Capitulo Veinticinco

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Deilan Rowan es un buen amigo, un chico con un corazón enorme y lleno de bondad, aquella personita que ha sido un excelente apoyo para mi desde los días mas difíciles que he tenido, pero también un poco idiota. Hubo un momento en el que quise pegarle un bofetón por sus arranques de ira, y ahora por haberme delatado frente al chico que me gusta...supongo que siempre lo he sabido desde el primer día, solo que me aferré a Deilan con todas mis fuerzas y terminé cortando el rollo de que me gustaba Gregory para verlo como uno de los culpables de mi descontrol emocional.

–El pelirrojo no deja de sonreírme a cada segundo que me ve —susurra Kiana en medio de Venus y yo, resoplo —Fui al baño de chicas para retocarme el maquillaje aprovechando que ustedes tomaban su desayuno, me siguió hasta allá y tuvimos una interesante conversación con algunas insinuaciones sexuales —ríe por lo bajo y nosotras la acompañamos —Me propuso tocarnos, pero en realidad no tenía ganas, no después de haberte llamado puta frente a mi y atacar a Venus.

Contonea su lápiz y devuelve su vista hacia Dilone mordiendo uno de sus labios, él le regala una sonrisa ladeada y comienzan con las señas obscenas mientras esperamos a que los demás terminen las actividades dictadas por el profesor Cortez.

Como siempre hago cara de asco y me enderezo en la silla.

Esto cada vez se vuelve interesante, el hecho de que Amelia Jade no haya regresado a las clases le facilita las cosas a Kiana con Dilone resultando tan eficiente para las tres, ya no nos molesta y tenemos la modestia de compartir una mesa para las tres. Venus, Kiana y yo disfrutamos de nuestra tranquilidad sin ser atacadas por Dilone...inconscientemente se lo agradecemos.

Recuerdo lo que pasó anteriormente y volteo, posando mi vista en el chico del fondo, Gregory Lorer Hans. Las cosas con él han estado tensas desde que llevamos a Deilan a su salón, durante nuestro trayecto al salón que nos corresponde me dejó atrás, solo detallando su espalda y los risos brillosos que adornan su cabeza. Intenté detenerlo para explicarle mis razones, pero me llevó contra la pared observándome con el entrecejo fruncido y con sus ojos cargados en furia, exigí una explicación y me gané la ignorada del siglo al tratar de besarlo cuando evidentemente estaba molesto...como también celoso. 

–¿Por qué es tan hermoso? —pregunto a la nada e inmediatamente cubro mi boca —No quise decir...em...no.

Kiana ríe.

Frunzo el ceño.

–Py, si te gusta ese chico ve por él. Deja de pensarlo o tu mente explotará como una granada —imita la explosión —Yo que tu ya me lo hubiese comido, pero recuerdo que la virgen aquí no soy yo. Y eso sin contar que lo he hecho en to...

–Kiana Holder cierra esa boca ya.

Levanta sus manos rindiéndose finalmente. A veces quisiera estrangularla.

–Bien, aunque deberías prometerme que te comerás a ese bombón, o sino yo iré por él.

La observo con mis ojos entrecerrados.

Ella me ve risueña.

>>Tan solo escuchaste las palabras «iré por él » y ya te haz alarmado porque de verdad él te gusta, Peyton. O sino no te hubieses puesto tan celosa como hace unos minutos.

–Que no me gusta.

–Yo digo que si —agrega Venus a mi lado y la observo con mis ojos muy abiertos. Que amigas me han tocado —¿Qué? Es muy obvio que te gusta Gregory Lorer Hans y no precisamente para hacerle cuentos de cuna, el chico tiene complejo de Dios griego, solo debes verlo e imaginarlo con una manta blanca alrededor y ahí tendrás la respuesta.

En sus manos | +18 | ✔ ( Reeditando )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora