El milagro

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El amor fluia en la casa de los Harper, Valezca se recuperaba muy bien y la enfermera fue sustituida por la señora Mari, a Valezca no le agradó para nada verla cerca de su esposo cuando ponía al pequeño en sus brazos -- Ella lo miró y rozó sus manos, era obvio que esa chica quería algo más con su esposo y ya que ella convaleceria por más de un mes lo primero que pensó fue en deshacerse de ella -- Algo que el doctor no aprobó pero que Tom aceptó.

-- Lo siento doctor Morris pero yo apruebo lo que dice mi esposa --¡Ya no necesitamos a la enfermera! -- La señora Mari se hará cargo de mi esposa y del bebé, además aquí está mi madre y tengo suficiente personal en la casa para que se encarguen de estar pendientes de mi esposa -- Sólo tiene que indicarles que hacer y ellos obedeceran al pie de la letra lo que usted les diga, ¡aman a mi esposa! Y la cuidarán muy bien -- Las palabras de Tomás Harper no le parecían muy sensatas al doctor Morris, él consideraba que la señora Harper aún necesitaba la presencia y el cuidado de la enfermera, pero veía que por más que tratara de insistir sus palabras no tendrían eco.

Cuando llegó el momento de marcharse la enfermera pasó por su paga a la oficina del señor Harper en la casa, Tom le extendió el cheque y le agradeció su labor -- Le agradezco señorita que cuidara de lo que más amo en este mundo ya que mi esposa Valezca es la única mujer que me gusta y que deseo y a la que espero con ansias volver a amar -- ¡No existe otra mujer que pueda asemejarse a ella! ni mujer que me cause lo que ella me provoca. Por eso le agradezco su labor y espero que este cheque le hable de lo agradecido que estoy por cuidar de mi esposa y de mi mujer durante estas semanas -- ¡le deseo lo mejor! y espero que consiga lo que busca, pero en esta casa no lo encontrará -- Tom Harper le dejaba claro a la enfermera que había entendido cada una de sus provocaciones y que no estaba interesado en ninguna de ellas.

La mujer salió cabizbaja y avergonzada de la oficina del joven y guapo señor Harper sin decirle gracias, sólo tomo su cheque y asintió entender el mensaje.

Con la chica fuera de la casa Valezca se sintió tranquila y su esposo entendió de inmediato que le bastó una vez para su esposa comprender la intenciones de la mujer.

Ahora Tom sonreía tranquilo y feliz al ver a su esposa reír al lado de su pequeño y de su hija Angela -- La amaba tanto, que sin lugar a dudas se deshizo de la enfermera que quería pasarse con él -- Todo estaba bien en su casa ahora.

Más en la casa de Peter su esposa Elena disfrutaba de los mimos de su esposo y de oirlo hablarle a sus pequeñas de todos los regalos que ya les había comprado y de los que le habían traído sus abuelos.

-- ¡Estoy seguro de que les gustarán más los míos! -- Le decía Peter -- Aunque papá ya tiene dos Ponís recién nacidos de Eros que son preciosos para nuestras hijas -- La idea de que yo vaya a tener a dos princesas tan bellas como su madre lo ilusiona -- Él tuvo sólo a Valezca y Angela es la niña mimada ¡de Rosalin! -- Dijo Peter acercándose al lado de su esposa Elena para besar su vientre y darle las buenas noches a sus bebés.

-- ¡Dejen dormir a mamá mis pequeñas! que anoche no pudo dormir bien y papá tampoco -- Bostezando beso cada lado de la pancita de Elana y les dijo a sus bebés: ¡Las amo! -- Recostandose en su almohada se quedó dormido después de besar a Elena -- Estaba rendido, había sido un día de duro trabajo.

A eso de las tres de la madrugada un grito lo despertó: ¡Peter estoy sangrando! -- Algo no andaba bien con Elena o sus pequeñas ya querían nacer-- Llamó al doctor Morris que atendía también a Elena y le explico lo sucedido y él le sugirió que la trajera de inmediato a la clínica hospital.

Estando en el hospital Elena no se veía bien.

-- ¿Como está Elena? -- Le pregunto su madre al llegar -- ¡Está en sala de operaciones! -- ¡Mamá tengo miedo! -- Le dijo Peter.

