DÍA SIETE

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La frase dice: "después de la tormenta llega la tranquilidad", pero yo soy al revés "después de la tranquilidad, me alcanza la tormenta"...

No, no estoy mal. Día siete. Sí, ya sé que el último que viste fue el cinco. Pero es que el seis te lo puedo decir en un pequeño párrafo:

Me levanté, y revisé el teléfono para ver si tenía algún mensaje de él. Nada. Me puse a adelantar tareas. Eran las 4p.m. cuando le escribí un Hola. No me respondió. A las 7, ya estaba enojada. No me contactó en todo el día. A las 12, mi alma estaba echa pedazos, eso me pasa por emocionarme sin que me hayan prometido nada. Tenía la esperanza de que fuera un día de esos solo chicos, y por eso no me había contactado. La espera se fue a la mierda cuando a la una, mientras buscaba un aperitivo, llegaron dos muy cansadas Lorena y Penélope de una fiesta en la Mansión. Ya, fin del día.

Ahora, son las 7 de la tarde del día siete. Ni una llamada, un mensaje, una señal de humo. Nada. Si dijera que no me importa, sería por orgullo, porque estoy muy... bueno, no sé si muy brava, triste, enojada conmigo misma, indiferente. Muchas emociones.

Pero la culpa en sí es mía. Es mía por no cumplir con mi plan de mantenerme alejada de esa casa. Es mía por olvidar que es él es un jodido orgulloso estúpido e idiota.

Ya lo decidí. A no ser que hoy el destino aparezca y me diga: "Alicia, nos vamos a la Mansión Ken" no me voy a preocupar nunca más por ninguna de esa gente.

Entonces, Lorena se para en la puerta de mi habitación que está abierta.

- Alicia, nos vamos a la Mansión Ken.

¿Es en serio? Destino, ¿estás jugando conmigo? ¿Qué te hice?

- ¿Pero nos invitaron?- le pregunto a Lore... a lo mejor es muy orgulloso y no me quiso invitar directamente.

- Nah, si hoy no hay ni fiesta- ¿sientes el sonido de mi corazón romperse?-. Pero desde el otro día conseguí algo que nos da pase de oro- y me muestra su teléfono.

No puedo evitar casi ahogarme de la risa. ¿Qué cosa es eso?

En la foto, salen Christian, Richard y Matthew. Pero si salieran normal estaría bien. Están los tres dormidos. Richard se encuentra rendido entre las piernas de Christian. Sí, justo ahí, en el lugar que muchas chicas (no me incluyo) desearían estar. Y Christian tiene para colmo, la boca abierta como si estuviera roncando. Matthew tampoco está muy bien, porque tiene un pie de Richard en la cara. La foto es todo un show sin palabras.

- Ok, con eso te dejan entrar sin problemas- le digo aún riendome.

- Nos dejan entrar- dice Lorena.

- No, yo no voy.

Ella pone mala cara.

- Pues mira que sí vas. La fiesta de ayer, fue para darle la bienvenida a la hermana de Richard y su amiga que se van a quedar unos días por acá.

- ¿Y eso esta permitido?

- No lo sé, y eso no es lo que importa- me dice-. La cuestión es que doña Elizabeth y su secuaz doña Dana, se creen las chicas más lindas del mundo y no paran de lanzarsele arriba a R.D.E y Richard. Dana estaba coqueteando con él en mi cara- vaya, conque una tal Elizabeth formandole fiestesita a mi Christian.... Wow, ¿mi Christian? ¿En serio? Él no me importa-. Casi la llamo tonta en su cara- tengo que enseñarle un diccionario de insultos a esta chica.

- Oye, a mi no me importa. Si Christian y esa tal Elizabeth se enredan, problema de ellos. Y en cuanto a Richard, no te preocupes, él está colado por ti. Pero yo no voy- le digo.

30 Días Donde viven las historias. Descúbrelo ahora