Red || Pansy Parkinson

5.

Elizabeth había pasado la peor semana de su vida, lo de Pansy diciendo que no sabía besar bien y que solo la había besado para que Draco terminara con ella, parecía no haber sido suficiente, no, además también había sido humillada públicamente por la serpiente, ¿acaso podía tener peor suerte?

Elizabeth recordaba ese momento casi cada segundo de su existencia.

Ella iba al Gran Comedor para encontrarse con Draco, le había comentado al rubio lo que había escuchado y él estaba realmente molesto, ambos se habían cogido cariño y Elizabeth esperaba que siguieran teniendo la extraña relación de amistad que tenían.

Elizabeth entró al Gran Comedor con una gran sonrisa, buscando a Draco con la mirada, entonces una sustancia viscosa había caído sobre ella. Elizabeth sintió sus ojos cristalizarse al escuchar las risas de los estudiantes que estaban en el Gran Comedor.

—Ven, vamos. —dijo la voz de Draco, que la tomó del brazo, importándole poco ensuciarse, la llevó fuera del Gran Comedor y la guió por los pasillos. Elizabeth no pudo evitarlo y comenzó a sollozar mientras andaban.

—Quiero morir. —sollozó la Hufflepuff.

—No, no quieres—negó Draco—. Quieres vivir y ser genial, aunque eso ya lo eres—dijo—. Y no te molestes en presumir que dije que eras genial, nadie te creerá. —Draco intentó bromear, sacándole una risa triste a Elizabeth.

— ¿Quién?—demandó saber Elizabeth, suponiendo que Draco sabía algo, el chico suspiró con pesadez.

—Elizabeth...

— ¿Quién fue, Draco?

El chico suspiró de nuevo.

—Pansy.

Entonces el corazón de Elizabeth se rompió por segunda vez.

★★★

Pansy no tenía idea de que sucedía con ella, desde que había visto a Elizabeth salir del Gran Comedor con Draco, sentía una sensación molesta en el pecho, muy diferente a los celos.

—Daphne. —Pansy llamó a su amiga.

— ¿Dime?

—Siento una sensación molesta en el pecho, ¿sabes que es?

—Quizás te está dando un infarto. —dijo y luego le dió la espalda, para comenzar a conversar con Bulstrode.

—Es arrepentimiento—dijo la Greengrass menor, mirando a Pansy con detenimiento—. Nunca lo habías sentido, ¿o sí?

—Yo...—Pansy tragó saliva. ¿Era arrepentimiento?, quizás solo le iba a dar un infarto, como Daphne había dicho, era mucho más favorable para ella pensar qué así era.

—Quizás se vaya si vas a disculparte—sugirió Astoria, suponiendo que Pansy nunca llegaría a esa conclusión por ella misma—. Vamos, ve a hacerlo o te patearé en el trasero.

Pansy no se rió ante la inútil amenaza de Astoria como habría hecho en cualquier otra situación, estaba muy ocupada pensando en la gran sonrisa que Elizabeth había tenido antes de que esa porquería viscosa cayera sobre ella, en su mente se repetía ese momento una y otra vez, como la escena de una película.

—Sí—Pansy asintió mientras se ponía de pie, si eso hacía que la sensación que tenía en el pecho se fuera, lo haría—. Eso haré.

Astoria sonrió ampliamente mientras veía a Pansy caminar a la salida del Gran Comedor.

Pansy caminaba por los pasillos a paso rápido, pidiendo dentro de ella encontrar a Draco y a Elizabeth, aún sabiendo que las probabilidades eran mínimas, el castillo era gigante.