Epílogo 💋

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Cuatro años después; gwangju

—YO QUIERO UN HEROEEE!!— cantaba a gritos una voz varonil desde la ducha. —ESPERARÉ POR UN HÉROE HASTA EL AMANECER!!

—LA PUTA QUE TE PARIOOO!— contestó Moa. —DESPERTARÁS A LA NIÑA!

Muy en contra de su voluntad, abrió los ojos y se dispuso a levantarse. Se sentó en la cama y mientras estiraba su cuerpo, veía cómo el hombre salía del baño con a penas unos calzoncillos y una toalla cruzada en cuello.

—no jodas, niña. Son las 11 del medio día. Se quedarán sin siesta!— dijo en modo de burla. La mujer le arrojó una almohada para silenciarlo. Lo cierto, era que él  amaba el cambio de Moa. No solo en su cuerpo que lucía mucho más voluptuoso tras una subida de peso en el embarazo. Sinó en su actitud y hábitos. Ya no andaba estresada cómo años atrás, se dedicaba a su trabajo que amaba y utilizaba su tiempo libre para ella. Ahora dormía mucho más, comía mucho más, reía mucho más.

—uno, es sábado! No tengo nada que hacer. Dos, utiliza tu baño! Báñate con poul! No puedes venir a despertar a una persona que quiere descansar! Tres, espero que hayas hecho lo que te pedí. Por que si me dejas sola, te mataré e irás a conocer a tus suegros en partes.

Jonathan reía mientras se vestía al pie de la cama. Pero con lo último, su expresión cambió. Cruzó sus brazos y su visión se centró en el paisaje que daba la ventana.
—extrañaré este lugar— confesó con tristeza. —hemos crecido tanto aquí, que lo siento cómo mi hogar. Incluso, mucho más que al lugar en dónde viví más de treinta años. Aquí se respira tranquilidad, libertad— y era verdad. Jonathan ya podía vivir su sexualidad sin miedo. A pesar no haber vuelto a hablar con sus padres, se sentía feliz y libre sin tener que ocultarse.

—no hables cómo si no fueras a volver nunca más. Tienes que traer a la niña— pidió. Se acercó a él y le dió un abrazo lateral.

—se mueren por conocer a tiana— dijo triste con los ojos clavados en la cuna, en dónde una bebé de seis meses dormía plácidamente. — no creo que poul acepte la propuesta de trabajo de su padre. Pero, si lo hace. Es mi deber quedarme con él— Moa suspiró dándole la razón. A ellos no les hacía falta nada en aquel remoto lugar. Pero el trabajo era importante para poul, mucho más el negocio familiar y ella comprendía si decidía quedarse en su país. A demás, sus padres eran personas de mentes abiertas y habían aceptado la relación de su hijo de una manera muy buena —al menos, hice lo que me pediste. Entrevisté a trece psiquiatras ayer y no es por presumir, pero tuve que subir el nivel de exigencia— se volteó para verla. Su sonrisa había vuelto a su rostro. —moa, si vieras esos currículums quedarías impresionada. Elegí al mejor, claro. Pero es increíble lo mucho que se esfuerzan por trabajar aquí. La fundación hoy día se convirtió en un lugar bastante popular.

—ansio  conocer a tu reemplazo— dijo estirando su cuerpo y soltando un bostezo

—Good Morning, dormilonas!— gritó poul desde la puerta. Este traía una taza de café humeante en las manos.

—y él se muere por conocerte— contestó Jonathan, justo cuando la mujer iba a saludar al recién llegado. Esta abrió los ojos y arrugó el ceño en total desaprobación. —le dije que estás soltera— continuó diciendo. Moa rodó los ojos al oírlo. —es que se me hace imposible no presumir a nuestra grandiosa directora!— carcajeó. La mujer lo empujó para silenciarlo. —creo que lo dejé intrigado.

será nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora