La novia(54)

469 70 30
                                    

—de quién la estás celando?— Interrogó Jin. Este seguía la mirada de Tae que iba dirigida hacía la mesa en dónde Moa carcajeaba rodeada de hombres. —No sé cómo lo soportas. Si ella fuera yeol... Ya me habría vuelto loco— comentó.

Por dentro, Tae intentaba atar cabos con respecto a las diferentes relaciones de su ex.
Por un lado, Jonathan. El cual debería ser un peligro latente, pero por alguna razón no veía que sus demostraciones de afecto fueran más allá de una linda amistad. El moreno, a quien Chen había presentado cómo el nuevo abogado de Moa, lo veía demasiado atrevido o con una confianza extraña característica de occidente. Pero al igual que con el primer nombrado, no parecían tener ningún vínculo romántico.
Chen... Ese era todo un caso. Se suponía que era la nueva pareja de Moa. Pero por la manera en la que se miraban no le provocaba celos. Era extraño.

Jungkook... —Maldita sea— susurró negando. Jin frunció el ceño confundido.

—Me estás asustando— comentó su amigo. Tae seguía ensimismado ante la posibilidad de que sus sospechas fueran ciertas.
No quería pensar en eso. Ella tenía derecho a rehacer su vida y aún más después de todo lo que había descubierto. En el fondo, deseaba que fuera feliz. Que encontrara la estabilidad emocional que con él nunca tuvo. Lo merecía después de todo el martirio que pasó en manos de su madre. Pero... Con Jungkook?
No cabía en su cabeza tal idea. Primero, por que él era su amigo y obviamente sabía sobre sus sentimientos hacia Moa. Eso sería una burla a su amistad. Pensarlo sonaba patético. Segundo por que el pelinegro era el tío directo de Moon y  significaría que él tendría que ser testigo de esa posible relación. A no ser que decidan romper vínculos con el niño y eso era lo último que quería.

Sería capaz de dañar la relación con su hijo con tal de no soportar la idea de saberlos juntos?

No... Definitivamente no. Pero no podía ser hipócrita con sus sentimientos. Verlos juntos sería una daga clavada en lo más profundo.

No lo soportaría.

‹‹Y si... Fuera verdad y lo mantienen oculto para evitar problemas?›› Pensó. Eso no le hacía sentir mejor. Tae la amaba, indiscutiblemente la amaba y Jeon se había convertido en un amigo incondicional. También quería que él fuera feliz y pensar que podrían estar reprimiendo su amor solo por que él no era capaz de superarla, era algo difícil de procesar.

—Sabes, tengo miedo que Danna no sea mi hija de sangre. Descubrí que yeol me engañó—

Tae giró bruscamente el rostro en dirección a su amigo. —ni de chiste! Ella no sería capaz!— Aseguró. Jin bajó los hombros con alivio.

—Lo sé. Quería ver si estabas escuchando— sonrió.

—Eres un idiota, Jin. Casi me das un infarto— rieron juntos. Por un momento tuvo ganas de contarle todo eso que tenía en la cabeza. Desahogarse y quizás, oír una versión diferente. Pero no era el lugar, tampoco sabía cómo empezar a explicar todo lo que había descubierto.

Suspiró. Ahora entendía por qué a Moa le costaba tanto abrirse en ese tema. Ni siquiera él sabía cómo razonar sobre eso.
De repente, cómo si fuera un aviso en su cabeza, recordó (años atrás) la vez que los había encontrado juntos en casa de Yeol. Jungkook se había animado a besarla aún sabiendo que era su esposa.

‹‹Tranquilízate. Eso fué hace mucho y ambos tenían motivos de sobra para hacerte enojar›› su consciencia le reprendió. Pero cuanto más pensaba, más señales encontraba de que definitivamente ahí había algo más que una amistad  —Jin, tengo que irme. Ya es tarde y Moon debe estar cansado— soltó de la nada.

Su amigo asintió comprensivo. —Stella se está quedando con ustedes?— Quiso saber. Tae asintió

—Por el momento. Al parecer el niño se está adaptando a ella muy rápido.

será nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora