Red || Pansy Parkinson

30.

Ya había pasado una buena cantidad de años desde que Elizabeth y Pansy se habían graduado de Hogwarts. Ambas habían conseguido los empleos que querían: Elizabeth siendo sanadora en San Mungo; y Pansy, que al final había abierto una empresa de ropa, que confeccionaba ropa para los magos y brujas, y también para los muggles. Ambas habían conseguido una linda casa a las afueras de Londres, con el campo rodeándolas, y al menos medio kilómetro lejos de otra casa.

Todos los sábados iban a cenar con los padres de Elizabeth, Greg siempre le hablaba a Pansy sobre cuidar al medio ambiente y a los animales, mientras que Hannah le enseñaba sus nuevas recetas y le daba consejos sobre las costumbres de Elizabeth, mientras que la susodicha se quejaba diciendo «no soy una niña pequeña, ma», y Pansy reía mientras veía sus ojos azules felices.

Y respecto a Draco y Henry, ambos habían conseguido trabajo en el Ministerio; Henry como un Inefable del Departamento de Misterios; y Draco... bueno, nadie sabía realmente que hacía en el Ministerio, cada vez que le preguntaban, desviaba el tema a cualquier otra cosa. Rachelle había terminado abriendo una tienda de dulces en el Callejón Diagon, teniendo variedad de dulces, mágicos y muggles, e incluso algunas de sus propias creaciones. Daphne trabajaba con Pansy, habían abierto juntas una boutique y Daphne se encargaba de ella, sacando las cuentas y administrando a los empleados.

Rachelle y Daphne salían seguido, probablemente porque eran las únicas solteras del grupo, iban a clubes nocturnos, tanto mágicos como muggles, contando muchas anécdotas sobre sus aventuras en ellos, como de la vez que en uno de los clubes tuvieron una pelea a puño limpio con veinte motoristas y habían terminado ganando (Elizabeth y Pansy sospechaban que habían embellecido los detalles, en especial porqué cuando Rachelle lo contó por primera vez tenía un ojo morado y un moretón verdoso en su pómulo, también cojeaba mientras caminaba, además de que uno de los colegas de San Mungo de Elizabeth le había dicho que había visto a su amiga bastante mal, siendo atendida por al menos tres sanadores).

Aunque Elizabeth le insinuaba a Rachelle que podría salir con Daphne, ella negaba y decía que era un alma libre, y que quería mucho a Daphne como para condenarla a pasar tiempo de más con ella.

Draco y Henry, al igual que Pansy y Elizabeth, habían conseguido una casa, solo que esta estaba bastante más cerca de la ciudad, pero era linda, muy oscura y, si a Elizabeth le preguntaban, muy al estilo Malfoy, con ostentación en cada esquina y cuadros caros en las paredes. Aunque no es como si pudiera comentar mucho sobre ello sin que le recordaran que su casa tenía una buena cantidad de paredes y decoraciones verdes gracias a Pansy. Elizabeth recordaba cuando habían llegado a aquella casa, que estaba con las paredes desnudas y completamente vacía.

-Una belleza, ¿eh?-inquirió Pansy con diversión, mirando el suelo de madera oscura.

-Lo será pronto-dijo Elizabeth sin preocupación-. Haremos que sea una belleza.

-Como tú.

-Que cursi eres. -rio Elizabeth.

-Solo por eso las paredes de nuestra habitación serán verdes.

Y así había sucedido, Pansy había pintado las paredes de verde, el mismo verde oscuro de la sala común de Slytherin. Elizabeth no se quejó mucho, después de todo, ella había cambiado la puerta de entrada por una roja, y también había comprado un lindo coche rojo.

- ¿Por qué rojo?-preguntó Pansy cuando Elizabeth estacionó el coche en la entrada de la casa.

-No había de otro color. -mintió mientras se encogía de hombros, Pansy supo que mentía, pero no le importó.

Elizabeth se encargaba del jardín de la casa cada vez que tenía tiempo libre, logrando así un jardín de gran variedad, con plantas muggles y mágicas, aunque había preferido dejar fuera las potencialmente peligrosas, aunque Pansy había insistido en que serían útiles.