CAPITULO 5

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  🅄🄽🄰  🅂🄴🄼🄰🄽🄰   🄳🄴🅂P🅄🄴🅂

Estaba en la cocina preparando mi desayuno ya que mi padre se fue a trabajar, en eso escucho la puerta y fui a ver quien era. -¡Dayanne!. ¿Qué haces aquí?. No te esperaba.

-Bueno quería darles una sorpresa, ¿dónde esta tu padre?.

-Seguro debe estar trabajando, osea que no esta.

-Pero el le toca descansar hoy.

-Pues no, porque si le tocará descansar estuviera aquí y como no lo ves solo significa una cosa. ¿Ya te puedes ir?.

-Pero hijastra, ¿ni un vaso de agua me vas a ofrecer?.

-No, creeme que estoy muy ocupada y nada me caería tan bien que te fueras.

-Mira niña, como ya te dije, es mejor que tu y yo nos llevemos bien. Vamos a ser famila y las familias se llevan muy bien.

-Como digas cruela.

-¿Cómo me dijiste?.

-Pues si el saco te queda.

-Si tu no quieres terminar en un barco lejos directo a un internado de Suiza, será mejor que te comportes. Tu padre es muy fácil de manipular y no va a ser nada difícil converselo.

-El jamás haría eso, además mi madre no lo permitiría.

-Pero, ¿qué crees?. Tu mami no esta aquí para defenderte, así que no es la primera vez que te lo advierto.

-Solo estas ardida porque eres una vieja quedada y te urge casarte.

-Mejor me voy, mira no quiero amargar mi mañana.- Le di la espalda

-Aparte de ruca cobarde.

-Vuelveme a decir algo más y no sabes como te va.

-¡Ruca! ¡Cobarde!. ¡Vieja quedada!.

Le di una bofetada. -Te lo advertí.

-¡Hhhh!.- me sobe la mejilla y yo le regresé otra. -¿Quién te crees para golpearme?.

-Alguien tiene que enseñarte a respetar, y si no son tus papás sere yo. Será mejor que me valla, no quiero terminar de sacarte los dientes.

-Andale si adios, créeme que te vas a arrepentir.

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Estabamos desayunando y de pronto a Tyler le entro una llamada.

-Hola, ¿qué sucede Rodrigo?.- Me pare de la mesa.

-Tyler, tienes que viajar a Nueva Zelanda de urgencia, el nuevo inversionista esta haya y de momento no puede viajar a México.

-Okey, ¿tiene que ser ya?.

-Claro que si, te buscare un vuelo directo sin escalas para que llegues lo más pronto posible.

-Me parece perfecto, deja pido arreglar mis maletas.

-Esta bien, ya le avisó que vas para allá.

-Gracias.- Dicho esto colgué y regresé al comedor.

-¿Quién era?.

-Rodrigo, ¿no escuchaste su nombre?.

-Si, pero sabes que no me gusta que respondas el teléfono en la mesa, pudiste esperar.

-Esto no es para esperar, Chabela necesito que hagas una maleta ligera pero con todo lo necesario por favor.

-En seguido Don Güero.

𝘙𝘰𝘮𝘢𝘯𝘤𝘦 𝘢 𝘭𝘢 𝘥𝘦𝘳𝘪𝘷𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora