Se Queda Conmigo (Vondy)

CAPITULO.46.

Su risa, sus gestos, su forma de ser...como me recuerda a Any. Aunque nadie lo crea Daniela es como una hermana pequeña, alguien débil a quien dan ganas de proteger. Así empezó con Dul... uf, otra vez pensando en ella, no consigo sacarla de mi cabeza.

-Eeh, Ucker.-escucho a Daniela que me hace salir de mi trance. -¿No escuchaste? El colombiano te espera en su despacho.

-¿Que? Ah sí voy. Lo dejamos para más tarde pequeña-digo dejándola atras caminando hasta la casa. -Berta,me traes un vasito de agua a el despacho.-digo a la empleada.

-Joven, él Señor le espera en el comedor, se lo llevó allí, si gusta.

-Ok.-voy hasta el comedor y lo veo sentado con su abogado, su hijo y Thailor.

-Ucker, ya estás aquí. Siéntate.

-¿Que paso?-digo extrañado mientras tomo asiento.

-Tenemos que hablar varias cosas. Primero que nada deciros a los dos, especialmente a ti Ucker, que os e cojido cariño y ya sois como unos hijos para mí. Ha llegado el momento de hacer el primer viaje, llevaremos una tonelada en un submarino, allí lo recogeran los hombres de Rafael. Nosotros nos lavamos las manos he iremos en mi avión.

-Pero... Mi promesa con Rafael fue que yo me encargaría de todo.-le corto.

-Ya he hablado con Rafael, le dije que si no, no hay trato, claramente acepto. Ahora lo siguiente que debo decirles es que me encantaría que vuelvan a Colombia conmigo, no les voy a obligar y el trato quedará como acordemos. Pero me encantaría que siguieran aprendiendo con nosotros por lo menos hasta que términos de enviar la coca a México.

-¿Eso también lo hablo con Rafael?, Si es así por mí está bien, yo vuelvo sin problema-pregunta Thailor.

-Claro.-contesta Enmanuel. -Para mi también se han convertido en hermanos y estaría bueno que sigan con nosotros un tiempo compas.- dice mientras sonríe.-Tenemos todo listo para salir ya a México.

-Yo no le puedo prometer que volveré.-respondo con rapidez.

-Lose Cristopher, antes de regresar te volveré a hacer la misma pregunta. Piensa en Daniela, apenas es una niña pero sean cojido mucho cariño mutuamente, sería una pena que perdierais el contacto tan rápido, además prometiste enseñarla a montar.-sonrio recordando a Daniela. La verdad me daría mucha pena con ella irme ahora y no volver a verla jamás.

-Esta bien, lo pensaré.

-Okey, pues... vámonos-dice el colombiano levantándose de la mesa.

-Espera, debo despedirme de alguien antes.-voy hacia la salida, abro la puerta y la encuentro al otro lado de esta.

-Ya me cansé de esperarte pibe.-dice riendo mientras yo la miro serio. -¿Que paso eh, que andas tan serio? ¿Que te dijo el colombiano?-pregunta.

-Daniela, vuelvo a México.-agarro su mano.-Ven vamos.-digo con su mano aún agarrada comenzando a pasear.-Como ya te dije mi tierra es México, vine por un tiempo, pero ya debo ir de regreso.-hago una pausa. -Reconozco que nose si volveré con ellos de este viaje, pero si no lo hago de todos modos vendré para cumplir mi promesa de enseñarte a montar ¿Ok?-su mirada está fija en el suelo, no voltea a mirarme por lo que me detengo y agarró su mentón mientras de mi mente, Dulce, no quiere salir. -Eh mírame chiquita, nos vamos a eschar de menos los dos, no creas que solo tú. Llevamos un mes juntos sin despegarnos el uno del otro, te convertiste en mi sombra.- digo riendo haciéndola reír. -Así te ves más bonita, que nadie robe tu hermosa sonrisa, sino se las verán conmigo.-rie se nuevo.

-Ucker... Prométeme que volverás.-me agarra por los codos y yo a ella.

-No puedo, tengo que hablar con alguien para decidir eso Dani...

-¿Con Dulce no?-pregunta sabiendo cual es la respuesta, ya que le conté toda nuestra historia.

-Sí, ya sabes...-bajo la mirada. -Me pidió tiempo, pero no sé nada de ella, mínimo quiero saber si está bien y si le va bien sin mí.

-Entiendo. Pero almenos dime qué pensaras en mí.- me suelta y pone sus manos detrás de su cuello desabrochando un colgante que lleva puesto. -Mira, esto es muy especial para mí, me lo regaló mi abuela justo antes de morir y quiero que lo tengas tú. Eres especial Ucker...

-No puedo aceptarlo Daniela.-me niego.

-Sí no lo aceptas entenderé que no e significado nada para tí.- mis ojos se abren como platos, niego con la cabeza y lo tomo entre mis manos. -Quiero que cada vez que lo veas te acuerdes de mí.-dice poniéndolo entre mis manos mientras yo asiento con la cabeza.

-Esta bien pero...-cojo mi cartera de mi bolsillo y saco una chapita con mi nombre que guarde de cuando entre en la banda. -Toma, esto es tuyo.-digo entregándosela. -No es tan importante como lo tuyo, pero para mí indica quién soy.-nos fundimos en un abrazo y me marcho.