Capítulo 24

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(Lo mismo de siempre, palabras en cursiva están en español, palabras en negritas son recuerdos o mensajes)

Sam hablaba por teléfono mientras Bucky limpiaba su mano de metal con un pedazo de tela entregada por Zemo. Amaia terminó de acomodar el traje de la sombra roja en su mochila y talló discretamente su clavícula. El afroamericano cortó la llamada y se dejó caer en el asiento soltando un suspiro, llamando la atención de las dos personas junto a él.

—¿Estás bien?— preguntó Bucky

—Sí— respondió Sam aún apoyado en el respaldo del asiento— no dejo de pensar en las cosas que Sharon tuvo que pasar.

Una pausa se hizo presente y segundos después comenzó a hablar nuevamente. Dirigiéndose especialmente a Bucky durante su plática.

Amaia se apartó un poco sacando un celular de su bolsillo. Entró a su lista de contactos y marcó al número que tenía registrado como "Abuelo". La chica miró el techo esperando a que respondiera. Un par de tonos sonaron, y la persona del otro lado de la llamada respondió.

—Te tardaste.

La chica sonrió ante el tono del hombre. Muy detrás de aquel semblante serio y sin aparentes emociones, se encontraba alguien preocupado por su salud. Amaia prácticamente se crió junto a Nick Fury, ya que creció bajo la protección y cuidados de Natasha, quien era muy cercana a él. La chica desde pequeña llamaba al hombre como "Abuelo Fury", y él nunca se lo negaba.

—Perdón, estuve algo ocupada, abuelo— respondió Amaia— no tuve mucho tiempo para llamar.

—Al menos sabemos que estás con vida— mencionó la voz de una mujer, se escuchaba lejana y cansada. María estaba entrenando junto a otra persona.

—Déjame adivinar, Tony, Clint y María están ahí, ¿No es así, Fury?— dijo ampliando su sonrisa recostando su espalda en la pared.

Amaia podía identificar el latido de cada persona, escuchaba sus respiraciones, e inclusive sus quejidos durante una pelea, eran diferentes entre cada uno y sabía reconocerlos detrás de una llamada o grabación. Fue una de las primeras cosas que HYDRA le hizo aprender.

—Justo estábamos a punto de marcarte— se escuchó la voz de Stark— ¿Te has divertido con Zemo?

Amaia suspiró cambiando de lado el teléfono. Había cambiado un poco su perspectiva referente al hombre. No parecía tener las intenciones que ella temía.

—Es de mucha ayuda, aunque no lo creas, tío Tony— respondió mirando de reojo como Sam y Bucky discutían— Creo que esto es más grave de lo que el gobierno piensa, si Karli logra utilizar todos los sueros, serán al menos 20 supersoldados— detalló Amaia bajando la voz— supongo que podríamos controlarlo, pero también debemos lidiar con las acciones de John ¿Qué saben de él?

—El general Ross sabe que fue un plan nuestro tu desaparición— Clint entrenaba con María. La chica escuchó su voz agotada y respiración agitada— pero no tiene pruebas así que estás desaparecida en el informe. Y John piensa que fueron ustedes los que sacaron a Zemo de la cárcel, pero tampoco puede culparlos, no hay pruebas...

— Decidió comenzar con su propia investigación. Como ustedes— finalizó María, ya que había golpeado el abdomen de Clint dejándolo sin aire, cortando su explicación.

—Tendrás que cuidarte Amaia— habló Nick Fury— todos están buscándote, no dejes que vean tu rostro.

—Claro— las facciones de la chica se arrugaron gracias a un repentino dolor en su inhibidor— bueno, pensaba hacer más llamadas, pero como todos están aquí, solo marqué para que supieran que estoy bien. Tony, avísale a Peter que recibí su mensaje y que trataré de entregar el trabajo, por favor.

The Red Shadow: the government agentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora