Peyton Sutton
Estrujo y estrujo mi piel con todo menos con delicadeza, logrando que esta se tome un color carmesí por la fricción que le aplico.
Solo quiero quitar cada rastro de él.
«Si lo disfrutaste, no fue violación» -me recuerda mi mente.
Me enojo aún mas, la culpa carcomiendo en mi interior.
Es fácil entender que la mala suerte se ha visto atraída por mi otra vez.
No siento odio o asco hacia él, todo lo atribuyo a mi por debilidad, por haberlo disfrutado inconscientemente. Soy una completa estúpida por no haberme dado cuenta de quien era la persona entre mis sabanas, me importó mas el sumirme en el momento de placer que en no permitir que las cosas se dieran de esa forma. Ahora me siento...mas que hastiada, la he cagado, y odio mentirle.
Suspiro hastiada de mi misma.
Al terminar con las tareas rutinarias en mi baño me decido a abandonarlo.
Gregory aún se encuentra dormido en mi cama completamente cubierto por las sabanas hasta el cuello. El verlo tan cómodo en ese lugar donde tuve la desfachatez de engañarlo me causa un sentimiento de incomodez que me abarca de la cabeza a los pies.
Mis ojos se humedecen al recordar ese hecho, y no me siento cómoda ocultándoselo
Necesito borrarlo de mi piel.
Y si tengo que hacerlo de la forma mas conveniente posible, lo haré, pero ya no quiero recordar que por mucho me entrego a otro, lo menos que deseo es revivir lo que sentí.
Camino hasta el borde de la cama sigilosamente, antes de hacer mi cometido aseguro el nudo de la toalla con los nervios de punta. Ya lista, arrebato las sabanas de su cuerpo con fiereza y de esa forma logro que se queje estirándose por la frialdad que lo ataca.
-Gregory -susurro con ternura tocándolo sobre las sabanas, aprieto mis labios sin dejar de pensar en lo que haré, en la mala idea que es -Por favor, despierta.
Apenas son las seis de la mañana, entonces caigo en cuenta de lo que se aproxima una vez y se despierte encontrándome fuera de la cama. Es un autentico dramático, así que lo que menos quiero es que me regañe.
>>¡Gregory! -grito en su oído.
Se levanta de golpe mirando hacia todos los lados.
-¡Qué! ¿Qué pasa? -pregunta alarmado, aún adormecido. Estruja sus ojos con sus puños y se voltea para encararme -¿Se puede saber que pasa contigo?
No se como reaccionará al saber mis planes, se que es injusto terminar con esto, con alguien que pensé removiera mis sentimientos mas allá de la forma en la cual iniciamos esto. Se escucharía irrelevante si dijera que me he enamorado del chico malo cuando no lo es. Conozco su interior desde el lugar mas recóndito, sus mas oscuros y agobiantes remordimientos, en pocas palabras todo lo que se atribuye a su doloroso pasado, pero también lo bueno.
Llorar todas las noches se ha convertido en su tarea, las pesadillas que lo mantienen despierto, aquellas palabras que evidentemente han roto el escudo fuerte que una vez puso contra todos.
No he llegado a tener ninguna comunicación con su Padre, pero si ha verlo en algunas ocasiones y no es alguien agradable de ver. Es un hombre de altura imponente, rostro que destila dureza, un cuerpo fornido el doble de musculoso y atlético. Es evidente que Gregory simplemente es algo de carne y hueso que fue traído al mundo para seguir las ordenes de su Padre, lo cual resulta molesto y declaro que algunas veces pensé en salir de mi escondite para enfrentar a ese hombre. No soportaba cada insulto que escupía en el rostro de mi novio y ver como se mantenía estático, perdido en las despectivas palabras que el que se hacia llamar su Padre expresaba con tal fiereza.
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En sus manos | +18 | ✔ ( Reeditando )
Teen Fiction¿Qué significa el amor para Peyton Sutton? Debe descubrirlo. Ella es una chica dulce y enérgica, en cambio Greg Lorer, es un chico con mala actitud y degenerado. Probablemente, este odie el hecho de amarla...cuando solo había pedido tener su amor...