Un corazón rendido

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El joven Harper resultó tener más carácter de lo que esperaba Peter. Creía que era un cobarde igual que su padre y que al igual que él actuaba por la espalda hiriendo a quién pudiera.

El viejo Harper era un rencoroso y él también se estaba dejando llevar por el rencor. Actuando igual como el viejo Harper.

Miró a Tomás y junto a ese hombre estaba su hija. Y si él lo rechazaba ella se iría con él y no volvería y ya había cometido el error de decir que si ella estaba embarazada de Tomás él ordenaria que le practicarán un aborto. Sus palabras sonaron más al viejo Harper, que a él mismo.

Su hijo Peter se había puesto del lado de su hermana gemela y era obvio que tampoco quería seguir arrastrando rencillas pasadas.

-- Señor Gallager -- Continuó Tomás -- Señor Gallager yo -- Bueno, realmente nosotros hemos decidido quedarnos a vivir en los Álamos. Tengo mucho que hacer en estas tierras, pero antes quiero llevar a Valezca de viaje por varios lugares que yo he visitado y que deseo que compartamos juntos antes de volver y formar nuestra familia aquí -- Espero Señor Gallager que cuando mi esposa y yo hallamos vuelto de nuestro viaje usted nos halla perdonado por irnos así -- Y por casarnos sin su consentimiento.

Ese muchacho tenía más agallas de lo que Peter se había imaginado. No se intimidaba ante él. Estaba dispuesto a todo y no le importó lo que le oyó decir, protegeria a su esposa ante cualquiera. Estaba decidido, y no daría un paso atrás.

Peter su hijo lo miraba esperando su respuesta. Y podía verse que apoyaba a su hermana y su decisión de mantenerse como la señora de Tomás Harper Breiton.

No había salida. Y como padre estaba acorralado, si decía que No, perdería a su hija. Y si decía que Sí, aceptaba a un Harper como parte de su familia.

-- ¿Cuándo han decidido irse de viaje? Y ¿cuándo volverán? -- Peter trataba de hallar un punto dónde empezar de cero y así poder darles su aprobación

Valezca se desprendió de los brazos de su esposo y abrazando a su padre le dijo: Papá yo te quiero mucho y no deseo estar lejos de ti, o de mamá y mis hermanos -- Pero Tom Harper es el hombre que yo amo y él tampoco quiere dejar sola a su madre. Queremos dejar atrás la sombra de los rencores y formar una sola familia.
--Papá -- ¡Aceptalo! y hazme muy felíz al saber que cuando volvamos mi esposo y yo, podré ir a visitar a mi padre con la noticia de que será abuelo y que pueda ver en tus ojos que eso te alegra.

--¡Mi pequeña! -- La voz de Peter se quebró y dos grandes lágrimas cayeron de sus ojos.

--Valezca lo único que deseo es que seas feliz. Y me equivoque al pretender que si te obligaba a enamorarte de quién yo quería, te retendría junto a mí. Pero eres como yo --  Amaras para toda la vida a un sólo ser -- Tu alma se apego a Tomás, como la mía se apego a tu madre ¡para toda la vida! --Te amo hija y, ¡Perdóname! -- Yo nunca te haría daño. Nunca quitaría de ti la vida y, creeme mi amor cuando te digo que tu esposo es y será a partir de ahora bienvenido en nuestra familia.

-- ¡Gracias papá! -- En un abrazo padre e hija se fundian, mientras Rosalin lloraba y Peter hijo le daba un abrazo de bienvenida a Tomás Harper Breiton a la familia Gallager.

Rosalin y Tomás acompañarían a Valezca a darle la noticia a Camila y a sus hijos -- Los Harper Breiton eran ahora una sola familia.

Los Harper Gallager --  Tomás y Valezca -- Aún le era a Peter difícil de asimilar. Muy a pesar de que ya había pasado un mes de la boda y de que de vez en cuando Valezca los llamaba y les decía lo feliz que estaba. Había conocido Venecia, París, Nápoles y su viaje aún no terminaba. Su esposo quería que conociera cada lugar que él disfruto con su madre y cuando viajó solo también.

Tomás cumplía el sueño de su hija, viajar.

Todo entre los de la hacienda de los Álamos y los de la hacienda de Gallager se relajó. Y entre sus trabajadores y los trabajadores de los Álamos se torno en un trato de mucha colaboración. Y entre Rosalin y Camila había una muy buena relación. Ambas esperaban la noticia de convertirse en abuelas.

Y la noticia llegó antes de lo esperado. Pero no para Rosalin, sino para Peter y Camila.

Su hijo Robert y su novia serían padres. Era hora de enfrentarse a otra despedida. Robert y su novia se lo habían dicho primero al padre de Merilu y Henry su hermano se iba a casar con Jenny, así que aprovecharían la boda de Henry para casarse ellos también y Robert se iría con Merilu al sur, dónde Torner les había dado tierras para que Robert levantara el negocio maderero que soñaba.

Su hijo Robert les daba una sorpresa feliz y triste a la vez. Mientras que para Torner su hija se iba lejos y eso le dolía, su hijo Henry se quedaría con Jenny a vivir con él en su casa. Ya que Torner era viudo. Jenny dejó de trabajar para Gallager en la clínica de la hacienda.

La nueva asistente de Williamson que aún estudiaba veterinaria, vino a sustituir a Jenny y desde que la conoció Peter, lo tenía entusiasmado.

Era una chica muy agradable y simpática, de cabellos rizados color chocolate, de gruesos labios rojos y hermosos ojos verdes. Su sonrisa lo contagiaba y lo hacía sonreír.

El timbre de su voz lo hacía voltear a mirar hacia donde ella estuviera. Le agradaba mucho y solía buscarla muy a menudo para hablar con ella.

Una tarde su hermano Steve lo sorprendió mirándola y le dijo: ¡Sí sigues mirándola así te la vas a acabar!

-- ¡Cierra la boca Steve! No la estaba mirando.

-- ¡No! Tienes razón.. ¡Te la estabas comiendo con los ojos! Jajaja...

-- ¡Cállate! ¡Que te va a oír!

Tienes un gran problema Peter.. Tienes novia y tu corazón se está enamorando de otra.

--¿Que dices? -- ¡Claro que no! Solo me simpatiza eso es todo..

-- ¡Que bien! Así no te molestará saber que saldrá con Lian..

--¡Eso no es cierto! --Ella lo rechazó.

Moviendo la cabeza Steve podía ver como su hermano Peter se descubría ante sus ojos. Él tenía razón, la chica de hermosos ojos verdes había rechazado a Lían, pero Steve se preguntaba si la razón era.. Su hermano Peter. Quien era más que obvio que se estaba enamorando o lo estaba ya, de esa linda señorita.

Entre ellos había un trato de mucho respeto y nada más. O así parecía. Porque Peter siempre aprovechaba bajo cualquier excusa tocar su cabello o pararse junto a ella para rozar su piel.

Rozaba su mano a propósito cada vez que le ayudaba con algún animal. Él le llamaba simpatía, pero cuando se le acercaba algún muchacho con intención de hombre Peter lo alejaba con mirada de león al acecho.

Ella sonreía y él se deshacía ante su mirada -- Amigos -- ¿Era sólo eso lo que quería ser de Elena? ¿Solo su amigo?

Para Peter era la respuesta. Tenía novia de hacía tiempo y todo entre ellos marchaba bien.

Hasta una tarde que Elena se resbaló entre la leche que derramó un becerro y Peter al verla la tomó de la cintura para evitar que se golpeara resbalandose también. Los dos fueron a caer sobre heno seco.

Se reían al hallarse juntos en el piso sobre el heno. Y al mirarla Peter y sentirla en sus brazos el deseo de besarla tomó su mente mientras su corazón no dejaba de pedirle con cada latido que lo hiciera.

Sus labios se juntaron y el sabor de sus besos se le metió en el alma, pidiéndole más de ella.

Se levantaron del piso al escuchar que alguien venía. Pero al escuchar que aquella persona tomó otra dirección, Peter volvió a abrazarla y esta vez, sus labios ansiaban un beso más profundo.

-- ¡Peter no! -- Esto no está bien. La respuesta que buscas, te la daré: ¡Sí! es verdad que me gustas. ¡Sí! es cierto --  Me enamoré de ti --  Te amo -- Pero sé mi lugar. Tienes novia y hace tiempo ya, y es con ella con quien debes estar Peter -- Es la hija del amigo de tu padre y no le puedes hacer esto -- Yo,  Yo Peter nunca seré amante de ningún hombre. ¡Ni por un día! Me casaré un día y le pertenecere solo a ese hombre -- Y esto --  Peter, ¡Voy a olvidarlo! ¡Esto no está bien! Te pido que ya no te acerques a mi de esta manera -- Soy empleada de tu padre y allí me quedaré. Si te molesta -- Entonces, ¡despideme!

Aprendí a ser feliz contigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora