Libro II: Capitulo 13

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¿Violento?

Para nada ;)

Uno solito...
























Kyle Thomas Lorer









Honestamente, la odio.

Odio a Zoe Bowen con todo mi ser, odio que exista. En mis pensamientos, en mi corazón, en mi sistema completo.

¿Es qué cómo se atreve a rechazar a un Lorer?

Prácticamente, me humillé frente a todos al ir a su trabajo por una cita con ella. Si hubiese sabido que mi tarde se arruinaría con solo ver su rostro de ángel y cabello extraño, no me hubiera molestado en hablarle ni intentar conquistarla.

Fue patético, desde un principio todo fue patético.

Estoy cansado de que la vida me niegue lo que quiero, comienzo a creer que sería mas fácil si lo tomara sin pensar, sin que me importe lo que suceda después.

No me creo que lleve un puto mes sin follar por estar esperando un minuto de atención por parte de Zoe Bowen, quien me ha demostrado total desinterés desde que pisó nuestra familia.

El error fue creer que sería igual a todas, no, ella es diferente.

La chica de la burbuja inflada con cliché.

Es la primera vez que alguien se resiste a mis encantos, bueno, a excepción de la mujer extremadamente sexy que cierne frente a mi. Otro asunto del cual sigo teniendo las mismas ganas de explorar, es que no todos los días tu propio hermano te ofrece la entrepierna de su chica bañada en miel.

Es otra cosa que odié, quería que termináramos como se debe y poder tocar mas allá de las reglas que dejó en claro.

Mi mensaje fue claro:

No te sorprendas si escuchas gemidos en la cocina, cobraré lo que me debes.

Pero su respuesta fue:

–Es mía.

–Entonces ven a ver como me la follo en tu propia cocina.

–No gracias, ya me la follé en cada lugar del Depa, incluida la cocina —fue lo que me respondió e hizo a mi ego inflarse.

La chica se veía fácil de complacer, estaba seguro que amaba a mi hermano pero entendería la apuesta.

No a las babosadas, me debes algo.

–Idiota, es mi mujer.

–Novia.

–Mi mujer, toda ella es mía y solo mía.

–Tranquilo cabrón, solo es una follada. Necesito cobrar y probar ese manjar.

–Que es mío.

No me importó que fuera suyo, que lo reclamara después de haber terminado con lo que tenía propuesto para esa noche, pero claro. El cabrón tenía que cambiar los planes.

Tomé lo poco que podía recibir de ella, no pensé que querría volver a repetir o llevar mas lejos todo esto, quería entender mis ganas sugerentes hacia su cuerpo. Solo era una chica, mi cuñada, era propiedad de mi hermano, pero no creí que algo podría saber tan delicioso. Esperaba poder volver a probar algo tan magnífico como ella, la consideraba la cosa mas rica que había probado esa noche.

Puedo hacerlo ahora, porque sigo con la intriga de que tan bueno podría ser el poliamor, o que tan bueno sería poder sacar a Zoe Bowen de mi cabeza y dejar de ser la tentación de mi miembro.

En sus manos | +18 | ✔ ( Reeditando )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora