Red || Pansy Parkinson

Extra: Año Nuevo.

Era 31 de diciembre y tanto Pansy como Elizabeth estaban metiendo varias cosas en el convertible del padre de Elizabeth, era su primer fin de año juntas y Henry las había invitado a su casa.

— ¿Está bien para tus padres que no pasemos el año nuevo con ellos?—preguntó Pansy con preocupación.

—Sí—asintió la rubia, metiendo varias botellas de licor muggle en el maletero del coche—. Dijeron que les vendría bien un tiempo solos, la verdad, no quiero saber por qué.

Pansy se rio entre dientes y cerró el maletero, volteando a ver a Elizabeth, que tenía el entrecejo fruncido mientras miraba su teléfono.

— ¿Y si mejor me miras a mí?—preguntó Pansy luego de unos segundos.

—Le estoy preguntando a Henry si necesita que llevemos algo más—comentó Elizabeth y luego alzó la mirada del teléfono, para encontrarse con los ojos verdes de Pansy y su sonrisa ladeada—. Y tú, señorita...

— ¿Señorita?—Pansy la interrumpió—. Pensé que era tu mariposa.

—No te pongas a beber alcohol, recuerda lo que sucedió la última vez.

—Eso fue culpa tuya, nadie te dijo que te subieras al árbol. —se defendió Pansy.

—Eso no dijiste cuando te disculpabas por eso.

Pansy sonrió.

— ¿Podemos olvidar eso por un momento?

—Oh, claro, como no fuiste tú la que casi se queda sin pie.

—Eres una dramática—Pansy la abrazó por el cuello—. Y te amo.

Antes de que Elizabeth pudiera responder, Pansy unió sus labios con los suyos.

Elizabeth no tardó en tomarla de la nuca para intentar profundizar el beso, pero Pansy se separó mientras reía.

—Tenemos que terminar de meter las cosas al maletero.

—Te odio. —murmuró Elizabeth.

—Sabes que no. —canturreó Pansy con una sonrisa feliz.

—Presumida. —murmuró mientras tomaba una caja y la metía con delicadeza dentro del coche. Pansy sonrió mientras la miraba con amor. Lo sabía, Elizabeth era el amor de su vida.

★★★

Elizabeth y Pansy entraron de la mano a la casa de Henry, él estaba en el sofá con Draco a su lado.

— ¿No vas a recibir a tus invitadas?—preguntó Elizabeth luego de unos segundos de verlos besándose.

—Espera un segundo, Norman, no te va a matar. —gruñó Draco, separándose un segundo de los labios de Henry antes de besarlo de nuevo.

Pansy volteó a ver a Elizabeth.

—Podríamos robar la comida, ¿qué dices?—preguntó en voz baja con una gran sonrisa.

—Vamos, sé dónde está la cocina. —ambas se alejaron silenciosamente mientras reían por lo bajo, hasta que entraron a la cocina. Pansy abrió el refrigerador y sacó una bandeja.

—Mira, es lasaña, ¿sabes dónde están los cubiertos?

Elizabeth abrió un cajón y sacó dos tenedores, le extendió uno a Pansy y el otro se lo quedó ella.

—En honor a los idiotas que se siguen besando en la sala sin saber que nos vamos a comer esto. —dijo la ojiverde con una sonrisa.

—En su honor. —asintió Elizabeth, entonces ambas clavaron sus tenedores en la comida y comenzaron a comer, apoyadas contra la encimera y hablando de cualquier cosa que se les ocurriera, hasta que llegó Rachelle.