Libro II: Capitulo 10

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Salir con Zoe era totalmente fantástico, la chica era divertida y en el mes que llevaba conociéndola me agrada muchísimo mas. La había incluido en el grupo de mis amigas con la intención de no crear una división entre ellas, para mi resultaba mas fácil que se conocieran y crearan un vínculo.

Venus y Kiana tenían sus papeles en mi vida, también estaba segura que Zoe tendría uno en la vida de cada una de nosotras.

La busqué con la intención de presentársela a Kyle, pero fue totalmente una estupidez ya que él había llegado a casa con uno de sus ligues mientras nosotras charlábamos en el sofá. Fue totalmente decepcionante para Zoe.

Kyle tenía una habitación especial en el departamento de Gregory, es decir, tenía mas derecho que yo en cuánto a las ordenes, pero eso no impidió que le rogara por respeto al hogar de mi hijo, lo cual aceptó y despidió a la chica con una disculpa.

No quise arruinar sus planes, pero se supone que debo ser sincera...y pueda que sea un poco torpe, pero se lo que es importante.

–El siguiente —le pido a Zoe, quien se está encargando de pasarme los globos rojos que coloco alrededor en forma de arco —Esto está quedando hermoso, pero ¿Por qué elegiste este color?

Venus resopla.

Me encojo de hombros.

Se supone que es un niño, deberíamos estar decorándolo todo con azul, sin embargo, cada espacio es abarcado por un color diferente.

La mesa donde colocaremos el pastel está cubierta con una tela del mismo color de los globos, nada azul como debería ser.

–El azul es un color común en los niños, pero el rojo es como la diferencia —explica Zoe entregándome los globos que faltan —Si el rojo no representara a un chico entonces no existirían las camisetas ni los trajes monos que usan los modelos masculinos.

–Mi hija está obsesionada con el purpura gracias a Peyton, así que, no le hagan caso a esa chica —advierte Kiana y le muestro mi dedo corazón a lo que ella me devuelve con un beso.

–Serán las tías mas locas que tendrán mis bebés —comenta Venus emocionada y todas nos quedamos en shock.

¿Dijo bebés, a caso dijo bebés?

Las tijeras que sostenía caen al piso exaltando a Zoe quien se echa hacia atrás con la mano en el pecho.

–Chicas no...

–Venus Kopelson de Hans, dijiste bebés —defiende Kiana apresurándose hacia ella con las manos en la cintura en un gesto mandón.

Yo cruzo mis brazos esperando respuesta.

Cuando nos contó de su embarazo omitió el hecho de que existían dos corazones palpitando en su panza, nunca nos invitó a sus ultrasonidos y desconocía la razón. En cambio nosotras siempre la tomamos en cuenta, porque a pesar de todo somos amigas y se supone que la confianza es lo primero.

Me siento un poco decepcionada, pero no se lo demuestro. El día que quiera juzgar las decisiones que toma con palabras duras, estoy segura de que me habré cansado de ser excluida de su vida. Es su derecho de Madre ocultárselo a todo el mundo, y por el bien de nuestra amistad espero que lo esté haciendo voluntariamente.

–Entonces...¡Felicidades! —espeto entusiasmada y muestra una media sonrisa antes de acariciar su vientre —Serás una gran Mamá para esos pequeños y te deseo toda la suerte de mundo.

En sus manos | +18 | ✔ ( Reeditando )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora