R u n s | Hange Zoe

Once

Desperte de un salto, apoyando mis manos a los lados míos, mi respiración era irregular y podía notar el sudor en mi frente y nuca, no recordaba nada, más que una persecución y una cara deforme. Al sentir mi respiración tranquila, puse los pies en el piso aún sentada en la cama quedando en frente de la ventana, pequeña pero alargada, dando vista a las vías y la vegetación que había pasando estas. A comparación de ayer, hoy era un día nublado, y no precisamente frío, pero podía ver como los árboles ser movían constantemente gracias al aire. Es un domingo por el medio día, no me asustaba despertar tan tarde, no tenía ninguna obligación fuera de casa.

Al levantarme comencé a estirar mis músculos, teniendo varios sonidos de truenos entre mis huesos. Busque un short deportivo y me deje la misma camisa para dormir, además de ponerme unas zapatilla blancas semi deportivas, desconocía si había alguien en casa, pero antes de salir del cuarto para ir al baño y hacer mis necesidades, tomé mi celular.

Al estar en el piso de abajo, busque productos de limpieza, además de tener ya a la mano una escoba y jerga. Anteriormente me había asomado al cuarto de mi madre, estando esta vacía y a oscuras, suponía que dormiría con mi tía... Esta cerca de su trabajo y le agradecía de no verla en ese estado tan lamentable.
Deje mi celular sobre un estante, con música a todo volumen para que abarcará la mayor zona posible y empecé con la limpieza.

[ . . . ]

Los días anteriores había hecho varios intentos para revelar las fotos de manera casera, siendo unos un fracaso y otros saliendo decentes, aprovechaba las noches para tener una completa oscuridad y el sol alumbrar cierta parte de mi habitación. Después de limpiar y acomodar las cosas en casa había regresado a la habitación, en las manos llevaba un plato hondo con cereal y leche, recordando que tendría que ir después al supermercado para llenar minimamente el almacén.
Recostada en la cama, había dejado el traste, ahora vacío en un mesa al lado de mi cama, recostada boca abajo tratando de buscar algún entretenimiento o video que dejara de fondo mientras llenaba mi libreta. El hombre hablaba de como se había logrado mudar y como ordenaba y compraba cosas para su departamento. Había dejado la cama para ir por mi libreta, ya algo abultada, unos lápices y plumones y recortes, además de las fotos que había sacado anteriormente.

Desconocía cuanto tiempo había pasado, pero lo suficiente para ver más de tres videos de casi una hora, pero todo el ambiente de tranquilidad se vio interrumpido por una llamada, que había pausado el video y por ende el sonido de acompañamiento. Alargue mi mano hacia el y vi quienes eran, una videollamada de los chicos.

- ¡Heeeeey! - habla eren con una sonrisa y mostrando la mano - ya casi nos vemos pero les extrañaba -.

- Ho-hola... - el audio de armin se ve entrecortado pues estaba acomodando el celular - es que eres un intenso -.

- Hola - hable mientras movía mi cuerpo quedando boca arriba - solo no nos hemos visto dos días -.

- Es un exagerado, ya lo conocen - la chica apenas se había unido - Hola (N) Hola armin y eren... - le gustaba aclarar las cosas -.

- ¿que hicieron ayer? Estuve muy aburrido y me contuve para no llamarles - habla el moreno - estuve todo el día ayudando a mi madre -.

- Pero eren... solo le ayudas trayendole cosas, no me quiero ni imaginar cuando trabajes - dice el rubio que estaba en su escritorio - estaba cuidando a mi abuelo y leyendo sobre los próximos temas... No había gran cosa que hacer -.