tiempo (14)

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—volví a tener ese sueño. Mis ojos se abrían y estaba en algo parecido a un desierto... En donde se suponía debía estar mí hogar, no había nada. La tierra seca y el aire espeso habían reemplazado lo que era mí cama y mí corazón se oprimía de manera extraña cuando notaba que estaba... Sola.

—cómo te sientes con eso?

—diría que sola. Obviamente. Pero no. Me siento en paz. Cómo si no me importara. En ese lugar puedo hacer muchas cosas. Volar, correr, gritar si quiero. Soy libre de elegir y eso me hace feliz.

—y lo haces? Digo, te animas a hacer lo que quieres?

—no...— contestó seca. Al fin tenía esa revelación que tanto necesitaba frente a sus ojos. Pero en lugar de aliviarse, se alarmó. Sabía que tenía tomar un rumbo de su vida y escapando solo lograba hundirse más.

—tienes muchos traumas con las relaciones familiares y eso se ve reflejado en tus sueños. La falta de hogar, de raíces con vida. El tener la posibilidad de hacer lo que quieras y no hacerlo, eso demuestra lo cómoda que estás con mantener las cosas bajo una alfombra. Pero no es así cómo funciona. Tienes que hablar, romper el hielo para poder avanzar— varios minutos pasaron en absoluto silencio, hasta que el hombre detrás de la pantalla carraspeó la garganta buscando la atención de la chica. Esta salió de su asimismo pero no logró encararlo. —cómo vas con el hate?— preguntó cambiando el tema. Ella infló los cachetes reteniendo el aire para soltarlo con lentitud.

—hace mucho dejé de prestar atención a las cosas que publican sobre mí— dijo sin mirarlo.

—veo que sigues en la negación y mintiendo para aminorar el daño— la chica arrugó la nariz con bronca. Lo odiaba cuando podía leerla así. —cariño, no estoy aquí para juzgarte. Ni siquiera soy tu terapeuta.

—lo sé... Jeon ha estado bipolar últimamente.

—contigo?

—dijo qué... Ya no podía estar en mis sesiones. Pero hoy temprano lo vi en casa de Yeol y dijo que sí...— frotó su rostro con frustración. Mordiéndose los labios mientras pensaba si contarle o no sobre su aventura con el pelinegro. Sabía que no lo podría ocultar  por mucho tiempo y que era mejor contárselo a qué se diera cuenta por si sólo. —le di un ascenso... me entiendes?

El hombre arrugó la frente y achinó los ojos, cómo si le costara ver o comprender. Terminó tomando una fuerte bocanada de aire antes de decir. —por lo visto no estás pensando bien en las cosas.

—dijiste que no ibas a juzgarme— le recordó.

—no lo hago— soltó firme. —pero no esperes que te felicite por algo así. Porque si entendí bien, estás insinuando que te acostaste con él.

—crees que debería detenerme?

—no soy quien para decirte que hacer con tu vida. Pero si fuera tú, dejaría a Taehyung antes de lastimarlo. Porque eso es lo que pasará. Terminarás matando a ese hombre.

Los ojos de Moa se pusieron enormes ante lo que escuchaba. Se sintió perdida por un momento.
¿Por qué Jonathan defendía a Tae?
Debía defenderla a ella. Ponerse en su lugar y no del lado de ese maldito mentiroso.

Qué absurdo!

—Jonathan, te estás escuchando? Cómo te atreves a defenderlo  después de saber que él me engañó primero?

—Niña tonta— la llamó y la apuntó con el índice cómo solía hacerlo cuando creía tener razón. —Taehyung es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Eso deberías saberlo y tú, mí amor, ya confesaste que fuiste infiel.

será nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora