Una parte dentro de mi siempre se mantuvo insegura sobre si el amor era para alguien como yo, incluso llegué a pensar que el amor no estaba hecho para personas tan sobrevaloradas, que nada me haría cambiar de parecer al creer que soy mucho mas y que merezco mas. He caído en cuenta que recibo tan poco que me resulta suficiente. Hago las cosas a mi manera y como según creo que deben hacerse, pero por primera vez me he saltado la otra linea entre lo correcto y lo opuesto.
Estrujo mis manos en una de las almohadas del sofá, están tan sudadas que resulta incomodo.
–No...digo ella me...besó —tartamudea desviando su mirada de la mía.
Prácticamente no se que decir, tampoco me siento enojada o incluso celosa, solo estoy un poco asombrada de este hecho tan repentino. Nunca pensé que las personas podían caer tan bajo como ha pasado con esa chica, Mara, no llevó ni veinticuatro horas conociéndola y ya me quiere joder lo que acabo de construir junto a Dy. Es que ¡Joder! ¿Tan mala vibra les doy? ¡Ni siquiera llevo mucho conociéndola y a pocas horas ya me odia!
–¿Y que hiciste? ¿Cuál fue tu reacción? —pregunto con mi voz suave.
Niega paranoico.
–¡No pude hacer nada! Ella simplemente se abalanzó sobre mi sin pensarlo —determina en voz y luego resopla —Me confesó que le gustaba desde hace un tiempo...quedé como un estúpido, no sabía que hacer en realidad...ya estaba encima...¡Pero te juro que no la toqué! ¡Dilone llegó y aunque no quiera decirlo me salvó en ese momento! ¡Te juro que no...!
–Cálmate por favor, a penas alcanzo a entender lo que dices —pido y tomo sus manos entre las mías —Respira hondo para que puedas controlarte. Vamos.
Siguiendo mis palabras, recuesta su cabeza del sofá y cierra los ojos.
Tonto pelirrojo.
Me dedico a detallar cada rasgo de su rostro, su respiración se va normalizando cada que inhala y exhala, poso mi vista en sus manos las cuales tiemblan ante mi tacto. Me hacen sentir un poco angustiada, desde que lo conozco siempre lleva un rostro serio y apenas me muestra una sonrisa, bueno, dependiendo si mis chistes o frases irónicas son tan buenas como para que un chico tan sereno como él se dejase impresionar de una chica. Pero ahora lo que sucede con él es un punto de diferencia, no quiere decir que por ser hombre carece de miedos, sino que, en lo que se de su existencia nunca se había mostrado tan vulnerable.
Los nervios son algo difícil de controlar, se adueñan de cada parte de ti y es inevitable no estar desesperado ante este hecho, sientes la necesidad de un poco de paz.
–No abras tus ojos aún, quiero hacer una prueba —susurro y el suspira.
–¿Qué prueba?
–Tu sólo relájate y déjame hacer todo el trabajo, no debes alterarte ni mucho menos abrir los ojos ¿De acuerdo?
Ríe.
>>Ni tampoco reírte de mi.
–Bueno, lo que diga señorita mandona.
–Calla —digo enlazando mis dedos en su cabello, el cual se nota que ha crecido bastante durante estos días.
–Si continuas tocando mi cabello de esa forma no podré concentrarme —me dice entre risas a penas audibles.
Ladeo mi cabeza.
–Sin hablar —lo reprendo.
–¡Bien bien!
Se mantiene sereno mientras acomodo los mechones de su cabello hacia atrás, tratando de que estos no cubran su frente e incluso no se mezclen con sus pestañas y pudiera abrir los ojos sin ninguna molestia presente. Abandono la mano que sostiene la suya y esta reposa encima de mi rodilla, doy una breve caricia a sus pómulos con mis nudillos trazando las diminutas pecas que hay en ellos y que son a penas visibles, son preciosas.

ESTÁS LEYENDO
En sus manos | +18 | ✔ ( Reeditando )
Teen Fiction¿Qué significa el amor para Peyton Sutton? Debe descubrirlo. Ella es una chica dulce y enérgica, en cambio Greg Lorer, es un chico con mala actitud y degenerado. Probablemente, este odie el hecho de amarla...cuando solo había pedido tener su amor...