-- ¡Tranquilo hijo! ¡Verás que todo saldrá bien! -- Su padre lo abrazo y le brindaba consuelo y apoyo cuando apareció Mario el médico de cabecera de Peter y les informó que las niñas habían nacido y que eran preciosas y pesaban casi los cuatro kilos y que al ser tan grandes y pesar tanto habían causado esa condición en Elena.

-- ¡Que alivio! -- ¿Y mi esposa como está? -- Le preguntó Peter -- A lo que Mario contestó: Peter, ella perdió mucha sangre -- Tendremos que esperar veinticuatro horas para ver su evolución.

-- ¿¡Evolución!? -- ¿Que significa eso? -- Preguntó muy asustado Peter.

-- Peter ella, sufrió un paro cardíaco en medio de la intervención -- ¡Reaccionó muy rápido! -- Pero su condición es delicada ¡hay que esperar! -- Peter y Camila miraron a su hijo desplomarse en una silla, su abatimiento era notorio -- Las lágrimas de Peter empezaron a caer al piso, no concebía una vida sin Elena.

-- ¡Tranquilo hijo! -- ¡Ella saldrá de esta y tú y ella volverán a casa con sus pequeñas y dejarán esto atrás! -- ¡Confía Peter! -- Le pedía su madre rodeando a su hijo con sus brazos.

Mientras Peter alejando a su amigo Mario un poco de su hijo y de su esposa le pregunto: Dime Mario ¿Que tan sería es su condición?

-- ¡Lamentablemente ella ya no podrá tener más hijos! Y en cuanto a su condición cardíaca, podría ser sólo producto del parto tan complicado y superarlo como si nada fuera pasado, pero es cuestión de observar los análisis y su evolución en las siguientes horas -- Por el momento, ¡encargate de tu hijo y déjanos a su esposa en nuestras manos -- ¡Está en manos de los mejores médicos!

Escuchar a su amigo le daba un poco de tranquilidad -- La condición de Elena no era de muerte aunque debían esperar -- Pasadas las horas Steve llegó con Robert para acompañar a su hermano y sus padres se fueron a descansar un poco.

-- Peter te traje algo de comer -- Le dijo su hermano -- Te lo agradezco Robert pero no tengo hambre -- Le contesto Peter.

-- ¿Ya fuiste a conocer a tus hijas? -- Le pregunto su hermano Steve.

-- No quiero verlas sin Elena -- Además sólo me pondría a llorar si se parecen a su madre como creo -- ¡No estoy en mi mejor momento! --¡Sólo pienso en Elena! -- ¡No la quiero perder! -- Peter se veía muy mal y sus hermanos comprendían como podría sentirse.

Eunice estaba en su casa con su pequeña Luz y la esposa de Robert hablaba con él por teléfono preguntándole por su hermano y la condición de Elena y las niñas.

Ya habían pasado catorce horas de la operación de su esposa y para Peter había pasado ya una eternidad -- No había comido nada y tampoco se quería mover del lugar. La noche llegó y sus hermanos tenían que volver con sus familias, mientras Tomás su cuñado lo acompañaba.

-- Sé como puedes sentirte Peter y no sabes como lo siento -- Cuando esperaba el nacimiento de mi hijo y como respondería Valezca crei que iba a morir y que los minutos se me hacían horas interminables -- ¡Entiendo como te sientes! -- Pídele al doctor que te permita verla aunque sea por unos minutos Peter y cuando estés a solas con ella dile lo mucho que la amas y pídele que vuelva contigo -- Lo que Tom le decía le sono tan bien a Peter que fue lo que hizo -- Habló con el doctor y le pidió permiso para estar con su esposa unos minutos.

Una vez dentro de la habitación y ver tan pálida a su esposa un nudo se formó en su garganta pero en lugar de llorar se acercó a Elena y como pudo le pidió: ¡Vuelve conmigo mi amor!

-- Acaricio su rostro y beso sus labios -- La miraba y recordaba cuanto tuvo que esperar para estar junto a ella y lo feliz que fue cuando la amo por primera vez y mientras besaba la mano de su esposa y la bañaba con sus lágrimas una frase le devolvió la vida.

-- ¡Te amo Peter!

Aprendí a ser feliz contigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora