CAPÍTULO.29.

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Llego a mi departamento y lo primero que hago es cerrar la puerta con un golpe.
No sé porque me siento así, tampoco se exactamente que es lo que siento.
¿Que es lo que me duele?
¿Aver visto a ese hombre llevarsela así o que ella me dijera que quiere que esto termine?
¿Pero que es eso que llamo "esto"? Si solo es una mentira, una mentira que como ella dice se paso de lanza.
Paso mis manos por mi cabello y gruño frustrado.
Saco una botella de whisky y tomo unos tragos.
Necesito irme de aquí, los recuerdos de la noche anterior me invaden.

Nose si es mi instinto o mis ganas de coger, pero voy directo hasta 'La Escondida'

El Gigante me mira a lo lejos y sonríe.

-Bienbenido carnal.-abre la puerta para que pase y yo le sonrío.

Echaba de menos esto, asientos rojos de piel, una estantería de cristal infinita, llena de diferentes licores, mujeres que vienen y van de un lado a otro, el olor a pasión que desprende el lugar, y hombres tirando billetes a la mujer que baila en la barra.

A lo lejos veo a Irina, me acerco para saludarla, ella gira sobre sus pies y me mira fijamente.

-Ucker, ¿vienes borracho?.-pregunta aun sabiendo cual es la respuesta.

-Sí, pero tranquila que aquí seguiré tomando.-sonrrio

-Rafael esta aquí, no te conviene que te vea así.-me aconseja Irina

-No pasará nada, mi bella Irina bonita, si me lo cruzo ya me las apañare yo solito, por cierto podrías decirle a Thisa que me sirva un buen whisky en las rocas.

-Sí guapo, ¿necesitas algo más? compañia, una habitación...

-De momento no, primero quiero ver el espectáculo.-digo mirando a la stiper que cada vez tiene menos ropa.

Tomo asiento frente a ella y espero a que venga Irina con mi whisky minutos después, una hermosa morena se acerca a mi con un vaso en la mano.

-Guapo, esto es para tí, te lo manda Irina.-giña su ojo y gira para irse.

Inmediatamente después escucho la voz de Irina, alzo la mirada y la veo en la tarima con un microfono en su mano.

-Señoras y Señores, más señores que señoras.-rie. -Hago esta pequeña pausa porque queria comunicarles que apartir de mañana nuestra única e inigualabre Fuego Ardiente estará con nosotros de nuevo.-todos aplauden, silvan y vocean. -Y me gustaria que todos los que hoy estáis aquí,estuvierais mañana presentes para su bienbenida, gracias a todos.- la gente aplaude y ella baja del escenario.

¿Donde había oido yo ese nombre antes?
Decido no darle mucha inportancia y continuo con la fiesta.
Decido estar con una mujer, así que, voy junto a Irina.

-Quiero a la mejor en mi habitación de siempre.-ordeno.

-Lo siento Cristopher, tendrás que esperar, la habitación del fondo esta ocupada, a no ser que quieras otra de las habitaciones...

-No, quiero esa, ofrecele a el que esta en ella otra habitación, pero yo quiero esa.-continuo exijiendo.

Ella no dice nada, gira sobre sus pies y desaparece entre la gente.
Pocos minutos pasan, pero yo ya estoy desesperado, le pregunto a todo el mundo por ella y nadie sabe nada, así que decido ir yo mismo a la habitación a ordenarle a quien este allí que busque otra de las habitaciones.

Abro fuertemente la puerta y allí no hay nadie. ¿Me abra engañado Irina?
Cuando volteo la tengo detrás.

-Poncho me ha llamado, me ha dicho que no deje que hagas nada antes de que venga él, por eso te dije que esperaras.-suspira. -Pero eres un maldito impaciente, así que esperalo aquí.

Sin dejarme contestar se va dejándome con la palabra en la boca.
Entro en habitación y espero a mi amigo sentado en la cama, pequeñas gotas comienzan a  mojar mis mejillas, maldición, ¿porqué estoy llorando?
La maldita borrachera juega malas pasadas. Miro hacia la puerta y ahí esta Poncho mirandome recostado sobre el marco de la puerta.

-¿Necesitas un amigo? -pregunta antes de acercarse y abrazarme.

Yo no digo nada, el llanto se hace más intenso y yo mismo me pregunto que me pasa.
Después de unos minutos de abrazo en silencio, me separo levemente.

-Vamos, Any esta muy preocupada.

Instuitivamente le sigo hasta llegar a su auto, subimos y nos dirigimos a su casa.

Noto un ligero zarandeo, abro los ojos poco a poco y veo a Poncho frente a mi.

-Orale, baja del auto.-ordena

-No me grites, me duele la cabeza...

-Lo hubieras pensado antes de tomar tanto, orale, Any nos está esperando y ya la conoces.

Le termino obedeciendo, entramos en casa y un calor reconfortante me invade, al fondo, en el sofá, una Any seria me ve de ariba a bajo. Mi mirada desciende. Camino hasta donde ella se encuentra y se lanza a mis brazos.

-Wacalaa, apestas a alcohol, andale ves a ducharte y ahorita cuando vuelvas hablamos.

Poncho me ayuda a ducharme porque yo solo no me mantengo en pie, me presta algo de ropa comoda y me lleva a una habitación.

-Any, miralo, no es tiempo para que le regañes, dejemoslo descansar y ya mañana con la cruda le dices lo que quieras.-escucho que Poncho le susurra.

-Si, tienes razón, el pobre estará agotado, ¡¿Hay Anahí porque tienes que ser tan blanda con él!?.-se pregunta ella misma y yo sonrío sin que ellos me vean.

Noto una fuerte luz, aprieto los ojos con fuerza para después abrirlos muy despacio, Any esta abriendo las cortinas y un tremendo sol entra por las ventanas.

-Orale bella durmiente, se acabo el tiempo tu y yo tenemos que hablar.-dice quitándome las mantas de encima.

-Uf, ¿que hora es Any?.-suspiro.-Me duele la cabeza.

-Y que esperabas, después de todo lo que tomaste ayer, te bebiste hasta el agua de los floreros, pues ahora, sufre tus consecuencias. Alistate te espero tomando café en el jardín.-y sin más sale de la habitación.

Termino de alistarme y voy junto con Any.

-Ya, Any, dime que quieres...

-Sientate rey.-ordena

-Esta bien-suspiro y tomo asiento.

-¿Cómo estás Cris?-pregunta y yo no encuentro el sentido.

-¿No vas a regañarme? ¿Qué te ha contado?

-No me ha contado, lo e visto yo con mis propios ojos...

Trago duro por su respuesta, ¿A caso me vio llevarme a Dulce? O ¿Tal vez en la escuela o en el parque?

Se Queda Conmigo (Vondy) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora