𝘙𝘰𝘮𝘢𝘯𝘤𝘦 𝘢 𝘭𝘢 𝘥𝘦𝘳𝘪𝘷𝘢

CAPITULO 1

-¿Cómo estás hija?. ¿Cómo te trata tu papá?. ¿Bien?.

-Si ma, no te preocupes. Mi papá es un sol conmigo, no sabes.

-Te extraño tanto mi amor, y tu hermano también.

-Solo llevo 5 meses fuera.

-Mi amor eso es mucho, estaba acostumbrada a verte 24-7 y ahora ni eso. Solo por videollamada cada 3 o 4 días.

-Ya lo se ma, la verdad las clases han sido súper pesadas, apenas y tengo tiempo para mi. ¿Y Tyler?.

-Fue a cerrar un negocio con Rodrigo, así que solo estamos este chiquitin, tu abue y yo.

-¿Cómo?. Mis tíos ya no viven ahí?.

-No. Mario se compró su casa y Gonzalo se fue a vivir con Helena, solo para ver si la cosa funciona, ya sabes como son.

-¿Quién viera a mi tío Gonzalo con Helena?. ¿No que eran amigos?.

-Pues como dices, eran...

-Ma y ¿qué han sabido de la mamá de Tyler?.

-Nada hija, la detective Larios la sigue buscando, y Olinka no quiere decir dónde esta. Incluso le ofrecieron años menos pero ni así logramos sacarle algo.

-Que mala onda de esa mujer, pero vas a ver que pronto va a pagar por todo, y hasta peor que la cárcel.

-No hija, nosotros aquí no le deseamos el mal a nadie.

-Es que me da una rabia horrible.

En eso Santiago comenzó a llorar. -¿Qué pasa Santi?. Tranquilo mi amor.

-De seguro pulgita tiene hambre ma, si quieres luego hablamos para que le des algo.

-Si hija. Nos vemos.- Le lancé un beso. -Te quiero mucho, cuídense.

-Igual ma. Hasta pronto.- Dicho esto colgué.

-Hija cuando termines me gustaría presentarte a alguien importante.

-¿Sí?. ¿Quién?.

-Ya verás, vendrá a cenar con nosotros.

-Okey, solo dejame terminar esta tarea y te ayudó con la cena.

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-Andrea.

-¿Qué sucede Chabela?.

-Te hablan del reclusorio.

-¿Del reclusorio?. ¿A mí?. ¿Cómo para qué?.

-Ni idea, primero buscaban a don Güero pero no esta y dijeron que contestarás tú.

-Okey deja veo. Cuidame a Santiago para poder ir.

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-Hola, ¿Quién habla?.

-Señora Somers, buscamos a su marido.

-Mire, el no se encuentra en este momento. ¿Le gustaría usted dejarle un recado?.

-Lo que pasa es que una de las presas quiere hablar con el, no le queda mucho tiempo de vida y dice que tiene algo muy importante que hacerle.

-¿Se puede saber el nombre?.

-Claro que si, ella es. Olinka Cohen.

En cuanto dijo Olinka quede en shock, no me salían las palabras, no sabía que decir. Pero la voz de la mujer en el teléfono me saco de mis pensamientos.