Diecinueve

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El fin de semana nuevamente lo había tenido ocupado, me había pasado la mayor cantidad de horas en la tienda, mis amigos me habían ido a visitar en mis momentos libres y la morena me llamaba dos veces por día para asegurarse que estuviera bien y cosas así. No la había visto más que en la escuela, incluso era difícil cruzarme con ella por los pasillos, odiaba la diferencia de horarios y como ambas no podiamos tomarnos un tiempo para vernos. Realmente no sabía que tipo de relación tenía con ella, nunca lo hablamos, pero no era incomodo estar con ella, simplemente era confuso el como nos tratábamos.
Nos habíamos visto durante la mañana, me era raro pues ella entraba una hora tarde, no le pregunté, solo alce mi mano saludándole y me fui corriendo pues ya iba tarde a clase.
Después de la clase, nos tocó saludar al maestro de movimiento físico, que como no podía esperar más solo era un vago más en la escuela y decidió darnos la clase prácticamente libre con la excusa que ya sólo quedaban unos días pero que al menos un grupo de nosotros tendría que estar haciendo algo, y claro que si, el grupo de tontos de mi grado salieron a gritar que jugarían fútbol, unos cuantos más se unieron pero el rubio y yo nos recargamos en la pared viendo al patio.

Paso la hora y tocó regresar al aula, había dejado mi mochila ahí por lo que al abrir la puerta y dirigirme a ella pude ver una nota pegada en la parte delantera "Te quiero - Zoe" alce la mirada confundida y me dirigí al pasillo buscando a una persona en especifico, pero solo estaban los de mi salón, suspiré frustrada y abrí la mochila para sacar alguna libreta y seguir con las clases pero mi sorpresa fue mayor cuando había unos cuantos dulces y galletas llenado esta, y al final había otra nota "Te veo en el descanso, donde el balcón" sería estúpido si dijera que no me había gustado el detalle, de hecho lo adoraba, pues solo nos habíamos mandado algunos mensajes porque ella estaba muy ocupada y verla hoy... Me hacía sentir feliz.

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Me había alejado de armin con la excusa más barata del mundo, ir al baño era lo más sencillo aunque me podía acompañar me había excusado con que eren se molestaría y que el se adelantará, pero en cuanto vi que lo perdía de vista decidí ir corriendo a la salida trasera, ya que normalmente no salían antes de comer algo. Me apresure donde los escombros y pude ver una figura de espaldas, de manera rápida la reconocí y me acerque a ella.

— ¡Hey! Linda — me habló la morena — anda subamos — y me rodeo los hombros hasta llegar a los escombros —.

Hicimos el mismo proceso de la otra vez, subíamos y yo me apoyaba en ella para saltar y al estar arriba le ofrecía mi mano para sujetarse y pasar del otro lado de las barras.
Una vez ahí ella sacó un tipo mantel de su mochila y lo ponía junto a unas bebidas y algo de comida guardada.

— me he dado cuenta que no sueles comer — dijo poniendo la comida — a menos que estés con alguien — dijo mirándome a los ojos —.

— si como, pero luego no tengo tiempo — dije quitando mi mirada de ella — suelo comer más en las noches —.

— eso no quita el hecho de que no comes a tus horas — dijo sentándose — agarra lo que quieras —.

Al estirar mi mano por un cubierto de plástico y algo de manzana en rebanadas ella hizo una expresión de sorpresa y sostuvo mi muñeca, y si, era la muñeca donde tenía sus iniciales.

— ¡Oh por dios! — dijo acercando la muñeca a sus ojos — no puedo creer que esos dos lo hicieran — se refirió a los mayores — pensé que cuando lo habían dicho era de broma — soltó mi muñeca y de ahí comenzó a reírse —.

R u n s | Hange ZoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora