— ¡Mierda! — murmullo después de que la aguja pasara por el cartílago de mi oreja por segunda vez— Annie no tienes algo como anestesia ¿tal vez? Este me dolió más que los anteriores —.
— Anda y callate — dijo de manera seca — solo me falta poner el arete y cerrarlo, no es para tanto —.
Solo alce mis cejas y rodé mis ojos, fastidiada, ya no me quedaba tiempo para llegar al trabajo y la oreja estaba que me ardía como el infierno.
En ello el sonido de la puerta de ser abierta se escucho despacio, seguido de unos pasos firmes, las maderas del lugar rechinaron y se pudo ver un chico rubio, alto y con facciones duras acompañado de otro chico pelinegro, delgado y midiendo un poco más que yo, suponía que eran mayores que yo por la madurez de sus facciones, alce mi ceja derecha curiosa.— ¡Ya esta! Agarra tus casos y vete que no te da tiempo — exclamó cansada — Erwin... Levi... — el ultimo con algo de asco — ¿pensé que llegarían después? —.
— Si, se que la cita era un poco más tarde pero a Zoe se le ocurrió adelantar su fiesta — mencionó el alto desinteresado — además sólo venimos al retoque de mi tatuaje y al septum de este — lo decía mientras abrazaba al otro chico —.
— Ni me sorprende que hange haya adelantado su fiesta, le gusta la adrenalina y el desastre — mencionó la rubia — deberán tener prisa, se los hago ya, acomodate Erwin, lo de Levi es rápido — para esto ya estaba desinfectado una pieza y agarrando el sobre de la aguja nueva mostrándosela al enano —.
Para todo esto, yo me había levantado de la silla, más por el empujón de Annie que por voluntad propia, me quedé parada tratando de localizar mi reciente perforación y moverla un poco, para después localizar mi chaqueta, mochila y cartera, buscando dinero para pagarle.
— ¡Ah! Annie deberías de invitar algunos amigos, entre nosotros ya nos sentimos viejos y no hay nada nuevo que contar —mientras lo mencionaba se quitaba su chaqueta color verde oliva, dejándola sobre un sillón, al lado donde me encontraba — ¿Vienes? Es hoy en la noche, a cuatro cuadras del lugar, hay un callejón y al final de lado izquierdo es... Seguro encuentras amigos en común, siento que te he visto antes — dice volteando hacia mi, finalizando con una apenas sonrisa —.
—Erwin ni la conoces y no sabes si mínimo es mayor a doce años — el azabache dice de manera seca y directa — ¿no dijo esta que tenías trabajo? Anda que se te hace tarde — se estaba sentando e inclinando hacia atrás, ni siquiera me miraba —.
— Lo que te falta de altura lo tienes de fastidioso — ya tenía mi mochila en el hombro y sostenía mi chamarra, había dejado el dinero en una bandeja y me dirigía a la salida — Supongo que te llamas Erwin, iré si tengo tiempo, gracias —voltee la cabeza y dirigí mis ojos hacia el, para luego salir del lugar —.
Aunque salí calmada del pequeño local, a las siguientes dos cuadras comencé a correr, hace un rato pensé que sería rápido y podría llegar a la tienda caminando, pero ahora solo quedaban diez minutos y cinco sino quería llegar con retraso, acomode mi mochila sobre mis dos hombros, amarre mi chaqueta sobre mi cintura y dejé que mis piernas dieran zancadas, impulsandome con mis brazos.
Llegué al centro del pueblo, parecía un lugar atascado en el tiempo, desgastado y viejo, traté de caminar para calmar mi respiración y abrí la puerta de cristal del local de ropa.
Mi tía salió de la bodega, cambiada y arreglaba, sus tacones al caminar resonaban y se dirigió hacia mí.— Hasta que llegas, pensé que tendría que llamar a alguien más — chasqueo su boca dejando salir el olor a menta — Hazte una coleta y pon buena cara que los clientes no se atienden solos — termino de decir, agarro una pequeña bolsa y su abrigo para salir —.
ESTÁS LEYENDO
R u n s | Hange Zoe
FanfictionEn medio de un departamento descuidado o abandonado, recostada en un sillón viejo, sintiendo los efectos del alcohol y droga, mi peso cada vez aumentaba y mis ojos se cerraban y llegando a la conclusión que era una basura de persona. Pero la pregunt...