Red || Pansy Parkinson

1.

Elizabeth desayunaba en la mesa de Hufflepuff, sus ojos azules paseaban por todo el Gran Comedor hasta que dió con la mesa de Slytherin, sus ojos se deslizaron con cuidado, viendo cada rostro, hasta que llegó al que le interesaba.

Pansy Parkinson.

La Slytherin desayunaba avena, totalmente ajena a la mirada que recibía de Elizabeth.

—Si la sigues mirando la vas a desgastar. —dijo una voz al lado de Elizabeth, haciéndola sobresaltar.

—No fue divertido. —dijo entre dientes, viendo a Rachelle Reckwood reír a carcajadas.

Rachelle era su mejor amiga, Hufflepuff al igual que ella, con un cabello castaño parecido al chocolate y ojos negros profundos.

—Lo fue—contradijo Rachelle—, ¿cuándo vas a dejar de mirarla como acosadora y le vas a hablar?

—Algún día. —respondió Elizabeth no muy segura.

Durante el resto del desayuno, Rachelle bromeó sobre un posible futuro entre Elizabeth y Pansy, fingiendo ser cura para casarlas, y fingiendo ser una niñera para sus hijos.

—Estás loca. —dijo Elizabeth luego de que fingiera ser la recepcionista del hotel para su luna de miel.

— ¿Hasta ahora te das cuenta?—preguntó Henry Miller, el mejor amigo de Elizabeth y de Rachelle.

Henry era Ravenclaw, tenía el cabello castaño claro con varios rulos en él, y unos preciosos ojos verdes que parecían esmeraldas.

Elizabeth caminaba hacia la salida del Gran Comedor, sintiendo una mirada fija en ella, alzó la vista y miró a la mesa de Slytherin, encontrándose con los ojos grises de Draco fijos en ella.

— ¿Por qué te mira tanto el príncipe de Slytherin?—preguntó Rachelle.

—No lo sé. —musitó Elizabeth sin dejar de mirar a Draco, que asintió lentamente. Elizabeth tragó saliva y asintió con la misma lentitud antes de seguir su camino.

—También te estaba mirando, Parkinson—comentó Rachelle con felicidad—, saldrán muy pronto. —aseguró

—No lo creo. —dijo Elizabeth con el entrecejo fruncido, estaba segura de que Pansy no la miraría. Conocía muy bien los rumores, ¿alguien en Hogwarts no lo hacía? Pansy Parkinson estaba perdidamente enamorada de su mejor amigo, Draco Malfoy, el mismo Draco Malfoy que estaba interesado en alguien más y que necesitaba la ayuda de Elizabeth, claro que eso nadie más lo sabía, ni siquiera sus amigos. Pansy Parkinson no tenía ojos para nadie que no fuera Draco Malfoy.

— ¿A dónde vas?—preguntó Henry al verla alejarse.

—Al baño. —mintió Elizabeth, se alejó a paso rápido, dejando a sus amigos confundidos.

Elizabeth caminaba dando largas zancadas por el pasillo, hasta que llegó a la torre de astronomía, esperó allí hasta que Draco Malfoy llegó.

— ¿Comida favorita?—preguntó el rubio sin saludar.

—Los pasteles que hacen los elfos—respondió—, ¿y el suyo?

—La pasta—respondió Draco—. ¿Color favorito?

—Naranja—el rubio arrugó la nariz, como si le molestara la respuesta—, ¿el suyo?

—El verde de Slytherin.

—Que patriotismo. —se burló Elizabeth con una sonrisa.

—Dile eso a la cara y será lo último que harás—aseguró Draco, tenía una pequeña sonrisa, parecía haberse relajado—. ¿Nos vemos en la salida de Hogsmeade?