Historia narrada por Cristopher Uckerman, un hombre de una peligrosa banda mexicana, en la que trasportan drogas, hacen carreras ilegales, prostituyen a mujeres, y entre esas cosas, tiene una importante "misión" que deberá cumplir, secuestrar a Dul...
Después de que mi amigo Poncho insista en ir a comprarme un traje para no ir "desentonado" al lado de la novia, decido que quizás sería una buena idea,así que nos dirigimos a una tienda de trajes. No me quito de la cabeza a mi pequeña Dulce, se podría llegar a decir que estoy algo nervioso y no soy de los que se ponen nerviosos. Nosé como acabará esto, solo quiero vivir el presente y disfrutarla al máximo. Llegamos. Entramos en la tienda y una dependienta muy bella se acerca a nosotros.
-Y estos chicos tan guapos... ¿que necesitan?.-pregunta coqueta.
-Pues nada, mira esque aquí mi amigo se casa hoy y yo soy el testigo junto con mi novia Anahí que está embarazada... Entonces querríamos unos trajes bien chulos.-dice mi amigo para que la tipa no haga el ridículo intentando ligar con alguno de nosotros.
A ella le cambio la cara y contestó. -Vale ahora os atiende mi compañera-se retira dejando lugar a una señora muy elegante.
Poncho y yo nos elegimos traje y estamos pagando cuando el teléfono de mi amigo comienza a sonar.
-Dame un momento cariño, que ya salimos de la tienda.-dice cojiendo la bolsa y andando delante mía. -Sí ya terminamos, ok te lo paso.-tiende su mano con el celular y yo lo agarro.
-Bueno? Dime Any. Ok nosotros si ya terminamos y ustedes? .Vale ahora te envío la dirección del lugar y nos vemos allí, oye, pásame a mi muñeca.
-Dime amor.-la voz de Dulce suena al otro lado de la línea.
-Ya te extraño-sonrio. -Ya me dijo Any que ustedes también terminaron ya.
-Sí, me dijo de salir esta noche así que también me compre un vestido para poder salir después, está precioso-dice refiriéndose al vestido.
-A si? Perfecto mi amor pero seguro que tú te ves más preciosa.-la escuchó reír.-Bueno muñeca nos vemos allí, te amo.
Ratito después llegamos a un precioso parque natural en el que cae una gran cascada, a lo lejos veo a el oficiante del matrimonio y a mi viejo amigo por el cual todo esto a sido posible,el se llama Gonzalo. Llego hasta a ellos y les saludo.
-Oye y con quién te casas?.-pregunta Gonzalo.
-No lo vas a creer... Recuerdas que Rafael me mandó secuestrar a una muchacha para vendérsela a el Romano.-el asiente. -Pues me enamoré de ella, compa, y quedé en pagarle yo a Padre.
-Asi se habla.-choca mi mano mientras sonríe. -Todos sabemos que tú te quedarás con el negocio cuando el viejo se retire...
-Oigan ya casi es la hora.-interrumpe el notario.
Me incorporo y tomo mi lugar, Poncho va a buscarlas y yo no sabía que me pondría tan nervioso, pero sí, el momento a llegado. Volteo y veo a Dulce venir del brazo de Poncho mientras mi amiga Any corre hacia mí. Está preciosa, no puedo expresar como me siento.
Llega hasta a mí y le doy un fuerte abrazo.
-Me haces el hombre más feliz.-susurro en su oído. Ella sonríe. -Puede comenzar.-digo dirigiéndome al oficiante.
-Estamos aquí reunidos para unir en matrimonio a Cristopher y a Dulce. Procedo a dar lectura al acta matrimonial: Siendo las cuatro y media del día 12 de mayo, comprarte quienes acreditan ser Cristopher Alexander Von Uckerman y Dulce María Espinosa Saviñon al objetivo de contraer matrimonio civil en virtud de autorización recaída en el expediente número 3678262. Quiero hacer constar que se han cumplido todas las prescripciones legales para la celebración de este matrimonio civil, sin que en la audiencia sustitutoria de edictos se haya presentado ni denunciado impedimento ni obstáculo para esta celebración.Así pues, os pregunto: Dulce, ¿quieres contraer matrimonio con Cristopher y efectivamente lo contraes en este acto?
Después de unos segundos de silencio que se me hacen eternos... Dul contesta.
-Sí quiero.-me mira a los ojos sonriendo y... ahora es cuando pienso, que quizás esté equivocado, no debería de aver llegado a este punto, no debería averle puesto en esta situación, realmente es una chamaca y me estoy aprovechando de su inocencia. Noto un golpe en mi brazo que me hace volver en sí.-¿Eh?
-Digo, que si deseas contraer matrimonio-repite el notario.
Miro a Dulce, y siendo egoísta contesto.-Sí, quiero.
-En virtud de los poderes que me confiere la legislación del Estado, yo os declaro unidos en matrimonio. Enhorabuena, podéis besaros.
Any aplaude y poncho ríe a carcajadas,es obvio que no puede creer lo que hice, no lo creo ni yo...
-Ven acá que ya eres mía.-digo cojiendola por la cintura y pagándola a mí para después besarla con pasión.
-Necesito que firmen el acta, tanto los novios como los testigos.-interrumpe el oficiante. Terminamos firmando y Gonzalo y el notario se van.
-¡Una foto!-grita Any.
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Nos hacemos unas fotos, paseamos un rato y después vamos a cenar.
Llegamos a el restaurante que poncho reservó y la gente no nos quita el ojo de encima.
-Se acaban de casar.-dice mi amigo gritando.
"Enhorabuena" "Muchas felicidades" "Que alegría" "Felicidades" "Mucha prosperidad" "Salud para los recién casados"-se escucha a varias personas a lo lejos.
Dulce me mira son sus mofletes enrrojecidos, yo la abrazo y beso su frente
-Sí, hoy me casé con la mujer más guapa que hay en la tierra-digo dirigiéndome a los comensales. -Así que por ello quiero una botella del mejor champán en cada mesa que invita el recién casado.-me dirijo a los camareros que inmediatamente se ponen a ello.
Un aplauso grupal comenzado por mis amigos, y brindis para empezar la noche.
Terminamos de cenar y Dul quiere ir a casa a cambiarse para ir a tomar algo, así que eso hacemos. Vamos los cuatro a mi departamento y mientras Poncho y Any ponen el televisor Dul y yo vamos a mi recamara.
-Ya eres mía-digo tumbandola en mi cama y besando su cuello.
Ella tiembla y con la voz algo ronca contesta. -Cris... Ahora no, están nuestros amigos ahí.
Vuelvo a intentarlo pero se vuelve a negar lebantandose.
-Cristopher, te dije que no.-se voltea mientras saca el vestido de la bolsa y comienza a desvestirse.
-Amor...-voy hacia ella, la cojo por la cintura pegando mi bulto contra su trasero y susurro mientras ella cierra sus ojos. -No te quites la ropa delante mía si no quieres que te tome.-aguantando mis ganas, volteo y salgo de la habitación.
