R u n s | Hange Zoe

Cinco

Las clases habían terminado, había salido antes que el rubio y comencé a correr a través de los pasillos, tratando de evitar a la gente y así salir antes de la instalación, tome mi bicicleta y el pedaleo empezó, sentía mi mochila dar pequeños saltos y el aire pegaba en mi cara, mi cabello aún atado se soltaba algunos mechones interviniendo en mi vista y así cayendo. El golpe fue seco, sentí mi pierna izquierda atrapada entre la tierra y los tubos y mi pierna derecha se vio golpeada por el pedal y solo escuche como algo se rompía, genial otro par de medias rotas.

Suspiré cansada y alce la bicicleta, quitando de encima mi pierna, me levante mientras sostenía la figura y trataba de quitar el polvo de mi camisa y pantalón. Las calles estaban  casi solitarias, apenas si había un padre con su hijo o alguien caminado a su alrededores, ladridos se escuchan de fondo y pude ver un pequeño parque, era normal que fuera así, las casas aunque no estaban abandonadas sus habitantes no solían salir seguido, guíe la máquina a alguna banca cercano y me senté. Hice que mi mochila quedara en mi pecho y así saque un paquete de cigarrillos, encendí uno y deje que se hiciera humo, hice la primera calada y luego saque el humo por un pequeña entrada en mi boca.

Ese día había sido pesado, no había dormido nada y pensé que adelantar un proyecto seria bueno pero terminé con un dolor de cabeza y estrés terrible y así empecé el día, tuve que recibir a mi madre pasada de copas, sentí que mi cabeza iba a explotar y cada sonido se me hacía el doble de ruidoso. Los maestros eran insoportables, los exámenes estaban a la vuelta de la esquina y aunque me calmaba por las vacaciones, eran exámenes finales. Mientras mis pensamientos pasaban rápidamente lo sentía como una eternidad, otra vez sobre pensando las cosas y decidí solo concentrarme en el cigarrillo.
Al casi acabarlo busque un papel o servilleta donde enredarlo y lo tire en una papelera. Suspiré varias veces tratando de quitar el olor del cigarro, volví a tomar mi mochila y comencé nuevamente mi camino hacia casa. Habían pasado dos semanas desde mi última perforación y ya estaba pensando en cual sería la próxima.

[ . . . ]

Mi pelo estaba sucio, desarreglado y enredado en un moño mal hecho, esta acostada en mi cama mirando hacia el techo, pintado con diversos dibujos, no quería hacerlo, no era necesario, no lo necesitaba realmente... Pero necesitaba sentir que estaba viva. Prendí el porro e ihnale, tras tres volcadas, mis sentidos se hacían más sensibles, coloque mis audífonos en mis oídos y dejé que las canciones fluyeran, comencé a mover mis caderas y leves movimientos en brazos, busque y tome un plumón negro e iniciaron mis rayones que terminaban en dibujos muy abstractos... Supongo que así era mi vida, abstracta, muchas líneas por aquí y por alla, no tenían un final definido ni un inicio, tampoco una secuencia, solamente existían.

Y tras minutos de disfrute, donde no sentía cadenas pesadas en mis piernas y brazos, volvió a abrazarme la oscuridad, esos pensamientos volvieron, me sentí mareada y con prisa le di más caladas al porro, quiero sentir algo, solo quiero sentir algo, no importa que, pero quiero sentir que no soy yo. Solté el marcador y caí sentada, mis short que quedaba al inicio de los muslos se subió a un más y mi camisa dos tallas más grandes mostraba mi cuello y hombro, cerré mis piernas y las pegue a mi pecho, las lágrimas iniciaron a caer, para eso la droga ya estaba apagada y botada en algún lado, con mis propios brazos me abrace y comencé a transpirar.

"mierda, eres mierda, deberías de estar trabajando o ¿acaso te gusta ver como esas dos venden su cuerpo?"

"solo te tienen lástima porque tu te tienes lástima, buscas todas las opciones para llamar la atención, deberías intentarlo con más ganas... Unas cortadas estarían bien"

" ¿te acuerdas cuando le gritaste a tu padre?  Seguían peleados y un día regresaste a casa y ya no estaba"

" o ¿que tal se ese niño? Te miraba con ojos brillosos e ilusionado, te ayudaba con todo lo que necesitabas y ¿tu?  Solamente lo alejaste sin razón, gritaste y pataleaste sin fin para que se fuera y luego rogabas porque regresará"