Veinticuatro

217 21 0
                                        

Faltaban solo días para regresar a las aulas, sabía que los primeros días no serían estresantes, pero si atareados. Era temprano, de hecho bastante, siendo de madrugada, había dormido solo dos horas y pase una hora tratando de volver a dormir, haciendo un desastre en la cama. Esa idea otra vez, lo quería hacer pero no sabía si era un buen momento, de hecho no había nada asegurado. Sintiendo lo fresco de la madrugada comencé a vestirme, una blusa delgada pero de manga larga, unos pantalones holgados de las piernas, además de una sudadera que cerré hasta mi pecho y unos tenis con algo de plataforma. Tomé mi mochila medio vacía y me asegure que mi celular llevara batería y tomé su cargador con audífonos. Mi madre estaba en casa y sería tonto bajar desde adentro por lo que tuve que usar las escaleras a un costado de mi ventana. El tratar de hacer silencio fue tonto pues antes de bajar por completo mi pie resbaló y caí de espaldas al patio. Solté un quejido y me levante con algo de dolor, tomando la bici y saliendo del patio por completo.

Empecé a andar a los bordes de las vías, sabía que no tardaría en pasar algún tren de carga, tendría que llegar a otro pueblo para poder guiarme hacia la ciudad, me tomaría mi tiempo llegar, puede ser que unas dos horas de viaje, pero debía saber si realmente valía la pena abandonar todo e ir a ese sueño.
No me sorprendía que mis piernas comenzarán a doler, había pasado un buen rato pedaleando, había poca distancia entre pueblos y no tardaría en llegar, a lo lejos vi un cartel alto y grande de color azul, esperaba que no fuera otro de advertencia y que este indicará que llegaba al pueblo, de cierta manera el ver escrito el nombre del pueblo me alegro, el sol comenzaba a salir y los pájaros volvían a cantar, puede ser que no sea muy diferente acá. Trate de entrar a la civilización, pues estar por las vías no era totalmente seguro. No sabía de nada como eran las direcciones ni dónde se ubicaban los lugares más básicos por lo que sólo me centre en seguir el ruido de los autos pasar, pasando varias calles, estando algo abandonadas pero no del todo solitarias. Saque algo de dinero y busque una tienda de conveniencia, entrado fui rápidamente hacia la zona de café y pague por uno que tenía más cafeína que agua, pues el no dormir casi nada estaba pasando la consecuencia, me lo tomé con rapidez no quería perder tiempo, si desaparecía por mucho tiempo seguro hacían un escándalo.

Tome la decisión, algo peligrosa de seguir por la carretera principal del pueblo pues sería lo único que me guiarian con seguridad a mi destino, tomé un último suspiro y subí a la bici, esperando a que mis piernas aguantara lo que restaba de camino y el regreso.

— mierda...(N) vamos que falta poco — me hable a mi misma —.

Seguí el camino, tratando de estar pegada a la banqueta y así evitar ser atropellada por algún carro, el llegar a la "gran ciudad" no fue tan sorprendente, pero tampoco me decepcionaba, desconocía si era la hora o realmente su vida comenzaba desde temprano, sus primeras calles eran casas normales algunas en mal estado, pero conforme me iba adentrando notaba como todo era... Más ¿lindo? No sabia como describirlo, pero daba la sensación que ese lugar no era un hotel de pasada y que realmente podías sembrar raíces. Con la mirada hacia todos lados, localice un lugar donde descansar, un pequeño quiosco, apoye a un lado de mi la bici y me senté, estirando las piernas y sobarlas a su largo, estire piernas y brazos tratado de que tronara y traer algo de satisfacción. Minutos después de descanso decidí sacar mi celular, más que nada para buscar algún tipo de mapa y de paso quitar las sospechas que no estaba en casa. Contestando algunos mensajes y diciendo excusas baratas que cualquiera se tragaria.

"primero a buscar requisitos en escuelas y luego de cuartos en renta"  esas eran las bases de mi plan, debía de regresar antes de las dos de la tarde para llegar a tiempo al trabajo y evitar problemas. El sobrepensar todo estaba haciendo que doliera algo la cabeza pero era manejable. Quería explorar la zona, o bueno esa era una excusa para engañar a mi cerebro y así poder despejarme algo. Un poco de curiosidad no hará nada, perderme no sería algo fácil, también tenía que evitar gastar todos mis datos así que deje que mi lógica me guiará a donde creía conveniente. Tras caminar algunas cuadras encontré un lugar algo turístico o eso suponía pues también se encontraba un mapa de lugares a donde ir a lo largo de la ciudad.

R u n s | Hange ZoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora