El resto de la semana había pasado rápidamente, seguí estudiando durante las tardes con armin menos el fin de semana, se pensaba que tenía el fin de semana libre, pero realmente tenía que reponer los días que falte a la tienda por estudiar, y aunque no era la cosa más movida prefería hundirme en mi propia miseria. Me era curioso el como no había tenido ataques de cualquier tipo o como dormía con facilidad, incluso las noches se me pasaban con velocidad, pero la siguiente semana me trajo cuentas, ahora podía dormir miles de horas o no hacer absolutamente nada pero tenía la sensación de estar cansada, agotada... Había dejado de lado mi pasatiempo por centrarme en los exámenes finales, entregar tareas que nos dejaban aún sabiendo que teníamos dos exámenes por día y terminar algunos escritos o proyectos pendientes para tener todo completo y tener un porcentaje más que decente.
El dormir no era una opción pues mi inseguridad volvió después de unos días de descanso, las marcas de las ojeras eran notables y mis ojos cada vez se hinchaban más y se enrojecian.Todos cercanos a mi lo habían notado, habían notado mi notable sobre estrés y las marcas de uñas en mis brazos, intentos de liberar sentimientos. Ella al igual que yo se la pasaba ocupada, apenas si intercambiamos unos mensajes y todos referentes a los exámenes y materias, se había ofrecido a ayudarme, incluso a pasarme algún que otro examen porque algunos maestros no los cambiaban, pero aún sabiendo que era un oportunidad para verle, incluso para compartir algunas palabras y puede ser que algún toque, me negué. Sabía que lo que sentía era pasajero y que solo eran temporadas donde me daban bajones emocionales, que estaba bien, pero no podía mostrarme así ante ella, sabía que lo entendería, estaba segura que se ofrecería a ayudar, pero aún a esa suposición me negué a llegar a ella, no quería que esa mirada cambiará, no quería que tuviera lástima al mirarme, simplemente no quería.
Desperte de mis pensamientos, un ruido me hizo ser consciente que estaba despierta, al desbloquear el celular pude ver la variedad de notificaciones, más de veinte mensajes, noticias de otras apps y cuatro llamadas perdidas sin contra esta. Rápidamente me recosté sobre la cama bajo pecho y tomé el celular contestado el llamado. Era eren.
"— ¿se puede saber dónde mierdas estas? — se le escucha molesto — tienes 30 minutos para llegar acá y eso si ya estás ahorita en la bañera —. "
"— Espero que ese jodido cerebro sirva en este momento — no le respondí ni interrumpir— ¡mierda! Te quiero acá en 25 minutos — colgó —"
Me quede perpleja procesando el mensaje dado, y sin pensarlo mucho me dirigí a mis cajones buscando ropa que ponerme, ni siquiera encendí el voiler y me bañe con agua fría, dos pájaros de un tiro, me despertaba y me bañaba más rápido. Me fue incomodo cambiarme aún cuando mi cuerpo estaba húmedo, más el colocarme las calcetas y aun cuando el pueblo es bastante fresco eso no evitó que comenzará a sudar al poco tiempo de emprender el camino a la institución.
[ . . . ]
Hora de salida, las primeras horas había estado muy adormecida, pero entendía el enojo de eren, me había pasado los días pasados jodiendo con ese examen, y matandome estudiando, para que el día en que lo precentara llegara tarde a la escuela. Química había tocado en la segunda hora y de ahí ingles después del descanso, le había dado unas caladas a un porro, pues el estrés después del examen seguía ahí incluso el rubio me había pedido el porro para calmar sus ansias, no le entendía, claramente no estaba en la misma posición que el, a él se le facilitaban las cosas relacionadas a la escuela, incluso le interesaba, pero suponía que su inseguridad a veces le ganaba.
Había tomado una ruta diferente, no me dirigía a la casa, sino a un pequeño super mercado, casi hacíamos una semana donde el refrigerador estaba vacío y la alacena se vaciaba poco a poco, no podía comprar gran cosa pues era mucho peso para mi y seguramente no tenía dinero suficiente.
Tomé cuatro envases de leche, pedí algo de jamón y un paquete de galletas, no me tome la molestia de tomar un carrito sino una canasta e ir jalandola a través de los pasillos, pasaba distraída por el largo pasillo de papel higiénico, viendo diversas marcas y precios hasta que un sonido me volvió a colocar en la realidad, un quejido.

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R u n s | Hange Zoe
Fiksi PenggemarEn medio de un departamento descuidado o abandonado, recostada en un sillón viejo, sintiendo los efectos del alcohol y droga, mi peso cada vez aumentaba y mis ojos se cerraban y llegando a la conclusión que era una basura de persona. Pero la pregunt...