Se Queda Conmigo (Vondy)

CAPÍTULO.34.

Después de la tremenda noticia, decidimos terminar de pasar el día con ellos.

-Ya es bastante tarde, se nos pasó la hora.Cris deberias llevarme a casa.-dice Dul al terminar la pelicula de terror que acavamos de ver.

-Dul, deberiais pasar la noche aquí, ya es muy tarde y si llegas a esta hora tu papá te echara una buena.-aconseja Any.

-No Any, si llego ahorita no se darán cuenta, pero si no llego a dormir si que mañana no podre salir de casa, ya sabes como es, le dire lo de tu embarazo y enseguida se le olvidará lo demás.

-Sí mi amor, Dulce tiene razón.-dice Poncho parandose del sofa para abrazar a Dul que ya estava en pie.

-Oye muñeca, ¿y si vienes a vivir conmigo?-digo casi sin pensar y mis amigos rien. -Digo así ya no tendrás que andar dando explicaciones a tus papás.-Dul voltea y rodea mi cuello con sus brazos.

-Le digo eso a mi papá y termina por morirse.-susurra en mi oido para después depositar un beso en mi mejilla y girar rapidamente. -Cuidense amiga ahora debes cuidarte el doble para proteger a mi sobrinito hermoso.‐tocandole la pancita.

Terminamos de despedirnos de Poncho y Any para después dirigirnos hacia mi auto. El viaje es silencioso, ya que, mi muñeca se quedo profundamente dormida. Llegamos a su casa, paro el auto frente a esta y paso mi mano por su rostro.

-Dul...-muevo su hombro
suavemente. -Muñeca ya lleguemos...

Abre los ojos poco a poco y estira sus brazos. -Upss, me dormí-dice mientras regoje su cabello.- ¿Nos vemos mañana?.-pregunta dudosa.

-Claro que si mi amor, mañana paso por tí.-rozo su nariz con mi dedo indice.

-No, mejor voy yo a tu depa ¿okey?-sonrie. -Mañana te llamo y concretamos hora.-besa mis labios y baja rapidamente del auto.

Me quedo unos minutos observando como entra en el interior de la casa, minutos después una luz se enciende en la segunda planta, se habre la ventana de dicha habitación y veo a mi querida Dulce sonrriendo y lanzando besos al aire. Sonrio como un idiota ¿que me está pasando con esta mujer? Imito un corazón con mis manos y lanzo un beso, giño un ojo y me despido con la mano para después arrancar mi auto y poner rumbo a mi depa.

Suena el timbre de mi casa, abro los ojos y pego un salto de la cama ¡No puede ser ella! Abro la puerta y veo a Anna, golpeo mi frente y sonrio.

-Creo que esperabas a otra persona.-dice Anna sonrriendo conociendo mi historial de mujeriego.

-Pues aunque no lo creas he cambiado Anna, estoy conociendo a una muchacha que en verdad me gusta...

-¡Como me alegra oir eso niño!-dice abrazandome toda exajerada. Anna es una señora de cuarenta y ocho años que se niega a dejar de venir a limpiar mi depa, viene una vez por semana y aunque dispone de llave siempre llama antes, ya que me ha pillado varias veces en situaciones bastante incomodas.

-Pues ya que estas aquí voy a darme un baño y desayunamos juntos.-le propongo.

-No niño, yo ya desayuné, pero en lo que tu te bañas yo te preparo algo ok?

Acepto la propuesta de Anna y voy a bañarme. Estoy terminando de aclarar mi cuerpo cuando escucho mi celular, sin dudarlo salgo de la ducha rapidamente para agarrarlo.

-¿Como amaneció la muñeca más bella de toda la jugeteria?-digo al descolgar y escucho una carcajada al otro lado de la linea.

-Muy bien mi rey hermoso, ¿y tu como amaneciste?

-Deseando besar esa boquita que me trae loco-digo sonriendo. -Oye yo te esperaba ya por aquí...

-Andale que ansioso me salió.-dice riendo.-Tengo clases, iré después y te tengo que dejar que ahí viene el maestro, chao chao.- Y sin darme tiempo a despedirme corta la llamada.

Sonrio como un bobo mientras seco mi cuerpo y termino por vestirme y salir a desayunar.

El dia con Anna pasa mas rápido. Comimos juntos y después vimos una película, miro mi relog y son las seis y veinte, me incorporo y comienza a sonar mi celular, es Poncho.

-Que paso wey, te llamo porque te conozco y se que se te olvidó que tienes que ir a correr por mí.-en ese momento golpeo mi cabeza, es verdad se me olvidó.

-No gracioso, no se me olvidó ya me estava alistando para salir.-disimulo.

-Asii me gusta amigo, que seas aplicado. Oye gana esa carrera y no me dejes mal.-dice riendo.

-Pues claro que voy a ganar o a caso no sabes quien soy.-reimos juntos.

-Bueno termina o no llegarás que ya te conozco que te cres príncipe o que se yo.-se burla mi amigo.

-Si ya sabes que me tengo que ver perfecto.-rio.-Suerte en la cena.-nos despedimos y corto la llamada.

No recordava la maldita carrera y ahora tengo que ir apurado.
Termino de alistarme y manejo mi auto hasta el lugar donde se celebrará la carrera.
Faltan quince minutos para que enpiece pero ya estamos todos preparados.

Una joven morena esta situada en medio de la carretera con los brazos en forma de cruz, espererando para que esto comience y Carlos ya agarro su megáfono para darnos paso.

-Preparados... Listos... ¡Ya!-grita Carlos a la vez que la morena sube sus brazos para dejarnos paso.

Aprieto el acelerador y salgo como un rayo. Adelantando a todo el que se me pone por delante y llego a la meta siendo el primero.
Bajo del auto sonriendo con mis brazos en alto, cuando a lo lejos veo a mi pelirroja de espaldas hablando con dos imbéciles, rápidamente me hacerlo y escucho.

-Pero que preciosidad tenemos aquí.-dice uno de los imbéciles agarrándole el brazo.

-¡Sueltame!-dice Dulce moviendo el brazo con fuerza.

-Y... ¿Si no, que?-contesta el segundo imbécil riendo.

-Sino te las verás conmigo.-digo haciéndome notar y inmediatamente la suelta. Dulce gira y viene hacía mí. -¿Estas bien?.-pregunto y ella asiente levemente.

-Dejala, la muy puta se va con el que ganó la lana.-la irá se apodera de mí solo de oírlo, me abalanzó sobre él y comienzo a golpear su cara sin dudarlo,los brazos de Dulce tiran de mí, pero yo no puedo parar hasta dejarlo inconciente.