DÍA VEINTITRÉS

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No hay nada más eterno que lo temporal; no confíes en lo que dicen hasta que tú mismo lo compruebes.

Juro por dios que ya no sé que más hacer. Escribí el código en una hoja, al revés, al derecho, por el reflejo... Nada. ¡Es un puto enigma!

Llevo exactamente 7 horas en esto. Supuestamente iba a ser algo sencillo. F por mi y mi estupidez.

Y si sigues dándote cabezazos contra la mesa, matarás a las pocas neuronas que te quedan.

En vez de criticarme, ayúdame por favor. ¡¡No sé que más hacer!!

Por décima vez, suelto un grito de frustración. Ya ni le hago caso a Lorena suplicando que le abra la puerta, incluso Christian estuvo hace un rato. ¡Sin distracciones! Ya me basta con no poder hacer esta mierda, para tener distracciones también.

Abro un ojo lentamente, con la esperanza de que el papel esté en blanco y todo haya sido solo un sueño. Bueno pues, la magia no existe, sigue intacto.

Analizo los números... ¡Sé que me tienen que decir algo! ¡Pero no sé qué es! Tampoco entiendo qué es lo que el puto de mi padre pretende decirme ahí, y eso es lo peor.

¿Y si me está marcando la hora de mi muerte? Tiemblo ante este pensamiento.

Tomo el celular en las manos y miro una vez más el código en números. Son tan variados... no pasan de.... UN MOMENTO.

¡TENGO QUE SER UNA IDIOTA!

Eh... ¿ahora te percatas?

Lo tengo, lo tengo, lo tengo. ¡Al fin! Reviso otra vez los números:

4-11 19-8-6-21-8-4-13-20-4 12-4-13-19-0-9-0
4-19 21-13 0-13-0-6-18-0-12-0 4-13
8-13-6-11-4-19.

Joder... pero cuál es el cero... A no ser que a veces el cero sea la A... Busco en Google y encuentro una imagen que resuelve todos mis problemas.

Lo tengo, Dios mío

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Lo tengo, Dios mío. Lo hice. Siete horas que no han sido en vano. Esta vez no puedo evitar un chillido de alegría, como si me hubieran regalado una entrada a un concierto de Imagine Dragons.

Rectifico bien todo mil veces, para acabar obteniendo como resultado esta oración:

El siguiente mensaje es un anagrama en inglés.

Abro la boca estupefacta. Tienes que estar jodiendome. Leo una vez más con la esperanza de estar medio drogada o algo. Esto es malo... ¿¡Quién dijo que yo sé inglés!?

Genial, vamos a morir sin saber cuando porque éramos muy vagas como para ir a clases de idioma.

Siento ganas de llorar por primera vez en el día. Ya esto es otro nivel de frustración, es... maldad. No puede ser. Un anagrama, en inglés. ¡Ni el mismísimo Robert Langdon hubiese averiguado eso!

30 Días Donde viven las historias. Descúbrelo ahora