Tres

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Abrí los ojos, mi respiración agitada, me di cuenta que estaba boca arriba con todas mis extremidades rectas y derechas, siento un peso a mi lado y veo una cabellera alborotada, observo a mi alrededor, un cuarto pequeño, puede ser de color verde, con una ventana larga y delgada frente mio, viendo hacia fuera y una tenue luz amarillenta. Me levanto de manera silenciosa y veo mi mochila, la agarro y abro buscando mi celular.

Tres llamadas perdidas y diversos mensajes de Mikasa, algunos de mi madre y uno de falta de saldo.

- Te quedaste con Hange, puedes venir a nuestra casa para cambiarte o ir a la tuya, aunque te recomiendo bañarte, ese lugar apestaba a muchas cosas -.

- Una ves que te hayas despertado te recomienda irte, te dejo quedarte pero no te ayudará en nada -.

Chasquee la lengua, no es como que necesitará de alguien para cuidarme, vi la hora, cinco y media de la mañana, tenía una hora para llegar a casa y hervé decente. Me agache para ver debajo de la cama y buscar mis zapatos y antes de irme deje una nota de un papel que encontré, dándoles las gracias y mi número, pegándolo en la mesa de noche de la chica.

Sali con facilidad del lugar, al lado de la puerta había unas llaves y sopuse que eran de ella, vi unos cuerpos tirados en el sillón pero solo lo ignore.
No conocía mucho esa zona por lo que preferí regresar al centro del pueblo para orientarme e ir a mi casa, mis pasos eran pesados y largos, al ver que el sol se asomaba cada vez más decidí comenzar a correr, pude ver la calle que llevaba a las vías y corrí aún más, llegué a la esquina y doble hacia la derecha, dos casas más y llegaría.

Pare en seco, tomé algo de aire y subí las rejas, preferí no hacer ruido abriendo la puerta, empuje hacia un lado una ventana pequeña y pase entre ella, había llegado. Tire mi mochila sacando mi cargador y celular, era un milagro que aun tuviera un 30% de batería. Revise el lugar y aun no llegaba mi madre, suspiré cansada y nada sorprendida. Me fui quitando la falda y camisa, botandolas en un cesto, dejé los zapatos a un lado de la entrada de mi habitación y me dirigí al baño. La sensación de frío se apropió de mi, y la dejé caer, me tomé unos minutos para luego comenzar a bañarme.

Salí, enredando mi cabello en una toalla y viendo a un reloj cercano, media hora para las siete de la mañana, fui a mi habitación y abrí un cajón, saqué un pantalón gris ancho de las piernas y que había ajustado a mi cintura, tomé una camisa blanca con un logo rojo en el lado derecho del pecho, escondiendo si final debajo del pantalón y el cuello abierto, encima de una silla que tenía busque un suéter blanco con rayas rojas y me lo coloque en encima, calcetas blancas desgastadas y zapatos negros con un ligero tacon. Al tratar de amarrarmebro cabello me estrese, estaba enredado y feo, se me hacía tarde y tenía un dolor de cabeza que había ignorado desde que desperte... Finalmente jale mi pelo y golpe mis piernas, enterre mis uñas en mi brazo y suspiré fuerte. Otro suspiro. Y un último suspiro. Me sonreí a mi misma y volví a intentarlo, ahora calmada mi cabello terminó en un chongo.

Por último tomé unas dos libretas y las guarde de golpe en la mochila, al tomar mi celular vi el mensaje de armin... Unas fotos de la tarea de hoy y el aviso que ya habían llegado, nuevamente me recordaban que iba tarde. Salí y azote la puerta, saqué una bicicleta vieja del patio y comencé a patalear, cada vez más fuerte y sintiendo el aire frío en mi cara.

Frene de golpe y busque donde atar la bicicleta, encontré las rejas y me dirigí hacia ellas, saqué de mi mochila la cuerda he hice dos nudos en cada rueda pegadas al trenzado, tomé un bocado de iré y volví a correr hacia la entrada de la escuela, era muy temprano para tanta actividad física y mis piernas me lo estaban recordando.

- Casi tarde (N) no puedes hacer esto todos los días - hablo el portero, un señor de mediana edad con una sonrisa en forma de burla -.

- Si, si lo sé, no se debería preocupar por los alumnos - dije entre cortada y directa -.

R u n s | Hange ZoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora