No es tuyo(48)

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Perdón x ser tan sádica 😂
Advierto que este capítulo lo entenderán mejor si leyeron el fic "jamás dormiré con Kim Taehyung" de todas formas, traté de ser lo más clara posible para que no se mareen. Gracias x seguir aquí aunque a veces paso meses sin actualizar 😭 los quiero❤️

24hs antes de la fiesta.

Tae estaba listo para irse a su casa. El niño dormía plácidamente en su nueva habitación y Moa se quedó en la sala del penthouse trabajando en su Mac. Todo parecía sencillo entre ellos cuando se trataba del niño y eso era lo único que lo había mantenido cuerdo los últimos días.
Saber que Moon, estaba comenzando a superar la separación y ver lo feliz que se mostraba durante el día, era bálsamo para su corazón. 

De pie junto al elevador, puso sus manos dentro de los bolsillos delanteros del pantalón y se balanceó ansioso. Lo cierto, era que no quería irse. Seguía dolido con Moa, enojado por todo lo que hacía. Pero no podía evitar el deseo de volver a tenerla en sus brazos así fuera para hacerla enojar cómo la última vez.

Chasqueó los dientes al recordarlo. Reprochandose por haber actuado cómo un niño frente a ella. Moa lo conocía, era obvio que sabría que todo lo que decía era producto del enojo, del despecho y de la impotencia al no saber que hacer. Eso no le gustó, no le hacía bien a ninguno de los dos. Si, quería gritarle unas cuantas obscenidades, pero eso no solucionaría nada. Al contrario, podría alejarlos aún más y ahora no podían darse ese lujo. Debian recordar que esto ya no se trataba de lo que ellos querían, de si se amaban o no. Esto era por Moon, para que él sonriera y pudiera hacer la vida de un niño normal.
Cerró los ojos divisando al pequeño de días atrás. Con los ojos llorosos 24/7. Silencioso, serio y con el estómago cerrado. Al compararlo con el de ahora, no podía creer que se tratara del mismo niño.
En conclusión, Moa era una perra con él. Pero no podía negar que hacía un buen trabajo con el niño y eso era algo que siempre le agradecería.

El elevador se detuvo y la puerta se abrió de par en par. Suspiró haciendo un paso hacia atrás, cochando con alguien que se aferró de su chaqueta para no caer. —disculpa— dijo en reverencia. La chica se sonrojó al instante.

—no se preocupe— le sonrió caminando detrás de él hasta el elevador. Tae puso la mano en la puerta para evitar que se cerrara y le dió paso a la chica para que se adelantara cómo todo un caballero. —gracias— dejó que él marcara el piso en dónde debería detenerse sin perder de vista sus manos. Eran grandes, varoniles. Estaba haciendo apuestas en su cabeza sobre cómo quedaría esa mano rodeando su pecho. Seguramente podría tomarlo sin problemas aunque ella presumía ser voluptuosa. —puedo llamarte por tu nombre? O debo decirle jefe o señor Kim?

El castaño iba tarareando una canción que había oído cantar a Moa y a el niño horas atrás, quería aprenderla ya que había notado que el pequeño lo sentía positivo y al oírla, presentía que algo bueno pasaría. Quizá Moa le recompensaba cuando la ayudaba con los quehaceres o esa canción se le había grabado para indicarle que la hora del juego había terminado y era tiempo de pasar un momento entre madre e hijo.
Sonrió al notarlo. Nunca se había dado cuenta de los métodos psicólogos que su ex mujer utilizaba para educar al niño.

—señor...— insistió la chica.

—oh, perdón— se disculpó tratando de recordar la pregunta. La había oído, pero su cabeza estaba en otro lado.

—puedo llamarte por tu nombre?

La mujer movió los hombros haciendo que sus pechos generosos dieran pequeños saltitos. Tae arrugó el ceño para sí mismo. El coqueteo era algo que él no manejaba y no estaba seguro de lo que pasaba en ese momento. —me siento raro cuando me llaman señor. Puedes llamarme por mi nombre— inclinó su cabeza hacia un costado para ver el piso
dónde estaban. La mujer aprovechó para acercarse más.

será nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora