Capítulo 28

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Nota de la autora:

No pago terapias ¿Pueden no matarme al final del capítulo? Gracias.

(Lo mismo de siempre, palabras en cursiva están en español, palabras en negritas son recuerdos o mensajes)

Bucky y Sam salieron del edificio a primera hora de la mañana. Se encontraban en un pequeño puesto de comida, la mente del sargento divagando en utilizar aquellos papeles que Sharon le había entregado, de una buena manera, y sacar a Amaia del poder completo del gobierno. La culpa lo atormentó durante toda la noche acompañado de recuerdos en los que la chica reía frente a él o alrededor de los niños en Wakanda, pero su cuerpo aún se mantenía acostumbrado a las noches en vela, por lo que no tuvo un efecto negativo en él durante aquella mañana.

—Debemos encontrar a Karli antes de que John haga una locura— dijo Sam mientras esperaban la cuenta.

—¿Cómo piensa hacer eso?— preguntó Bucky levantando la mirada.

—No lo sé— suspiró— pero habrá una manera ¿Algún indicio de Zemo?

—Nada— Bucky cambió de pantalla su teléfono entrando al buscador de internet— al menos él no ha tomado la delantera en hacer una locura. Ni John, o Karli, ya que estamos en el tema.

El sargento entró a su galería y en la zona de favoritos en aquella aplicación se encontraba un video, el cual reprodujo con un volumen bajo.

"Anda, repítelo" dijo Amaia, quien mantenía en mano el teléfono, pero este se encontraba enfocado en Bucky quien sonreía negando "Por favor, repítelo Buck ¿Qué somos?"

"Mejores amigos" canturreó el sargento y segundos después la cámara dejó de enfocarlo para pasar a la cara de Amaia, ésta sonreía abiertamente mientras reía.

"Lo pude grabar" dijo la niña emocionada acercándose a abrazarlo, fue recibida por el brazo protector de Bucky, el cual pasó sobre sus hombros contagiándose de la emoción de la niña. Apenas tenía 12 años "Cuando tengas un teléfono, tu primera prueba será poner el video en favoritos" aseguró ella y cortó la grabación.

Una sonrisa ladeada apareció en el rostro del sargento. Amaia comenzaba a enseñarle español en esos momentos, él solo llegaba a comprenderlo, aún no hablarlo.

—Sacaremos a Amaia de ahí también— habló Sam al ver las facciones de su amigo— mientras no falle ninguna de sus misiones estará bien.

—Se molestara si la saco en estos momentos— alegó Bucky guardando el teléfono— va a querer que detengamos a Karli primero.

—Entonces es lo que haremos.

Sam y Bucky conectaron miradas, y el sargento asintió.



Dos voces detrás de la puerta la despertaron. El sol iluminaba perfectamente el cuarto, debido a las cortinas corridas. Amaia se estiró metiéndose más en las cobijas. No recordaba que madrugaran tanto en la casa Barton.

—Pero quiero verla, papá— dijo la voz de un niño pequeño. Amaia captó su aroma y frunció el ceño dirigiendo su mirada a la puerta.

—Está cansada, Nath— gracias al rechinido de la madera, la chica dedujo que Clint se hincó para hablar con su pequeño hijo— Podrás darle el dibujo más al rato ¿Okey?

Amaia casi pudo imaginar cómo el niño asentía tristemente, por lo que se levantó activando su invisibilidad mientras se acercaba a la puerta. Acto seguido, abrió delicadamente. El pequeño Nathaniel entró emocionado y se subió a las cobijas, y al no ver a su prima en ellas, comenzó a buscarla por todo el cuarto. Clint entró igualmente observando a su alrededor. Amaia sonrió ante ello.

The Red Shadow: the government agentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora