(Cursivas está en español)
Al llegar al antiguo edificio de los vengadores Amaia comenzó a mirar a su alrededor, bajó la intensidad de los inhibidores y el olor de todos los vengadores llegó a ella al instante. Por alguna razón aquel olor para ella era sinónimo de protección, por lo que sus nervios bajaron.
La separaron de Rodhey al bajar, y fue escoltada a una sala aparte.
—Ponte la ropa— indicó una mujer entregándole un conjunto sencillo— ¿sabes lo que ocurrirá a continuación?
—Supongo que pasaré por esa puerta, ahí me pondrán pruebas y al otro lado del cristal está la junta que me analizará junto con mi jefe— dijo Amaia.
—Exacto, pequeña— la mujer le sonrió sorprendida por su rápida comprensión. Amaia imitó la sonrisa— ahora prepárate, sales en cinco minutos.
Amaia soltó un suspiro analizando el cuarto, solo había una pequeña banca de metal, un espejo y la puerta que conectaba con la otra sala. Gracias al ruido que hacían los agentes del otro lado del pasillo, tuvo que incrementar la potencia de sus inhibidores.
Aproximando las edades de los demás agentes por sus voces, podría asegurar que era muy joven para aquel trabajo. Todos estaban arriba de 24 años. Amaia hizo que leves ondas salieran de su cuerpo llevando un mensaje con ello, acto seguido, se colocó la ropa que le indicaron.
Habían pasado unos minutos, la junta hablaba y discutió sobre los diferentes agentes que se encontraban como ofrendas por parte de sus jefes. Aún sin sus poderes, ella podía escuchar sus murmullos, lo cual no la tranquilizaba en lo absoluto. La misma mujer de antes abrió la puerta.
—Ya puedes ir avanzando pequeña. Tu amigo te presentará— la mujer volvió a sonreírle antes de abrir la puerta— es una pequeña prueba, todo saldrá bien.
Demostrar debilidad. Uno de los primeros puntos que Natasha Romanoff le había enseñado. Demostrar debilidad para truquear a tu objetivo, hombros tensos, cejas juntas, cabeza levemente inclinada al frente y morder los labios, los nervios en una niña eran claras muestras de debilidad.
Respiró hondo, sintió como sus inhibidores eran desactivados y pasó por la puerta observando el cristal a unos metros. Rodhey se encontraba ahí, e identificó sus intenciones, ya que le sonrió con complicidad y dio un asentamiento de cabeza. El hombre había esperado que Amaia escapara, la niña lo vio en sus ojos, su postura, todo demostraba que él quería que saliera corriendo de ahí, pero la apoyaría si quería quedarse a realizar la prueba.
—Estoy lista, Rodhey— dijo Amaia con un ligero temblor en su voz. La junta comenzó a mirarse entre sí. Primer paso completo.
—Bien— Rodhey entregó unos folders a los integrantes de la junta— Amaia Cruz Romanoff, 13 años, empieza el análisis.
Un agente experimentado atacó a Amaia con un cuchillo, la niña se volteó rápidamente y lo dejó en el suelo con el usual movimiento de la Agente Romanoff, envolver las piernas alrededor de tu contrincante y dejar que su peso actúe en su contra.
— ¿Habilidades? — preguntó alguien del consejo.
Amaia escuchó una serie de pitidos detrás de ella, en un instante los identificó y un escudo salió de su brazo protegiéndola de los balines que se aproximaban a ella, al ver que la máquina no pensaba detenerse, se hizo invisible, escaló por unas vigas en las paredes y lanzó una honda a la máquina que la atacaba.
—Invisibilidad, agudeza extrema en los cinco sentidos, creación de ondas y escudos— explicó Rodhey.
Una mujer apareció junto a Amaia cuando bajó de las vigas. Esquivó exitosamente un golpe de los bastones y logró arrebatarle uno para estar pareja con ella.
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The Red Shadow: the government agent
Научная фантастикаAmaia (T/N) debe comprender el mundo que la rodea sin la constante guía de su madre; se refugia en el gobierno y se convierte en la agente más jóven del lugar. La toma del escudo y los desafíos que cuidarlo traen consigo recaen en ella gracias a su...