En sus manos | +18 | ✔ ( Reeditando )

Capitulo Veintitrés

Gregory Lorer

Hay cosas en la vida que no logran sorprenderme por mas impresionantes que sean, o tal vez le doy paso a mis estrategias, no les demuestro ningún gesto de por medio. Cuando esta acostumbrado a ser una persona fría y desinteresada como lo soy yo, los demás tienden a evaluarte en cada respiro, y resulta normal que quieran hacerlo, si nadie te conoce no podrá usar nada contra ti, como también les darás mas curiosidad.

Verás, esa chiquilla ruda me está gustando mas que nunca, cada día está sorprendiéndome con lo valiente que es. Tal vez ella no sea muy consciente de lo que pasa por mi mente, no quiero seguir a la defensiva, así que en cualquier oportunidad se lo haré saber y no con palabras.

Quiero que se enamore de mi, que enloquezca por mi, que solo me vea a mi y a nadie mas, quiero esos ojos solo para mi, a ella completamente.

Confieso que me gusta observarla cuando está distraída, no niego que es muy hermosa y sus ojos son hipnotizantes, pero no es el momento para planes amorosos con ella, solo necesito que se enamore de mi, luego ya veremos hacia que lado corre el tiempo.

No soy el típico adolescente que sueña con tener un amor de telenovela en donde planeamos un futuro juntos, eso conlleva a hijos, una familia, yo solo soy uno de los que aprovecha la vida mientras pueda. Tampoco soy de los que espera caer locamente por una chica que mas adelante puede engañarme con otro a mi espalda, admito que ese hecho me asusta, aunque Gregory Lorer Hans nunca ha pensado en que pueda caer por alguien. Prefiero a que caigan por mi, que a hacerlo yo.

No conozco la palabra novio, lo mío siempre ha sido ligar con algunas chicas, sexo esporádico, no mas de ese hecho. Ni salidas ni encuentros fuera de mi propio hogar.

Puede que Peyton Sutton Becker sea muy diferente en cuanto a mis intenciones, que sea algo mas que un ligue de unas noches o un pasatiempo, creo que nadie me había resultado tan interesante como lo ha hecho ella. Se que es diferente a las demás, y porque lo es quiero que ella caiga por mi, no quiero ser cambiado, quiero ser amado, pero no quiero corresponder a ese amor, puede ser solo deseo, tal vez pueda hacerle el favor y corresponderle, desearla.

Suspiro.

¿Quién no quiere caer por esa mujer?

Tengo el presentimiento de que no soy el único que quiere jugar a este juego con ella, tanto como Kyle, el hermano bastardo que está dispuesto a joderle los planes al otro por el merecido gusto de hacerlo, tanto como Dilone, el idiota con mala actitud que quiere usarla a su antojo sin objeciones de por medio, doblegarla, gracias a ella quien le ha demostrado que no lo hace ante nadie, pero ¡Sorpresa! Es el maldito Dilone Rowan, también es otro bastardo malagradecido amante de los juegos, y mas si se tratan de piezas difíciles que cazar.

Y mas sorpresas.

Tanto como a Kyle y como a Dilone no les gusta comer solos.

Puedo ser un gru...un chico difícil y muy poco compasivo, pero Peyton no se merece pasar por todo aquello.

Los amigos de Kyle no son generosos con sus llamadas conquistas-victimas, ellos pueden destruirte con tan solo un segundo en el que pases por cada uno, así que no estoy dispuesto a verla de esa forma, no cuando puedo evitarlo.

Los de Dilone no son muy amables que digamos, tampoco es muy diferente a los de mi hermano, el hecho de que sean un poco tontos y asquerosos no les quita que sean unos depravados, tampoco estoy dispuesto a dejarla pasar por ello.

No cuando la quiero para mi.

O de hecho.

Ella ya es mía.