Que te ocurre Muñeca, yo se que lo deseas tanto como yo. -baja la mirada.

Un fuerte ruido me alerta.

-Ucker, la policia, tenemos que irnos. -la agitada voz de Thailor me actiba de inmediato. Agarro la mano de Dulce y la llevo por la puerta trasera hacia mi auto, un golpe se oye tras nosotros, la policia tiro la puerta abajo, no contaban con que habian dos puertas, sonrrio cuando salimos a todo dar de ese lugar.

Ya en el centro de la ciudad y con el anbiente mas calmado, miro a Thailor a mi lado y después a Dulce que no deja de llorar.

-¿Por qué fue?.

-No, jefe, no fue por ella, fue por lo de Brasil, de allá pegaron el chibatazo.
No respondo , el llanto de Dulce no cesa y estoy enpezando a ponerme nervioso.

Llegamos a un gran edificio, propiedad de Rafael, mis compañeros se encuentran espectantes, abren las puertas para que pueda pasar a el enorme garaje de veiculos de lujo, estaciono mi auto y bajo de este para después abrir la puerta de Dulce y agarrarla por las muñecas.

-Basta de llorar. -ordeno, ella me mira y ve mi cara de enojo asi que cede, asiente levemente y después baja su mirada.

-Rafael te espera, Ucker. -Daniel el rubio me guia, yo asiento y le sigo llevando a Dulce de mi mano.

Entramos a el despacho y Rafael se encuentra de espaldas, al notar nuestra llegada, voltea.

-Daniel, Thailor, llevaos a la muchacha, necesito hablar con Ucker. -estos ovedecen sin responder, cada uno agarra un brazo de Dulce y salen con ella. -Cambio de planes, os quedareis tu y la escuincla aquí hasta que tengas el viaje preparado.

-¿Qué? No, esto no puede ser, sabes que nunca me gustó vivir aquí, me gusta mi privacidad,  Padre. -me altero y Rafael  suspira.

-Ucker no me discutas, tiene que estar aquí y no se habla mas, sabes que algun día esto sera tuyo.

-Okey, si es lo que quieres, esta bien, pero en un máximo de dos dias debe estar listo ese viaje. -Rafael sonrrie y saca dos copas.

-Así me gusta, que seas como te e enseñado. -nos sirve champan y me tiende una de las copas. Brindamos.

-Por la lana que Dulce nos va a hacer ganar. -sonrreimos y golpeamos suavemente nuestras copas.
De repente se oyen unos gritos. ¡Demonios, es Dulce!  Salgo rápidamente, esta con Cristian y con Teo.

-¿Que pasó, porque chillas de esa manera, mujer? . -le grito enfrentandola.

-Fue el idiota de tu amigo, imbécil. -response gritando furiosa.

-Aquí el idiota de Teo se la queria llevar a su recamara y la pobre se
asusto. -Cristian responde a mis preguntas algo que me hirvió la sangre, Teo nunca me cayó bien, giro sobre mis pies y lo agarro por el cuello de la camisa.

-Ni se te ocurra volver a acercarte a ella ¿me oiste?. -Teo asiente y le suelto de golpe.  -Cristian, dile a Rafael que Dulce y yo estaremos en mi departamento,  y en un máximo de dos dias quiero listo el viaje. - mi orden sorprende a todos y yo soy el mas sorprendido.
¡Que dije! ¿Yo y Dulce solos en mi departamento?

Se Queda Conmigo (Vondy) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora