Redes

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Para   Celeste  escuchar que su padre a sus sesenta y cinco años fuera a ser padre de nuevo, la puso a temblar.  Si Rosalin le daba el varón que él siempre soñó tener -- Ella se quedaría sin su añorada herencia --  Ese niño no debía nacer.

Pero la sorpresiva noticia no terminaba ahí.

Celeste hija -- ¡Voy casarme con Rosalin! -- Sé que aquí no sería bien visto ni lo del bebé ni lo  del matrimonio entre ella y yo. Así que me la llevaré a Inglaterra a la casa que tengo en el campo y allí podremos ser felices.

¿¡Felices!? --  ¿Papá te escuchas a ti mismo? Ella -- Cuando iba a decirle que era muy viejo para ser padre y que Rosalin solo quería su dinero se quedó callada por unos instantes y luego dijo: Esta bien papá -- Te enamoraste y lo entiendo y ese bebé, niño o niña  será mi hermano y voy apoyarte.

¡Gracias hija! --Y por tu herencia no te preocupes --  ¡Tengo suficiente dinero para heredar a mis dos hijos!

¡Ven con nosotros Celeste! -- La casa es muy grande y así podrás superar el  vergonzoso fiasco  con Gallager y encontrar a un rico inglés para casarte -- Ya tengo en mente uno o dos  prospectos atractivos para ti.

¡Papá! -- Dijo asombrada

Vamos hija -- ¡Ya no eres una niña! y la belleza no dura para siempre. Allá podrás elegir entre un joven y  divorciado rico o un viudo mayor pero aún más rico -- O jugar un poco antes de casarte --  Pero no te recomiendo jugar mucho. Oh perderás tu oportunidad de casarte allá.

Yo te recomiendo el hombre mayor y más rico que tu padre -- Dijo Rosalin apareciendo y abranzando a Tomás.
Es atractivo y desea un pronto matrimonio y le gustarías sin lugar a dudas. Serías ¡lady Breiton! La respetada, hermosa y joven dueña de las grandes tierras y mansiones de Lord Breiton.

¿Y de dónde lo conoces Rosalin? -- preguntó Celeste que aún no terminaba de comprender porque se había dejado embarazar por su padre si con su belleza podía conseguir un mejor prospecto y más joven.

Es mi primo --  Y te aseguro Celeste que al verte se querrá casar contigo casi de inmediato -- Y para responder la pregunta que no quieres hacerme, pero que veo en tu mirada -- Te lo responderé en una sola línea -- Me encanta tu padre -- ¡Como hombre!

Era obvio a que se refería Rosalin.  Y era más que claro que a su padre también le gustaba muchísimo Rosalin como mujer.  Así que de nada le serviría oponerse.

¿Lady Breiton eh?

Te lo presentaré al llegar a Inglaterra.  Te gustará.  Es un fino caballero y amante de hacer costosos regalos. Y enviudo hace unos meses. Es unos años  más grande que tu padre, pero tiene fuerzas para disfrutarlas por algunos años.  Y no ha podido tener hijos.

Él no quiere terminar sólo sus últimos años y no quiere una mujer mayor, si no una joven esposa para disfrutar de su belleza y de su fortuna  con ella -- ¡El marido perfecto! -- ¿No crees?

A la ambiciosa Celeste Harper esas referencias, en especial que no quisiera hijos le sonó ¡maravillosa! Ya se sentía Lady Breiton.

Rosalin dio en el clavo y en minutos tenía en sus manos a la hija de Harper.  Y se garantizaba al casarla con su primo tenerla lejos muy pronto de su padre, Tomás Harper. A quién quería solo para ella.

Lidia no  esperó oir de Rosalin que estaba embarazada y ¡menos de su tío! Pero Rosalin había tomado demasiado en serio su aventura con él  y muy pronto se convertiría en la señora Harper y la madre casi a cien se acierta del hijo varón que siempre soñó su tío.

Eres más ambiciosa que yo y siempre creí que terminarias con algún viejo rico que te consintiera todos tus  caprichos -- Pero ¿el tío? -- ¡Vamos Rosalin! Podrías tener al hombre que quisieras comiendo de tu mano -- Le decía Lidia a su amiga de años.

Tú eres aún muy joven Lidia y yo ya pasé por un matrimonio de "supuesto amor para toda la vida" ¡Y me gustó mucho Harper desde la primera noche! -- ¡Es mi hombre! -- Y yo acepté ir más lejos con él  bajo el riesgo de  embarazarme. Él tomó el mismo riesgo y los dos aceptamos las consecuencias. Ya no somos ningunos niños y me gusta sentirme su mujer.

¡Te enganchaste del tío Tomás y por eso me dijiste que veías bien al viejo!

Sí Lidia -- Y te recomiendo que aceptes la propuesta del duque.  Es un hombre adulto como Gallager  y como a ti te gustan los hombres, fáciles de manipular. A tu prima la voy a casar con Arthur mi primo y me deshare de su sombra tras de Tomás.  ¡Él es mío! Y lo quiero solo para mí. Quiero vivir con nuestro hijo y no muy tarde darle   otro hijo más.  ¡Solos! -- ¡Sin su hija atrás!

¿Y le dijiste que la difunta esposa de tu primo era la que no podía tener hijos y que ahora tu primo quiere casarse para tener un heredero? -- Le preguntó Lidia

¡No! -- Pero ya hablé con Arthur y le dije como proceder con su futura y bella esposa. Caerá sin darse cuenta. Y por cada hijo recibirá una cuantiosa suma de dinero. Es ambiciosa y le gusta como suena ¡Lady Breiton!

Jajaja -- ¡Vaya sorpresa la que le espera a Celeste! -- Un viejo que desea casarse con una joven mujer para disfrutar de ella y que además  le dé hijos -- ¡Vaya festín se dará tu primo!

Mi primo le pagará bien -- Además no es tan feo.

No, ¡cierto! -- Porque no me lo dejas a mí.

Perdiste tu oportunidad cuando te lo ofrecí y tú no quieres convertirte en madre sin divertirte un poco. Un hijo, ¡no más! -- ¿lo recuerdas?

Tienes razón Rosalin --  Un hijo o una hija -- Uno solo para amarrar la herencia, ¡nada más!

Entonces allí tienes al Duque, dale un hijo y garantizate una vida de lujos.

¡Lo haré! -- Y es más --  Te apuesto a que mi boda será más sonada en la sociedad que la de Celeste -- Decía orgullosa Lidia.

Mientras ustedes se pelean quién tendrá la mejor ceremonia de bodas yo seguiré de luna de miel hasta que mi abultado vientre ya no me lo permita.

Sigo sin entender -- ¿Que le viste al tío?

Eso es asunto mío Lidia, y no te lo diré -- Jajaja..

Los planes estaban hechos y la última en enterarse de la red que habían tendido para ella,  era Celeste. Rosalin le llenó la cabeza de humo y ella se tragó la historia.

Mientras Harper se sentía libre de vivir su amorio con la voluptuosa Rosalin Breiton. Quien se convertiría en su segunda esposa en unos días.

Tres pájaros de un sólo tiro y Peter ni tenía idea de lo afortunado que había sido.

Y su esposa se había desecho de su pretendiente Frederick Keller a través de la bonita morena amiga suya Katerina Avalos. Compañera  de trabajo en la clínica del doctor Williamson.

Y para fortuna ya no volvería a su hacienda porque Keller y Luna habían vuelto a la hacienda de los Harper.  No molestaría más a Camila porque Keller estaba saliendo con Katerina.

Después de más de una semana de silencio, Peter se enteró que Tomás Harper se mudaba a Inglaterra y que sus sirvientes algunos amigos  de sus hombres se habían enterado de que había embarazado a la amiga de su sobrina y que se casaría con ella.

Y que tanto su hija Celeste como su prima Lidia se habían comprometido en matrimonio con ingleses.

La noticia no pudo hacerlo más feliz.  Era hora de traer a su esposa a reinar en su casa y a dormir a su lado en su cama.

Aprendí a ser feliz contigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora