Capítulo 2

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Lo mismo de siempre (Letras en cursiva están en español)

Sus músculos ardían, las lágrimas de frustración estaban acumuladas en sus ojos. El tener una costilla rota era una gran probabilidad. Pero los golpes no paraban. El señor soldado no se detendría a pesar de sus gritos de súplica. Se estaba rindiendo, estaba mareada y la pérdida de sangre no la ayudaba en lo absoluto. Sus sentidos se dispararon y la aturdieron más de lo que ya estaba.

—Tienes que pelear pequeña sombra— indicó uno de los agentes de H.Y.D.R.A. del otro lado del cristal de entrenamiento

Amaia recibió un quinto golpe. Se concentró todo lo que pudo y se volvió invisible, logró dar dos golpes hasta que el señor soldado la agarró por uno de sus brazos traslucidos y aventó contra el suelo astillando una segunda costilla.

No puedo— dijo entre cortada y tratando de recuperar el aire— duele

El soldado del invierno se acercó nuevamente, la sujetó levantándola y preparándose para encestar otro golpe. El pequeño cuerpo de Amaia temblaba, era mucho esfuerzo para su corta edad. Solo tenía 3 años.

— ¡Pare señor soldado! — exclamó como último recurso— ¡Por favor!

El soldado del invierno se detuvo y la pequeña Amaia tomo un par de bocanadas de aire. Un atisbo de preocupación se asomó en las facciones del soldado, su agarre en el brazo de la niña comenzó a aflojarse. Amaia pudo notar como la parte humana del soldado salía.

—Soldado del invierno, ataca— dijo el agente en ruso y toda esperanza en Amaia desapareció.

La pequeña sintió el impacto del suelo antes de lo que se esperaba. Soltó un pequeño grito gracias al ardor en su costado, sus ojos estaban por cerrarse, vio al soldado levantar el arma mientras su corazón se aceleraba.

—Lo tengo merecido— alcanzó a murmurar antes de escuchar un estruendo, sentir un corto pero punzante dolor y caer inconsciente.

Amaia despertó sintiendo el ardor en sus ojos por las constantes lágrimas, temblaba de pies a cabeza y podía sentir como sus pulmones se llenaban de aire.

— ¡Bucky! — exclamó con el poco aire que había recuperado. Miro a su alrededor, seguía en el cuarto del gobierno

Suspiró recostándose nuevamente y volteando a ver el escudo en su funda. El olor a Steve Rogers llenaba toda la habitación, y tenía otro aroma, de una mujer, se notaba que no había tocado ese escudo desde varios años atrás, pero persistía, era un olor que tenía completamente grabado en su memoria.

Amaia dio un leve brinco al escuchar unos toques en la puerta, seguido de eso el seguro de la puerta se quitó y Rodhey se asomó levemente.

—Arriba, Amaia— dijo

— ¿Qué pasa, James? — preguntó la niña tragando el nudo en su garganta y saliendo de la cama.

—Van a entregar el escudo— explicó Rodhey cerrando la puerta tras él— serás escolta junto con los otros agentes.

Amaia se levantó y apresuró a acercarse al hombre con los brazos en alto, Rodhey sonrió y la envolvió en un abrazo.

Ambos se habían conocido poco antes de los sucesos con los tratados de Sokovia, Natasha necesitaba apoyo con su cuidado y un par de discusiones con el gobierno, María no estaba disponible y Clint se encontraba en una misión, por lo que su madre había recurrido a Rodhey, en ese momento Amaia solo tenía 9 años.

—Shuri te manda un nuevo traje e inhibidores— explicó Rodhey entregándole una pequeña maleta— se enteró del puesto en el que puedes estar y quería ayudarte a mantenerte segura.

Inhibidores de poder. A Amaia no le agradaban mucho, no estaban hechos para que fueran cómodos para ella, sino para prevenir un desastre que sus poderes podían causar.

El inhibidor interno era el menos cómodo y más doloroso, este se encargaba de mantener a raya su habilidad de creación de escudos y ondas de todo tipo, se encontraba debajo de su piel cerca de la clavícula, incluso tenía una notoria cicatriz por las veces que su poder sobrepasó el límite y el aparato se sobrecargó dentro de ella, causando que tuvieran que reemplazarlo por uno nuevo. Y el inhibidor externo era un poco más práctico, tenía la fachada de ser un aparato auditivo por su casi "nula" audición, este se encargaba de darle control a Amaia para regular la agudeza de sus sentidos, podía subir y bajar la intensidad del inhibidor a su gusto sin mucho problema.

—Gracias— Amaia sonrió y subió la intensidad de su inhibidor externo casi llegando al máximo— ¿A quién se lo van a entregar? — preguntó curiosa agarrando su traje y entrando al baño del cuarto.

—Un hombre— Rodhey se sentó en la cama para esperarla— John Walker, muchas medallas de honor, y un soldado casi perfecto.

— ¿Soldado? — Amaia talló levemente su oreja al sentir una punzada— así que no tiene habilidades especiales.

—Un humano completamente normal, si es lo que preguntas. No suero de supersoldado, solo un hombre que quiere servir a su país.

—Me agrada— aceptó Amaia saliendo mientras admiraba el traje hecho perfectamente a su medida— espero que tenga sentido del humor al menos— se acercó a la maleta y agarró dos cartas que venían en ella.

— ¿Son de Shuri? — preguntó Rodhey cuando vio media sonrisa en la cara de Amaia

—Y de los niños de Wakanda— Amaia le enseñó la carta emocionada. Esta mostraba varias caligrafías, unas perfectas y otras apenas entendibles, todas estaban en idioma español, o al menos lo intentaron— y aquí vienen las indicaciones: El traje está hecho para tornarse invisible cada vez que capte a tu cuerpo hacerlo, aumentara la resistencia de tus escudos y le incluí unas suelas de hule (recomendación de T'challa). Todo está hecho con nanotecnología, te recomiendo que ocupes ropa ajustada debajo, puedes quitarte y ponerte el traje si presionas los botones en la pulsera, y lo mismo con los tenis.— Amaia frunció el ceño— No recuerdo haberle enseñado español tan técnico.

—No me sorprende, Shuri aprende rápido— Rodhey se levantó y dirigió a la puerta— vamos, tenemos que ir en Quinjet, así llegaremos más rápido.

Amaia guardó una foto en uno de los bolsillos que Shuri implementó en su traje y fue junto a Rodhey. 

(N/A: Estoy comenzando a subir capítulos más rápido para ir nivelando esta historia conforme a la de Tik tok, no se emocionen😅 )

The Red Shadow: the government agentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora