The Red Shadow: the government agent

Capítulo 27

(Lo mismo de siempre, palabras en cursiva están en español, palabras en negritas son recuerdos o mensajes)

—Es suficiente, tengo que hablar con Barnes— escuchó la voz de Stark y cómo cerraban un libro fuertemente— Pero Pepper...

—No lastimaras a Bucky— interrumpió la mujer— él no sabía lo que le harían. Y ni siquiera sabes si realmente fue él.

—Tiene un punto, Tony— opinó Clint. Amaia sintió como una parte de la cama se hundía cerca de sus pies— nadie lo sabía hasta hace una semana.

—Deberías estar de mi lado, Barton— discutió el millonario— ¿Cómo está tu sobrina ahora por su culpa? ¿Eh?

—¿Señor Stark?¿Agente Barton?— interrumpió la voz temerosa de un joven. El silencio se instaló inmediatamente en el cuarto, ya que los adultos prestaron toda la atención en las palabras del médico— la señorita Amaia se encuentra en perfectas condiciones, solo estaba cansada, es un efecto secundario del líquido. Estos exámenes son rutinarios, debemos monitorearla para ver cómo evoluciona el descontrol en sus poderes, son indicaciones de la señorita Shuri.

—¿Ves? Está bien— la voz de Clint llegó a Amaia nuevamente— es una Romanoff, ¿Qué esperabas? Gracias Smith.

—¿Puede sujetar su brazo, por favor?— pidió el doctor Smith, un aprendiz de la doctora Cho. Los únicos presentes dentro de un grupo de 5 doctores que sabían el comportamiento del cuerpo de la chica en cuanto a tratamientos de heridas, y sus reacciones a ciertos medicamentos. La voz delicada de una mujer asintió y la chica sintió el toque maternal en su mano.

Amaia se removió luego de sentir un piquete en su brazo. Reconoció el olor del lugar al instante, en especial por el aroma de las personas a su alrededor. El sonido de la puerta cerrándose la alentó a abrir los ojos lentamente.

Tony se encontraba sentado en uno de los sillones pasando las hojas de un folder bastante ancho, y a su lado, Pepper hojeaba uno de los libros que le había mandado meses atrás para que se entretuviera en su estadía. Mientras que Clint y Rodhey platicaban entre sí, el arquero en una silla que se encontraba cerca de su cama y sus pies reposaban junto a los de Amaia, manteniendo ocupadas sus manos jugando con una pelota que lanzaba al aire y luego atrapaba.

La chica movió su mano ligeramente al igual que su cabeza, admirando el lugar. Era su cuarto dentro de las instalaciones del gobierno, y ellos habían decidido acompañarla. Respiró hondo disfrutando la paz que emitía ese lugar con todos ellos. Lo único que recordaba era resguardarse en los brazos de Clint por varios minutos, y caer rendida ante el agotamiento causado por el líquido que comenzaba a disiparse en su interior.

Mantuvo un sueño calmado gracias a ellos. A su aroma y aquellas usuales pláticas. Porque claro, era realmente algo normal dentro de los Vengadores, ese tipo de pequeñas discusiones: la actitud infantil de Tony siendo corregida por Pepper, y la despreocupada de Clint juntándose con la calmada de Laura. Aunque los que normalmente mantenían las discusiones eran los hombres en la sala.

—¿Bruce ya identificó qué es lo que hace el líquido exactamente?— preguntó Laura, interrumpiendo la pelea de miradas que mantenía Tony con Clint.

—Activa ciertas zonas del cerebro para causar los recuerdos, pero bloquea el movimiento del cuerpo para que el sujeto no se dañe a sí mismo durante el procedimiento— respondió Rodhey leyendo un mensaje de texto mandado por Bruce Banner— parece que Amaia se niega a esto y su cuerpo de alguna manera bloquea la inmovilización, aún continúa investigando, eso es todo lo que pudo aislar de la sangre y estudios de Amaia.

Tony se levantó nuevamente con más decisión, pero un escudo invisible lo detuvo a la mitad del cuarto.

—Yo lo golpearé por tí si es lo que quieres, pero deja de hacer eso o tía Pepper va a terminar rompiendo el libro— dijo Amaia con voz cansada mientras se incorporaba. Los presentes posaron su mirada en ella con alivio.