DÍA VEINTISIETE

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¿Qué puede haber peor que conocer a tus suegros? Conocer a tus suegros que además, dañaron la infancia de tu chico... o peor aún, los suegros que dañaron la infancia de tu prometido.

-Alicia.

-No.

-Alicia...

-No...

-¡Alicia!

-¡No!

-¡ALICIA!

-¡NO!

-¡Abre la maldita puerta, ya tumbé la de tu habitación, no me hagas tumbar la del baño!

-¡No pienso ir a ningún lado contigo Christian Brian Dallas!

Llevamos al menos más de diez minutos en un intenso intercambio de amenazas, nombres y negativas. A las cinco de la mañana, pobre de todas las chicas.

¿En serio?

Nah, que se jodan. Aunque admito que ha de ser molesto.

-Venga, deja de ser tan inmadura por dios -habla él y yo permanezco en silencio-. Ahora que lo pienso, hay algo que tal vez pueda convencerte a venir...

>>¿Sabías que todos los libros en la biblioteca de mi casa son primeras ediciones?

¿¡PRIMERAS EDICIONES?!

-¿Todos?-le pregunto, cayendo en tentación.

Adán y Eva le dan like.

-Todos, Alicia. Desde Cumbres Borrascosas hasta las siete partes de Harry Potter -responde.

¡NOS FUIMOS PA' JACKSONVILLE PEOPLE!

Pero, ¿y qué hay de su seguridad?

Oye idiota, quién tenga miedo a morir que no nazca. Vámonos pa' allá con Heathcliff y Catherine que la vida es corta y dura.

- Por tu silencio, asumo que te he convencido -se burla Christian del otro lado, mientras yo abro la puerta.

-He decidido que si voy a morir, al menos moriré con una edición original de mis libros favoritos- sentencio.

-Hey, he dicho que los libros estaban en la biblioteca, no que eran míos.

- ¿Recuerdas la primera vez que nos hablamos -bueno la segunda- y me acusaste de ladrona?

-Claro, yo recuerdo todo lo relacionado contigo.

-Bien, pues aquella vez te equivocaste, pero la verdad es que he robado algún que otro libro -él se ríe de mí.

-Y asumo que mis padres serán las próximas víctimas.

-Elemental Sherlock.

Comenzamos a reírnos hasta que él me interrumpe robándome un beso. Me pierdo en la dulzura de sus labios. Entrelazo mis dedos con su cabello y él me agarra por las caderas y me acerca más.

Come oooooon. Let's get physical!

-Si seguimos así terminaremos como el otro día en el baño - me dice mientras deja suaves besos en mi cuello. Yo suspiro.

-No tengo nada en contra-digo, y creo que me sonrojo un poco, recordando.

Christian joderintento liberarme. Sus dedos recorren acompazadamente mi intimidad, causando una cruel y arrebatadora necesidad de más.

Él calla mis súplicas apoderándose de mi boca, no con desenfreno, sino con pasión. Baja sus labios hasta que se encuentran con mis pechos, para comenzar a jugar con ellos.

30 Días Donde viven las historias. Descúbrelo ahora