CAPÍTULO.53.

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Voy detrás de ella unos pasos más atrás, llegamos al auto, subimos sin decir palabra y manejo hasta la casa de Poncho. No platicamos en todo el camino. Está seria, puedo llegar a entenderla, pero, no puedo remediarlo, me arde, me llena de coraje imaginar a otros hombres viéndola.
Estaciono el auto y paso mis manos por mi cabeza tirando de mi cabello para atrás, respiro profundo y me dispongo a explicarme.

-Dul, siento mucho esto-digo obligándola a mirarme. -Te amo y se que me amas, pero los celos me matan... El tiempo que no estuvimos juntos fue... Realmente extraño, yo estaba bien en mis chambas y platicaba con Thailor o con los colombianos, pero cuando estaba solo, solo pensaba en tí, mil cosas se me pasaron por la cabeza, que tal vez ya me olvidaste, que si tal vez ya andabas con otro... Cuando te vi en la ducha... Solo pude pensar en hacerte mía, en convertirnos en uno solo.-hago una pausa. -Y me di cuenta que no habías estado con nadie, note tu amor Dulce.

-Cristopher, eres muy posesivo, pareces mi papá ¡caray!-dice alzando la voz.-Yo si te extrañe muchísimo, te necesitaba a cada minuto. Any y Poncho me apollaron mucho al igual que Javier y no tienes derecho a hablar mal de él. Es mi amigo Cristopher Uckerman, amigo, o acaso no sabes distinguir.

-Sí, si sé. Pero él ¡No! Dulce María, no viste como te miraba. A ese imbécil le gustas.-digo comenzando a volver a enojarme.

-¿Y si es así, que? A mi me gustas tú y punto, no tienes de que preocuparte.-suelto el aire contenido.

-Dime que me amas.-susurro mirándole a los ojos.

-Te amo idiota, pero ya te dije qu...-corto sus palabras agarrando su cara y besándola con pasión.

-Yo te amo más mi muñequita hermosa.-susurro entre besos haciando que sonría.

-No siempre te saldrás con la tuya, me escuchaste Cristopher.-dice tratando de no sonreír. -Y ahora vamos, estoy deseando saber que será nuestro sobrino...-abre la puerta y baja del auto mientras yo me quedo observándola. -Ya, baja que haces mirándome...

-Nada más veo lo hermosa que eres.- digo antes de bajar del auto y ir junto a ella. -No quiero que estemos peleados, mi amor, ya perdimos suficiente tiempo ¿no cres?-paso mi mano por su cara cojiendo un mechón de su cabello y colocándolo trás su oreja.

-Sí, mi amor, no vuelvas a dejarme sola, nunca más.-abvierte antes de abrazarme.

Entramos en casa, Any y Poncho nos esperaban en el jardín trasero. Nos acercamos a ellos y me quedo realmente sorprendido al ver la tripita de Any. Abrazo a mis amigos fuertemente, aunque solo fue un mes fuera, fue suficiente para extrañarles demasiado. Acarició la tripa de mi wera y sonrió al igual que ella.

-Te extrañamos Cris...-susurra mientras descienden dos lágrimas por sus mejillas.

-Perdonala Ucker, con esto del embarazo se la pasa llorando.-rie mi amigo.

-Eso no es cierto.-niega Any en tono de enojo mientras yo y Poncho reímos.

-Yaa, dejen de meterse con ella.-la defiende Dulce.

-Cristopher Uckerman, usted y yo tenemos que hablar... quedemos en que cuidarias de mi amiga, y la hiciste sufrir...

-¿No te contó que fue ella quién me pidió tiempo?-respondo.

-Sí, si claro que me con...

-Te aseguró Any, que yo sufrí más allá, que ella aquí...-le corto. -Fue ella quién me mandó a volar sin razón... Yo en Colombia no les tenía a ustedes para que me apollen, ni teléfono para marcarles fíjense.-miro el piso. -Ahora Any, ¿A quien debes regañar? ¿A mí?-alzo la mirada y fijo mi vista en los ojos de Dul.-Por ir a Colombia para que dejen a Dulce en paz de una vez... ¿O a ella? Por sin darme ningún motivo, dejarme cuando más la necesitaba, cuando estaba solo con desconocidos que no sabía ni como me iban a tratar...-se crea un silencio que todos temen romper, así que, cambió de tema. -Bueno dígannos ya que será nuestro sobrino...

-Ni nosotros sabemos, queríamos estar los cuatro juntos para revelar el sexo del bebe...-responde Poncho sabiendo que quise cambiar de tema.

-Sí, en la clínica me dieron un globo negro y dentro tiene unos polvos, si son Rosa, es niña y si es azul, niño, fácil...

Dulce sigue mirando el piso, ahora me arrepiento de aver dicho lo que dije, pero mi corazón fue más rápido que mi cabeza.

-¿Y dónde está ese globo?-pregunto mirando a Dulce de reojo.

-En la habitación lo dejamos, voy por el...-responde Any.

-Voy yo-replica Dul rápidamente.

-Te acompaño.-digo siguiéndola. Dulce no levanta cabeza hasta llegar a la recamara.

Entramos y con un ligero movimiento la pego a la puerta. Cojo sus manos y las uno sobre su cabeza, beso su mejilla, el lóbulo de su oreja y su cuello, me alejo un poco, me mira a los ojos y vuelve a bajar la mirada.

-¿Que tienes?-pregunto.

-No sabía que te había echo pasarlo tan mal, yo pensé que andabas de fiesta en fiesta, viéndote con mujeres y así... Viviendo tu vida.

-No Dulce, no hice nada de eso. Estuve viviendo con los colombianos y con Thailor, pensamos que serían muy serios y demás pero finalmente les cojimos cariño, incluso nos pidieron que volvamos con ellos a Colombia. Si, lo pasé mal, ¿como no? La única mujer que me a echo sentir esto, pidiéndome tiempo cuando nos encontramos a casi cuatro mil kilómetros de distancia el uno del otro, me sentí muy mal, los primeros días no levantaba cabeza... Poco a poco me limité a sobrevivir, no pensaba regresar, pero teníamos algo pendiente... Esto, teníamos pendiente. Seguir juntos, luchar por lo nuestro, Dulce María te amo como un inbecil. Daría mi vida por ti si fuese necesario, no sabes cuánto te amo y me mata verte ma...-me corta agarrándome de la cara y besándome con una  pasión inigualable.

-Ya, callate y bésame.-dice antes de volver a besarme.

Se Queda Conmigo (Vondy) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora