Todo pasaba con calma, de vez en cuando íbamos a alguna fiesta o locura que se nos ocurría para juntarnos. Todo parecía estar bien pero realmente eran mis últimos días, mi habitación carecía de cosas que normalmente usaba, mi ropa descansaba en cajas de cartón igual que otras cosas necesarias, mi transferencia comenzaría este fin de semana, y nadie lo sabía más que unos organizadores de mi escuela.
Con ella, todo estaba bien, nos veíamos entre descansos o nos acompañabamos a nuestras casas después del trabajo. Estaba muy cansada, mi espalda dolía más de normal, descansaba menos de lo común y no dejaba de pensar si lo que estaba haciendo estaba bien, una parte de mi realmente lo deseaba, anhelaba ese cambio necesario, no sólo por capricho, sino por tener una vida decente. Faltaban dos días para que volviera a ser sábado, el día que comenzaría mi cambio. Volvía a estar recostada sobre mi cama en postura de estrella, con un brazo fuera de la cama que sostenía un cigarrillo a medio acabarse. Suspiraba cansada, esperando a que el sueño me venciera.
El vestirme y arreglarme a la escuela era algo tan común que extrañaría, al menos debía de despertar treinta minutos antes para llegar justo a la hora, ese uniforme tan tonto se volvería pasado y mi apariencia desordenada tendría que cambiar, no tendría tiempo para divertirme lo suficiente, tenía que sobrevivir en la "gran ciudad". Suspiré cansada y llegué a la instalación. Camine por los pasillos y subí la escalera encontrándome en el salón ya a varios compañeros, entre ellos el rubio. Le sonreí levemente y fui hacia mi asiento y recosté mi cabeza sobre el pupitre.
[ . . . ]
- ¡heeey! ¡(N)! - habló eren - vamos a nuestro lugar - dijo abrazando mis hombros -.
- hace tiempo que no vamos - dijo mikasa - siempre te dormías - se refería al moreno -.
- aja, vamos, pero esta vez no te duermas - reí al final -.
- espero no hayan talado el árbol, la última vez no pudimos subirnos - habló armin detrás de nosotros -.
Hablamos de cosas relacionadas a las clases durante el trayecto hacia las bicicletas y al parque. No era un lugar alejado, de hecho era en la zona central, el parque que hace años se caracterizaba por tener una imagen viva, ahora solo era algo más atrapado en el tiempo, descuidado y olvidado. Hace algunos ayeres nuestro grupo de unos siete años venía e iba al fondo del parque, donde no había ningún juego más que unos bancas y una fuente olvidada, rodeada por unos cuantos árboles, pero uno se destacaba por ser el más viejo, alto y robusto. Llagamos y dejamos la bicicleta a un costado de la fuente.
- woow... No lo recordaba así - hablao armin mirando al alrededor - la fuente no estaba tan cubierta de mierda - dijo en un murmullo -.
- al menos los árboles siguen aquí - dije buscando lo positivo - intentemos subir -.
- esto esta cada vez más rebalsó - ere que fue el primero en tratar de subir a uno y resbalar al tratar de trepar - mierda - dijo tratando de alcanzar unas ramas -.
- estoy segura que se va a caer - dije - ¡anda eren rompete una pierna! - grite en broma -.
Tras unos minutos, eren ya estaba sentado y apoyado en una rama gruesa en una parte alta del árbol, tratando de ayudar a armin de que se sentará a su lado y mikasa iniciaba a trepar, yo por mi parte esperaba a que estuviera libre, pero me pareció correcto tonarles una foto, debía de acabar el royo pronto para exponerlo y darles un regalo antes de irme.
Suspiré pensativa observando los alrededores y para cuando me di cuenta ellos tres estaban ya en una rama, invitándome a seguirles, sin pensarlo mucho lo hice y tras varios esfuerzos llegué a donde ellos.

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R u n s | Hange Zoe
FanfictionEn medio de un departamento descuidado o abandonado, recostada en un sillón viejo, sintiendo los efectos del alcohol y droga, mi peso cada vez aumentaba y mis ojos se cerraban y llegando a la conclusión que era una basura de persona. Pero la pregunt...