(Lo mismo de siempre, palabras en cursiva están en español, palabras en negritas son recuerdos o mensajes)
Tomó impulso y pateó la espalda de su contrincante haciéndolo caer gracias a su falta de equilibrio. La pequeña mantuvo su invisibilidad y trató de mantener al hombre en el suelo, pero este logró quitarla de encima con un giro y torcer su brazo. El hombre gruñó cuando golpeó la pared con fuerza, gracias a una onda recibida directamente en el pecho; debido a sus sentidos levemente más agudizados que un humano promedio, agarró su bastón y golpeó al aire, chocando con la clavícula de la persona que lo atacaba. Un gruñido resonó por el cuarto en el que se encontraban, pero la pelea continuaba.
Los quejidos, golpes y respiraciones agitadas de ambos era prácticamente lo único que se lograba escuchar, ya que estaban aislados del resto del equipo que acompañaba al hombre.
Un arco y una flecha se encontraban del otro lado del cuarto, él trataba de llegar a los objetos, pero aquella fuerza invisible no se lo permitía, llevaban luchando ya bastante tiempo y el hombre comenzaba a cansarse.
—Agente Barton— escuchó la pequeña por el comunicador del agente. Una mujer lo llamaba— el ala este está libre, no hay nada.
"Barton" logró llegar a su arco, pero la flecha que se encontraba al lado de este salió volando y se apuntó hacia él.
—Copiado— respondió llevando su mano hacia su oreja, donde mantenía su comunicador.
—¿Encontró algo?— preguntó nuevamente la mujer.
Con un ágil movimiento hacia un costado, logró evadir la flecha que se dirigía a su pantorrilla. La pequeña identificó un olor conocido en el hombre, él la había descubierto. No quería matarlo, entendía muy poco del mundo real, pero una de las cosas que lograba comprender era que eliminar a las personas no era algo que se considerara bueno.
Los ataques que Barton recibía eran a sus brazos o piernas, jamás a su cabeza y abdomen, un lugar en el cual podía terminar su pelea más rápido de lo que la empezaron.
Barton colocó una flecha en el arco y disparó clavándola en una pared. Una pequeña cúpula se formó al instante en la esquina, muy cerca donde la flecha—bomba había explotado. El hombre cargó nuevamente su arco y apuntó a la cabeza de la persona que se encontraba dentro de la cúpula, la cual desapareció segundos después, pero se detuvo al percatarse de algo. No era una figura normal, se encontraba en posición de pelea pero no atacaba, su movimiento demostraba que respiraba agitadamente, y su hombro se posicionaba de una manera poco natural, pero lo que más le sorprendió, fue su tamaño, era muy pequeña como para ser la sombra de un adulto. Era una niña.
Barton frunció el ceño al instante, la sombra roja se había dejado ver, sus pequeños ojos que apenas se alcanzaban a ver gracias a la oscuridad del cuarto demostraban miedo, confusión, dolor. No era la mirada de una niña con una infancia normal.
—Ala norte, libre— respondió bajando el arco y colocándolo en el suelo — Agente 13, te necesito conmigo.
—En camino, Agente Barton— respondió la agente.
—Hola— saludó Barton agachándose con las manos en alto, demostrándole que no la atacaría. La pequeña comenzó a dar pasos hacia atrás hasta que chocó con la pared. Una extraña sensación recorría su pecho, este se presionaba y causaba que le costara respirar, era un sentimiento que jamás había tenido, por lo que la sensación se incrementaba— tranquila, tranquila— trató de calmar.
La niña comenzó a sentir sus ojos picar, la presión en su pecho se incrementaba al igual que el dolor de su hombro. Uno de sus enemigos se acercaba a ella, la secuestrarían y torturarían, ella no quería eso, el dolor era una palabra que no se encontraba en su vocabulario, pero lo sufriría si aquel hombre se la llevaba.
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The Red Shadow: the government agent
FantascienzaAmaia (T/N) debe comprender el mundo que la rodea sin la constante guía de su madre; se refugia en el gobierno y se convierte en la agente más jóven del lugar. La toma del escudo y los desafíos que cuidarlo traen consigo recaen en ella gracias a su...