Red || Pansy Parkinson

Extra: Expedición en la Mansión Parkinson.

Elizabeth despertó en medio de la noche y salió silenciosamente de la cama, mirando a Pansy a momentos, para verla dormir con la boca entreabierta y un hilo de baba deslizándose sobre su barbilla. Se aguantó una risa y fue hacia el armario, lo abrió lentamente, aún dándole miradas a Pansy, pero ella seguía durmiendo, mientras murmuraba cosas entre sueños.

Elizabeth se cambió rápidamente la pijama y cambió lentamente hacia la puerta de la habitación, le dió una última mirada a Pansy antes de salir de la habitación, bajó las escaleras y entró a la cocina, tomó una bolsa de gomitas y las llaves de su coche, salió de la casa y se dirigió hacia el coche rojo aparcado en la entrada, entró en el coche y metió lentamente la llave en el contacto, como si aquel movimiento brusco tan lejos de la habitación pudiera despertar a Pansy.

La puerta del coche se abrió.

— ¿A dónde diablos crees que vas?—preguntó Pansy, sobresaltando a Elizabeth.

—Dios santo, Pansy—se puso una mano sobre el pecho—. ¿Quieres que me de un infarto?

—Te pregunté a dónde vas. —Pansy entró y se sentó en el asiento del copiloto, mirando a Elizabeth con el entrecejo fruncido.

—Bueno...—pensó en que podría decirle, entonces la miró—. Podrías ser útil. —dijo pensativamente.

—Oh, gracias, no sabes lo mucho que me halaga que me digas eso. —bufó Pansy mientras se cruzaba de brazos.

—Voy a robar algo.

Pansy se quedó mirándola, entonces comenzó a reírse a carcajadas.

—Ay, Lizzy, aún no es el día de los inocentes, no sé por qué...—Pansy se calló cuando vio la expresión seria en la cara de Elizabeth—. Espera, ¿es enserio?

—Totalmente.

Pansy se quedó viéndola boca abierta, entonces se pasó las manos por el rostro.

—Ay, yo sabía, Rachelle y Daphne lo dijeron muchas veces...

— ¿De que hablas, Pansy?

—Dijeron que era mala influencia para ti, ahora veo que es cierto.

Elizabeth se rio.

—Sí, eres una mala influencia que amo, ahora, ¿vas a venir conmigo o no?

Pansy cerró la puerta y suspiró.

—Obviamente voy contigo, idiota, si vamos a prisión, vamos juntas.

—Azkaban. —corrigió Elizabeth, encendiendo el coche.

— ¿Vas a robar a un mago?—preguntó Pansy.

—Magos—corrigió, poniendo el coche en marcha, entonces volteó a ver a Pansy—. Voy a robar a tus padres.

★★★

— ¿Por qué estás usando mi suéter de Slytherin?—preguntó Pansy a susurros mientras caminaban por el patio de la Mansión Parkinson.

Pansy al principio no se había tomado muy bien la idea de que Elizabeth fuera a entrar a la casa de sus padres a robar quien sabía que, pero la rubia le había dicho que lo haría con o sin ella, así que, a regañadientes, la había acompañado.

—Es calentito—se defendió Elizabeth—, y huele a ti.

Pansy le sonrió.

—Qué cursi eres. —se burló.

—Oh, cállate.

Pansy rio silenciosamente. Ambas guardaron silencio hasta que llegaron a la puerta.