Red || Pansy Parkinson

25.

Pansy se puso de pie de golpe y se apresuró a seguir a Elizabeth, dándole una mala mirada a Ron, que se estaba levantando también.

Abrió las puertas del Gran Comedor lo más rápido que pudo y salió, mirando a ambos lados, hasta que captó el movimiento de la capa de Elizabeth, entonces se apresuró en seguirla.

— ¡Lizzy!—la llamó, pero ella no bajó la velocidad—. Maldición, Elizabeth—masculló—. ¡Detente!

La rubia se detuvo y volteó a verla, cruzando sus brazos sobre su pecho.

— ¿Qué sucede, Pansy?

— ¿Cómo que qué sucede?—preguntó la ojiverde acercándose—. Acabas de hacer una huida dramática, digna de una película.

Elizabeth se rio. Pansy se quedó confundida, ¿cómo había pasado de estar enojada a reírse?

— ¿Acabas de hacer una referencia a una película, la cual es algo del mundo muggle?

Pansy se quedó callada y se encogió de hombros.

— ¿Por qué no tenía mi cámara para grabar eso?

— ¿Y si mejor hablamos del hecho de que te fuiste dramáticamente?

Elizabeth suspiró.

—Fue estúpido e infantil—admitió—. Sé que es algo que piensas desde hace mucho tiempo, no puedo esperar que cambies de la noche a la mañana—Elizabeth sonrió y la miró a los ojos—. Y, de todas formas, no creo querer que cambies, me gustas por quién eres, Pansy.

— ¿Te gusto?—preguntó y sonrió—. Pensé que habías dicho que estabas enamorada de mí.

—Estoy enamorada de ti por quién eres—se corrigió soltando una risa—. Solo... no digas esas cosas sobre Ron frente a mí, él es mi amigo.

Pansy suspiró y se arregló el cabello.

—No te prometo nada—dijo—. Me pone celosa. —admitió en voz baja, casi inaudible.

— ¿Celosa?—preguntó Elizabeth con incredulidad—. ¿La gran Pansy Parkinson celosa?

La ojiverde bufó y la miró mientras alzaba sus cejas.

—Sí, búrlate todo lo que quieras, Lizzy, adelante.

—No, mi mariposa—negó—. Me sorprende que te pongas celosa de alguien que no te llega ni a los talones.

Pansy se quedó en silencio, mirándola fijamente.

—Sí, bueno...—titubeó, entonces sonrió con seguridad—. Eso ya lo sabía, solo dudaba de si tú lo sabías.

Elizabeth rio suavemente.

—Solo pienso las mejores cosas de ti, Pansy, pensé que lo sabías—dijo en voz baja—. Y, he de admitir, también estoy algo celosa.

— ¿Perdón?—preguntó Pansy, realmente confundida—. ¿De quién vas a estar celosa?, ¿de el trozo de carne al que le puse el diente o quizás al queso que estaba mirando con amor?

—De Draco—suspiró—. Y sí, es estúpido—Elizabeth se echó el cabello hacia atrás—. No sé porqué me siento así, es ridículo. Solo los veo susurrando cosas en la mesa de Slytherin y...

Suspiró con fuerza y no terminó de hablar.

—Ya no me interesa Draco, Lizzy—dijo Pansy con sinceridad, mirando fijamente los ojos azules de Elizabeth—. Pensé que lo sabías.

—Estuviste enamorada de él por mucho tiempo, discúlpame por sentirme insegura. —murmuró la rubia, abrazándose a sí misma.

—Obsesionada, no enamorada—corrigió—. Solo me he enamorado de ti, de nadie más.