Kim Danna(52)

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Wennassss!! Gracias por seguir allí a pesar que el aislamiento no me ha dejado espacio para concentrarme en seguir editando la historia. Próximo capítulo será dedicado a todo aquel que deje sus comentarios que alimentan mis ganas.
Los leo mañana💋


En el hospital, los amigos de Jin y Yeol se aglomeraban en la sala de espera. Demás estaba expresar la alegría de cada uno. No podían dejar de hacer bromas y reir de manera ansiosa conforme el parto se alargaba.

—Moa, cancelé la cena de hoy. El señor Chen confirmó que se pondrá en contacto con el abogado y que vendrán a buscarla más tarde para ponerla al tanto. 

—gracias, Dae. Ve a comer algo. Lleva a Stella y al niño para que también coman— pidió. Aunque la idea principal era que la pelinegra se alejara de la zona.

Y es que Jeon se mostraba molesto y cada vez que podía le reclamaba con la mirada a Moa. Ella la había llevado después de todo pero no estaba en sus planes interceder en sus asuntos. Si él no quería hablar con su hermana, ella no lo presionaría.

—le traigo algo?— preguntó su asistente. Moa negó arrugando la cara. Los nervios le habían quitado hasta las ganas de tomar agua.

Pasó varios minutos en completa soledad. Oyendo el llanto de recién nacidos y algún que otro grito de dolor por parte de su amiga parturienta.
Intentó por todos medios ignorar la mirada de Tae, pero se le hacía inútil. Sabía que él estaba a la espera para acercarse y hablar. Lo presentía.

Por alguna razón, ya sea por la situación del momento o por sus propios fantasmas internos, Pensó en el nacimiento de Moon. Será qué Tae estuvo igual de ansioso que Jin?
Pensar en esa felicidad de la cuál ella no fué participe, le dolió. Y es que Moa jamás pudo ocultar su molestia con respecto a ese tema. A pesar de que ahora eso era lo de menos, esa sensación de "no pertenecer" la embargaba de vez en cuando.
Pensativa, se sentó en una de las sillas de la sala de espera, en dónde podía observar a los chicos de pie junto a la puerta que los separaba de la mujer en trabajo de parto.

—Moa, quieres un café?— preguntó Jungkook. El único de los presentes que fue capaz de dejar de lado su algarabía para acercarse.

—solo quiero que ese bebé Nazca para poder relajar mi espalda— confesó

—por qué tan tensa?— se sentó junto a ella y con una mano abierta la tomó de la nuca. Presionó haciendo círculos suaves que provocaron que la mujer gimiera. —no hagas eso— pidió avergonzado. Rápidamente volteó en dirección a sus amigos para asegurarse que no hayan oído. Cuando lo comprobó, volvió al masaje. —me dejarás hacerte compañía esta noche?

—que más quisiera— confesó triste. —cada segundo que paso aquí, es una pila de trabajo atrasado. Esta noche no dormiré, tendré suerte si me queda tiempo para un baño.

—no pensaste en conseguir gente capacitada que te sirva de ayuda?— preguntó con molestia. Sentía que ese trabajo la estaba alejando demasiado. No solo de él, también del mundo.

—no es tan fácil...— susurró.

—es una niña!— gritó Jin con lágrimas en los ojos. Los chicos lo felicitaban mientras la doctora sostenía la puerta indicando que ya podían ingresar.

Yeol parecía salida de un tornado. Tenía bolsas debajo de los ojos y una expresión de cansancio que jamás imaginó posible.

Moa  cargó en brazos a Danna "cómo la había nombrado el feliz padre" mientras los chicos se turnaban para conocerla y salían conforme la doctora los despachaba. Era una bebé de mejillas rosadas y pestañas rubias. Parecía una muñequita de porcelana. Hermosa, pensó la mujer.
Perfecta.
A Moa la dejaron unos minutos mas. Al menos hasta que su amiga pudo pegar los ojos y las enfermeras se llevaron a la niña para limpiarla y hacerle el primer chequeo de rutina.
Se sintió feliz. Al fin tenía a su ahijada y podría disfrutarla tanto cómo había deseado. Se preguntó, que se sentirá cargar un bebé en el vientre. A pesar de que su amiga exagerada había dicho que parir era tan doloroso que veía a la mismísima muerte reírse de ella, a Moa no le parecía un dato desalentador.
Suspiró pensando en eso.

será nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora