Se Queda Conmigo (Vondy)

CAPITULO. 05.

Me dirijo en busca de Irina. La veo salir tras una puerta y cerrarla apresuradamente.

-Hola guapo, cuanto tiempo sin verte-me saluda con un beso en la mejilla.

-Hola Irina, me gustaria saber mas de la chica que acaba de salir al escenario-veo cambiar su cara.

-Lo siento Ucker, ni trabaja sexualmente, ni esta en venta, pero tengo otras muchas, tu ya sabes, Sandra, Manuela, Lola... Las conoces a todas por eso no te digo sus nombres artisticos, ya sabes como trabajan y pueden complacerte de la misma forma.

-No Irina, yo necesito ver a esa mujer, se asusto cuando le di un fajo enorme de billetes, salió corriendo queria pedirle una disculpa.

-Te dije que no Cristopher, no me hagas enojar, ya hablare yo con la muchacha y le dire que viniste a hablar conmigo, no te preocupes.

¿De que me vale insistir? Irina tiene claro que no quiere que esté con esa mujer, porque... ¿quién se traga eso de que no trabaja sexualmente?

-Okey, okey, ya me voy Irina,
gracias. -Me voy a casa, ya escuché bastante.

Llegó el Viernes y con él mis ganas de fiesta.
Estoy en la cafeteria de Teresa esperando a que suene la campana para ir a la casa de Dulce.

-Hola guapa, lo mismo de siempre.-Tomo asiento.
Un olor agradable a café inunda mis fosas nasales indicando que Teresa esta en camino.
Giño un ojo y ella se sienta enfrente mio.

-Oye Cris

-Cristopher, porfabor. -la interrumpo.

-Okey. Cristopher, ¿te apetece si esta noche paso por tu casa, vemos unas pelis y lo que surja?-cojo el periodico.

-Nose Teresa, quizás tenga planes, esta tarde te llamo y te confirmo, pero mejor follamos en tu casa. -no levanto la vista del periodico mientras digo esto, por lo tanto ella se va.

Tomo mi cafe y salgo cuanto antes de alli, dejando suficiente dinero en la mesa.
Dulce Maria llega a su casa y a los pocos segundos llego yo. Escucho un sonido probeniente de mi celudar, llamada entrante de Any.

-¿SI?-contesto la llamada.

-Hola Cris, tengo un plan y no puedes rechazarme. -es a la unica que permito que me diga asi.

-Hay Any, y que plan tramas ahora-digo con voz de cansado, conozco a mi amiga y cada viernes se le ocurre alguna locura nueva.

-No es nada raro, simplemente una pequeña fiestecita en casa. -su voz suena divertida, no puedo decirle que no.

-Y que celebramos, o que.

-No hace falta ninguna escusa para celebrar una fiesta entre amigos Ucker. -comienza a taladrarme con la voz de pito que tiene cuando alza el tono, y yo no hago mas que reir.

-Okey, okey Any, tranquila. Y ¿Donde sera?

-Obio en la casa de mi Ponchito, a las, ocho, no me falles Cris, ponte muy guapo, te quiero. -cuelga sin dejarme responder, esta chava esta loca, algo trama.

Veo a Dulce salir, tiene un baquero ajustado que acentua sus caderas, un top blanco que cae bajo sus pechos dejando ver su ombligo y para completar el luck un bolsito de mano blanco con algunas perlas.

Se dirige a el centro comercial, no queda muy lejos así que va caminando, la sigo y veo que entra en una tienda de lenceria, muerdo mi labio inferior imaginando a Dulce probandose la ropa que se muestra en el escaparate.
La veo salir com una bolsa en la mano, para despues entrar en otra de las tiendas del centro comercial, y después en otra y en otra hasta que decido marcharme, son las 6 y debo prepararte para esta noche.

Me dirijo hacia la casa de Alfonso vestido con un baquero negro, una camiseta de tirantes, blanca y como no, mi chupa de cuero.
Al llegar allí lo noto todo muy silencioso, algo que me sorprende, esos dos eran de todo menos silenciosos cuando se trataba de montar fiestas. Entro por la puerta trasera, y me dirijo al comedor. Veo a Poncho poniendo la mesa para cuatro personas, este se gira, mira su relog y se dispone ha hablar.

-Tan puntual como siempre mi querido amigo. - sonrrie mientras se acerca ami para después darme un abrazao.

-Ya lo sabes Poncho, la puntualidad es el respeto hacia el tiempo de los demás. ¿Pero como era eso de una fiesta, o yo que que se, y no hay nadie y estan poniendo mesa para cuatro? -lo miro con intriga.

-Cosas de Any, quiere que cenemos juntos los cuatro, y después ya... habrá fiesta, si es lo que te preocupa.

-¿Quien son esos cuatro? -Alfonso intenta evadir mi mirada pero finalmente responde la pregunta.

-Pues Dulce, Any, tu, y yo. Por cierto ¿mañana contra Hugo correras en auto o moto?- un momento, ¿me han montado una encerrona? Poncho sabe en que aprieto me veo y aun así sigue haciendo que coincidamos.

-Oyeme Poncho, ¿qué dijiste?, ¿Dulce Maria también vendrá? -Poncho se queda mirando a mi espalda cuando escucho su voz.

-¿Qué pasa conmigo?, ¿Tienes algun problema con que venga yo también a cenar, o que? - su voz suena a reproche, pero con ese punto de picardia que le caracteriza, giro sobre mis pies y la veo impresionante, como nunca, lleva un vestido blanco muy corto y unos tacones del mismo color, va maquillada y su pelo rojo ondulado, yo nose que decir, que verguenza, pero Cristopher Uckerman nunca queda callado ante ninguna mujer.

-Pues fijate que sí, no te trago escuincla, pero ni modo, mientras estemos con Any finjiremos llevarnos bien. - la cara de Dulce es un poema, me mira sonrrojada por el enojo, pero no dice nada, eso hace que sienta una punzada de arrepentimiento, pero no puedo llevarme bien con ella, no puedo, tiene que salirme todo perfecto.
La voz de Anahí llamando a Alfonso desde la cocina nos desvió del tema, Poncho fue a ayudarla y nos quedamos solos sentados en el comodo sofá de mi amigo.

-Perdona si me pasé... -¿Yo pidiendo diaculpas?  Que hice.

-Okey. -ni me mira a la cara  y eso hace que me sienta peor. Agarro su cara y la obligo a mirarme, me hacerco a ella y le susurro al oido -Te ves mas bella cuando sonrries. -Ella me mira y sonrrie, para después darme un tierno beso en la mejilla. No dejo de mirar sus labios, me esta probocando, agarra con sus dientes su labio inferior y enpiezo a notar que la sangre de todo mi cuerpo se concentra en un solo sitio, estamos a escasos centimetros, ella desciende su mirada y la fija en mi ereccion y no aguanto mas, agarro su nuca y comienzo a besarla, Dios, como besa la condenada, unos segundos despues escuchamos la puerta de la cocina abrirse y rapidamente nos separamos, demonios que acavo de hacer, he besado a mi reen.