Capitulo 4

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(Cursivas están en español)

Ambos estaban entrenaron, luego de la noticia, Amaia comenzó a entrenar por su cuenta en la sala de entrenamiento del complejo. El General Ross les había indicado que se quedaran a practicar lo que quedaba de la noche y que durmieran en el lugar. Y por primera vez, Amaia tuvo una noche pacífica. Había escogido el cuarto que anteriormente usaba Natasha Romanoff, cuando Rodhey entró a verla en la mañana, la pequeña abrazaba una de las almohadas, por lo que él no quiso molestarla.

Rodhey sintió el impacto del piso más fuerte de lo que esperaba. Segundos después sintió unas manos rodear sus brazos con preocupación.

—No, estoy bien— tranquilizó Rodhey sentándose con la respiración agitada por el arduo entrenamiento.

—Perdón, creo que te tiré muy fuerte— se disculpó Amaia poniéndose a su altura.

El hombre levantó la mirada con una sonrisa.

—Veo que has entrenado— dijo sorprendido. Sabía que ella era muy buena en ello, casi una experta, pero usualmente ocupaba la fuerza de su enemigo en su contra no ocupaba la suya para derribarlo.

Amaia se sentó junto a él soltando un suspiro.

No creo tener muchas opciones— dijo cruzando las piernas y mirando el suelo.

Los inhibidores de Amaia se encontraban apagados desde el momento de la prueba, por lo que pudo captar perfectamente el aroma a desespero desprendiéndose de Rodhey.

Traté de hablar con ellos, Amaia, pero no accederán fácil— mencionó mirándola apenado. Normalmente, cuando querían tener una plática más en privado, ambos hablaban en español, el primer idioma de Amaia, y de paso practicaban la pronunciación de Rodhey.

La niña captó unas vibraciones y se levantó al escuchar una canción muy conocida para ella. Amaia volteó y pudo observar un coche último modelo naranja estacionarse. Tony Stark, junto con su esposa e hija bajaron del auto y se dirigieron a la puerta del edificio.

—Agente Romanoff, ¿Me extrañaste? — dijo Tony abriendo la puerta a Pepper

Amaia sonrió mientras ayudaba a Rodhey aponerse en pie.

—Es Agente Cruz— corrigió Amaia acercándose y abrazando a Tony con una ligera sonrisa.

Pepper bajó a Morgan y abrazó a Amaia segundos después. La familia Stark, uno de los primeros que conoció luego de la muerte de su madre.

Tony Stark había estado decidido en entregar su vida para salvar al mundo en la batalla de unos meses atrás, pero, cuando lograron arrebatarle el guantelete a Thanos, el objeto había desaparecido e inesperadamente, Carol Danvers dio el chasquido. Afortunadamente para el equipo, sobrevivió al poder que conllevó aquello solo debilitándola un poco y causando que la única baja de los Vengadores en ese momento, fuera Natasha.

Rodhey sonrió acercándose al pequeño grupo.

—A ti te quería ver— dijo Tony caminando hacia el hombre detrás de Amaia

—Hola, Amaia— Pepper se separó del abrazo acomodando el cabello de la niña maternalmente. Segundos después sintió unas pequeñas manos rodear sus piernas

— ¡Prima Amaia! — exclamó la pequeña Morgan mirándola con sus ojos avellanas y una sonrisa que contagió a la chica.

— ¡Ven aquí pequeño tornado! — la chica levantó a Morgan rápidamente apoyándola en un lado de su cadera mientras la más pequeña reía.

Tony y Rodhey se encontraban algo alejados de ellas, pero Amaia pudo escuchar un poco de su conversación. Mientras tanto, Morgan jugaba con la pulsera de vibranio que tenía la chica en su muñeca. La misma pulsera que ocupó durante sus dos años en Wakanda, una de las únicas pertenencias que dejaron que se quedara.

— ¿Cómo le fue a la niña? — preguntó Tony sentándose junto a su amigo que aún trataba de recuperar aire

—La aceptaron— dijo Rodhey mirándolo con una mueca de preocupación.

Ambos habían tratado por todos los medios de mantenerla alejada de todo aquello desde que escucharon la noticia de que Sam había entregado el escudo al gobierno. Tony trató de mover algunos contactos que tenía, e incluso llegó al pensamiento de sobórnalos para que no metieran a la Agente Cruz en sus probabilidades de protectora, pero todo intento fue en vano, el General Ross jamás desistió de la idea y la mantuvo firme hasta el final.

—En unas horas es la ceremonia de entrega— agregó Amaia sentándose a su lado sin dejar de jugar con Morgan— solo estaré por si algo malo llega a pasar, dudo tener que entrar en acción.

Amaia inclinó su cabeza levemente para atrás cuando la niña se aventó a sus brazos agarrándola desprevenida. Los hombres se miraron queriendo tener una conversación un poco más en privado, y la chica entendió sus intenciones al instante. Tony volteo a verlas y habló.

—Morgan ¿Quieres mostrarle a Amaia cómo mamá hace las galletas?

Los ojos de la pequeña se iluminaron y vio a su madre.

— ¿Podemos mamá? —preguntó Morgan inocentemente y balanceando su pequeño cuerpo aún situado entre las piernas de la chica.

—Claro, ven cariño— la mujer entendió claramente las intenciones de Tony y notó que Amaia también, por lo que extendió una mano para llevarlas a la cocina— vamos a investigar si estos agentes tienen ingredientes decentes

La chica rio levemente y tomó la mano de la mujer asegurándose de que Morgan las siguiera.

Y las tres salieron bajo la atenta mirada de Tony y Rodhey, dejándolos a ambos solos en la sala de entrenamiento. 

(Un poco muy cortito, pero en unas horas subo el otro ;D)

The Red Shadow: the government agentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora